La Toscana se convierte en la primera región italiana en regular el suicidio asistido

La Toscana ha aprobado este martes una ley sobre el derecho a morir, con lo que se ha convertido en la primera región italiana en regular el suicidio asistido en ausencia de una legislación nacional sobre un tema muy controvertido.

El Tribunal Constitucional de Italia legalizó de facto el procedimiento en 2019 e instó al Parlamento a aprobar una ley para proporcionar un marco jurídico claro. Sin embargo, esta petición ha sido desoída de forma sistemática.

La ley regional de la Toscana, aprobada por mayoría de 27 votos a favor y 13 en contra, explica cómo deben gestionarse las solicitudes de suicidio asistido, incluida la obligación de que un panel médico examine las peticiones en un plazo de 30 días.

Si se cumplen los criterios, el servicio regional de salud debe proporcionar la medicación y el personal sanitario necesarios en un plazo de 10 días, a menos que el paciente desee que su propio médico lleve a cabo el procedimiento.

La ley permite a los médicos negarse a participar por motivos morales o éticos, algo similar a lo que ya permite la legislación nacional sobre el aborto a los llamados objetores de conciencia.

Antes de que se aprobara la ley, la organización benéfica católica conservadora Pro Vita Famiglia criticó a la Toscana por convertirse en «una especie de Suiza italiana» donde se administra la «muerte de Estado» para «deshacerse de personas enfermas, frágiles, ancianas y solitarias». El país centroeuropeo permite el suicidio asistido desde la década de 1940.

La sanidad en Italia es en gran medida competencia regional. La Toscana está gobernada por el centro-izquierda, pero a nivel nacional la coalición derechista de la primera ministra, Giorgia Meloni, está ampliamente en contra de la eutanasia.