La primera bebé probeta de España cumple 40 años: «En fechas como esta tomo conciencia de lo que supuso mi nacimiento»
La llegada al mundo de Victoria Anna Perea, el 12 de julio de 1984 en el antiguo Instituto Dexeus, fue un paso definitivo para impulsar la reproducción asistida en España
«Nunca hemos perdido el contacto. Desde su nacimiento nos convertimos en familia», señala el doctor Pere Barri, junto a la doctora Anna Veiga, padres científicos de la joven
Victoria Anna, la primera niña probeta nacida en España, cumple 30 años
Su nacimiento marcó, en 1984, un hito para la ciencia en nuestro país y abrió una puerta a la esperanza para muchas mujeres con problemas de fertilidad que hasta entonces no podían, por razones biológicas, cumplir su deseo de ser madres. Victoria Anna Perea, primera bebé probeta de España, cumple el próximo 12 de julio cuarenta años, efeméride que ella y sus padres científicos, los doctores Anna Veiga y Pere Barri, que hicieron posible su alumbramiento en el antiguo Instituto Universitario Dexeus de Barcelona, aprovechan para hacer balance de todo lo que se ha avanzando desde el punto de vista médico y social en ese ámbito.
«En mis cumpleaños tomo conciencia de lo que represento, el avance que supuso mi nacimiento», dice en una entrevista concedida a ABC días antes del acto en el que celebrará con su familia biológica y científica sus 40 años de existencia.
Es consciente de que su llegada al mundo fue el paso definitivo para impulsar el avance y desarrollo de la medicina de la reproducción asistida en España, donde hoy en día un 11% de los recién nacidos son concebidos mediante estas técnicas. Victoria Anna fue el cuarto bebé que nació en Europa gracias a esta técnica, y el sexto en todo el mundo. Pesó 2,470 kilos, nació al anochecer y el parto se inició espontáneamente a las 37 semanas de gestación. Sus padres, Ricard y Dolors, una pareja de Badalona -ella tenía un problema de obstrucción en las trompas de Falopio y no podía tener hijos-, al igual que ella, decidieron mantenerse alejados del foco mediático tras el boom que supuso la llegada al mundo de su pequeña.
La primera bebé nacida por una Fecundación in Vitro (FIV) en España afronta su cuarenta aniversario con la satisfacción de haber sido «un caso de éxito» que ha ayudado a miles de mujeres que no pueden quedarse embarazadas a dar el paso hacia estas técnicas. «Solo soy una consecuencia, todo el mérito es de mis padres», señala esta joven de Badalona, que tras años años residiendo en Madrid, se ha instalado de nuevo en la capital catalana.
Al echar la vista atrás en una efeméride tan señalada, Victoria Anna no puede evitar hacer balance de su aportación a la ciencia. «Estoy contenta de haber abierto el camino a tantas mujeres hacia esta vía; también estoy satisfecha por haber roto ciertos tabúes», señala en declaraciones a este diario. En estos cuarenta años de experiencia en reproducción asistida en nuestro país se han producido muchos avances. Se ha mejorado el procedimiento desde el punto de vista técnico, lo que ha duplicado las tasas de éxito de embarazo, y también han llegado nuevos avances que permiten alargar hacia edades impensables la posibilidad de ser madres, como el trasplante de útero.
«Experimento» de la FIV
La primera bebé probeta de España celebra todos los logros, aunque hace hincapié en la necesidad de que las futuras madres actúen «con sensatez y pensando en los futuros bebés». Preparando la mudanza para su traslado a la Ciudad Condal, Victoria Anna dio, según relata, con un documento que demuestra cómo ha cambiado la percepción social que se tenía de estas técnicas.
«Haciendo la mudanza han aflorado muchos documentos. Entre ellos, una ayuda para los estudios del Ayuntamiento de Badalona, ciudad en la que residía cuando era niña, en la que puede leerse 'para la primera bebé nacida del experimento de la fecundación in-vitro'. Esta expresión hoy en día es impensable porque son muchas las mujeres que recurren a estos procedimientos debido al progresivo retraso de la maternidad», explica Victoria Anna, quien asegura que las mujeres están hoy muy informadas sobre todos los procesos, lo que les permite «planificar la maternidad».
