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Las diez formas de morir en el submarino Titán explicadas por Ocean Gate a los propios pasajeros

El submarino sólo alcanzó la profundidad del Titanic en 13 de sus 90 inmersiones

Desvelan la «macabra» charla previa de Ocean Gate a los pasajeros del Titan sobre la implosión del submarino

Fotografía de archivo del sumergible Titan

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Los pasajeros de las expediciones a los restos del Titanic organizados por la compañía OceanGate debían estar dispuestos a morir para ser parte de la exclusiva travesía. El documento que firmaban al contratar el paquete turístico es una declaración de su decisión voluntaria y consciente de los riesgos de perder la vida a los que estarían expuestos en todo momento durante el viaje, incluido el descenso en un sumergible «experimental» que tan solo en 13 de sus 90 inmersiones había alcanzado los 3.800 metros de profundidad del legendario naufragio.

En la exención de responsabilidad de un pasajero que ha sido divulgada por el diario británico 'Insider', la compañía hace énfasis en que el descenso al fondo marino se realizaría en un «sumergible experimental« que no contaba con la certificación de ningún organismo regulador y que estaba «construido con materiales que no han sido ampliamente utilizados para sumergibles tripulados».

Por esta experiencia, OceanGate cobraba 250.000 dólares. Incluía una expedición de 8 días para bucear hasta el naufragio, para esto era necesario hacer uso de diferentes medios de transporte, todos con cierto grado de inseguridad, según detalla el acuerdo.

Asimismo, el pasajero se declaraba enterado de que en apenas 13 de las 90 inmersiones realizadas por el sumergible Titán se había alcanzado la profundidad del Titanic.

Muchas maneras de morir en todo momento

El documento detalla al menos diez formas de morir durante la expedición que el tripulante asume. Las primeras amenazas se presentan en la ruta de 380 millas náuticas desde el puerto de embarque en Newfoundland, Canadá, al sur-suroeste de la costa de Terranova,  a bordo de un barco industrial «que no está diseñado para operaciones de pasajeros». Este trayecto representa un riesgo de lesión o muerte por exposición a objetos grandes y pesados, incluyendo puertas giratorias, que «podrían volverse más peligrosos en mar abierto», un entorno natural «incontrolable».

Se añaden situaciones fortuitas como la pérdida del equilibrio, resbalones y caídas en la cubierta, particularmente en clima inclemente; así como daños por caída de objetos en las embarcaciones y ahogamiento.

Igualmente, los tripulantes debían asumir la probabilidad de sufrir «lesiones, discapacidad o muerte» al abordar botes pequeños y entrar en contacto con otros equipos.

Una vez en el Titan, se suma el peligro de perder la vida al bucear en aguas del Atlántico Norte y por un mal funcionamiento del sumergible «experimental» a causa de la exposición a «una presión extrema» que «podría causarme lesiones graves, discapacidad, trauma emocional, otros daños y/o la muerte».

Además, la voluntad de colaborar en el servicio o la operación del sumergible representa al menos cuatro peligros mortales. «Estaré expuesto a los riesgos asociados a los gases a alta presión, el servicio de oxígeno puro, los sistemas eléctricos de alto voltaje y otros peligros que podrían provocar daños a la propiedad, lesiones, discapacidad, daño emocional o la muerte, mía o de otros«, dice el documento.

En general, el pasajero asume toda la responsabilidad de las consecuencias negativas que pudiesen producirse durante la expedición y libera por completo a la compañía del riesgo de demandas, ya sea de su parte o por parte de sus representantes, familiares, tutores, entre otros beneficiarios.

Por otro lado, anotan que existen factores no incluidos por tratarse de una gira a lugares remotos sin acceso a instalaciones médicas de emergencia.

Los viajes turísticos al Titanic han sido suspendidos por la empresa OceanGate, después de que en su más reciente inmersión, en junio pasado, el sumergible Titán sufriera una implosión que causó la muerte de sus cinco tripulantes.

Tras la tragedia, en la web de OceanGate mantienen un aviso que indica que la empresa «ha suspendido todas las operaciones comerciales y de exploración».

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