El PSC veta a los defensores del bilingüismo en el Parlament pero da voz a los «espías del catalán»

El veto a los defensores del bilingüismo se produce un mes después de que la consejera de Educación, Esther Niubó, recibiera en la sede del departamento a miembros de la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) en una reunión que duró cerca de tres horas. «Esto demuestra el doble rasero del PSC. Nos recibe en el día 12 de diciembre y nos escucha amablemente, pero, sin embargo, no acepta un mes después que expongamos nuestros argumentos públicamente en el Parlament», afirma en declaraciones a ABC la presidenta de la AEB, Ana Losada.

A raíz de este encuentro, ERC presentó una pregunta parlamentaria a la consejera pidiéndole explicaciones sobre la reunión. En la pregunta, presentada el pasado 10 de enero, cinco días antes del veto a la AEB, y consultada por ABC, los republicanos piden a Niubó «¿cuáles son los motivos que la han llevado a reunirse con entidades que han expresado públicamente su oposición al modelo de inmersión de la escuela catalana?», y «¿qué garantías ofrece el Govern de que estos encuentros no afectarán negativamente a la protección y aplicación de la inmersión lingüistica como pilar fundamental de la enseñanza y la cohesión social en Cataluña?».

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«Es curioso que solo cinco días antes del veto a la AEB con la complicidad de los socialistas, Esquerra presionara directamente a la consejera pidiéndoles explicaciones por el encuentro. Está claro que es un acto de presión», señala en declaraciones a ABC José Domingo, presidente de Impulso Ciudadano (IC).

El pasado 15 de enero los partidos nacionalistas (ERC, Junts, Comuns y CUP) en el Parlament, con la abstención del PSC, rechazaron la comparecencia, a petición del PP catalán, de las asociaciones IC y la AEB en la Comisión de Política Lingüística. «Cuando no se sabe cómo rebatir los argumentos se silencia al mensajero», apuntaba Impulso Ciudadano en las redes sociales el día de la votación. El veto a los defensores del castellano cobra dimensión, según apuntan desde la AEB, si se tiene en cuenta que apenas tres meses antes, el 20 de noviembre de 2024, se aprobó, por unanimidad y con el apoyo de los socialistas catalanes, la comparecencia en la Cámara autonómica de la Plataforma per la Llengua, la ONG del catalán, acusada de «espiar» a los alumnos en el patio para saber en qué lengua hablan y que señala a comerciantes, restauradores y sanitarios que no usan la lengua autonómica.

«El PSC ha demostrado nuevamente su doble rasero. Mientras apoya que Plataforma per la Llengua, conocida por imponer el catalán y discriminar el castellano, comparezca en el Parlament, se abstiene cuando los defensores del bilingüismo y la igualdad lingüística piden hacer lo mismo. Este comportamiento no es de un partido que dice querer unir, sino de uno que actúa al servicio del separatismo», señala en declaraciones a ABC el diputado del PP, portavoz de la comisión de Salud y control a la CMMA, y presidente de la Comisión de Políticas de Juventud, Hugo Manchón.

«Hablan de unidad y convivencia, pero sus actos los delatan: impulsan una Consejería de Política Lingüística cuyo objetivo es imponer el catalán y perseguir el uso del castellano. Su complicidad con quienes defienden la exclusión lingüística es inaceptable. El PSC se ha convertido en un partido trilero, que dice una cosa pero hace otra. Cataluña necesita partidos que defiendan la libertad lingüística sin fisuras, como hace el Partido Popular, no formaciones que, con su abstención y su silencio, avalan las políticas de discriminación que tanto daño han hecho a la convivencia en nuestra tierra», denuncia Manchón.

«La libre expresión en el Parlament de cualquier entidad o asociación es esencial y siempre debe defenderse», señala José Domingo, presidente de Impulso Ciudadano, y critica «la actitud de determinadas formaciones que se niegan a escuchar a los grupos y asociaciones que no les bailan el agua».

Domingo acusa al PSC de seguir el ejemplo de ERC y «no permitir la diversidad de opiniones en el seno de la Cámara catalana». «Cuando se presentó el Plan Nacional por la Lengua, impulsado por el actual consejero de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, entonces secretario general de Política Lingüística, desde IC ya presentamos una serie de alegaciones que reclamaban su retirada pero fueron rechazadas por que, según nos dijeron, no encajaban en el Plan», recuerda Domingo. Según explica, tras la denuncia de Impulso, las alegaciones fueron incorporadas. «Está claro que ni a ERC ni al PSC les gusta dar voz a quienes no opinan como ellos», concluye.