«No descarto recurrir a estas técnicas»
En su entorno cercano tiene amigas que han recurrido a la reproducción asistida porque se han planteado tarde ser madres y ella, según afirma, lo haría también si se diera el caso. «Tengo cuarenta años y quiero ser madre. Si los médicos me dijeran que el camino que tengo son estas técnicas recurriría a ellas sin pensármelo. No lo descarto», afirma. Es consciente de que va con el tiempo justo. «Voy en la cola, aunque tengo la lección aprendida», indica.
Victoria Anna ha crecido de la mano de sus padres biológicos -él falleció hace apenas unos meses- pero sin perder el contacto con sus padres científicos, a los que le une un vínculo emocional y con los que ha compartido momentos importantes en su vida. «Todo lo que surgió en ese momento creó un vínculo personal entre nosotros. La doctora Veiga es como mi tía; ella y el doctor Barri son familia para mí. Quedamos para comer, cenar, nos enviamos whatsapps, nos felicitamos cada Navidad y aniversarios. Es un vínculo para siempre», asegura la joven que trabaja en como consultora de márketing digital en IBM y está muy ilusionada de volver a su tierra natal.
Sus padres científicos, Anna Veiga, directora del Laboratorio FIV del antiguo Instituto Universitario Dexeus y miembro del equipo médico que realizó la primera FIV de España, y Pere Barri, presidente de la Fundación Dexeus Mujer y responsable del equipo del primer nacimiento por FIV en España, son los otros grandes protagonista de este hito médico. En el acto de conmemoración del 40 aniversario, arropan a su hija científica y repasan los logros conseguidos en estas cuatro décadas, así como los retos que deben aún afrontarse en el ámbito de la reproducción asistida.
En declaraciones a ABC, Barri, presidente de la Fundación Dexeus Mujer, recuerda qué sintió aquel 12 de julio de 1984 cuando nació Victoria Anna. «Estábamos todos muy emocionados. Tomamos la decisión de realizar una cesárea para evitar riesgos y cuando Victoria Anna asomó a la vida nos pusimos todos a llorar», explica el ginecólogo. A la emoción personal se sumó la profesional por haber logrado, junto a su equipo y la doctora Anna Veiga, el primer embarazo por una FIV en España y América Latina. Desde entonces, según dice Barri, «se ha avanzado en dos direcciones: se han simplificado los tratamientos para las pacientes y se han hecho menos invasivos y han mejorado mucho las técnicas de cultivo en los laboratorios y los fármacos de estimulación ovárica para las pacientes.
El padre científico de Victoria Anna incide en la necesidad de aplicar sensatez en el uso de las técnicas de reproducción asistida. «Debe pensarse en el futuro de los bebés. Las posibilidades tecnológicas son ilimitadas, pero todo debe tener un sentido», coincide con Victoria Anna, a la que le une ya «un vínculo personal de por vida». «Nunca hemos perdido el contacto. Desde el momento de su nacimiento nos convertimos en familia», concluye el ginecólogo.
Pere Barri celebra que las mejoras en las técnicas de reproducción asistida hayan permitido duplicar las tasas de éxito. «En estos últimos años se ha pasado de una tasa de embarazo por intento del 20% a una del 45%», señala el ginecólogo. El retraso en la edad de la maternidad, -ahora la edad media de las pacientes que recurren a estas técnicas es de 39 años, frente a los 35 de hace unos años- y la pluralidad de modelos de familia -ahora hay muchas mujeres solas o parejas homosexuales femeninas que optan por estos procedimientos para ser madres-ha ido de la mano del impulso y desarrollo de estas técnicas.
Pese a que la edad de las mujeres que llegan a su clínica ha aumentado con los años, Barri advierte sobre la importancia del reloj biológico y anima a las mujeres que quieren retrasar su maternidad a que preserven sus óvulos. «A los 35 años las mujeres tienen plena fertilidad pero a partir de los 38 ésta empieza a caer por lo que yo recomiendo la opción de preservar los óvulos», advierte el especialista. En este sentido, precisa que entre 2014 y 2023 la cifra de mujeres que han congelado sus óvulos se ha multiplicado por diez. Apunta, asimismo, que actualmente más del 50% de las pacientes que acuden en busca de estas técnicas para ser madre tienen 40 años o más, cuando en 1995 solo eran un 11%.
Señala, asimismo, el aumento de mujeres que recurren a la ovodonación. «Hay mujeres que llegan a nuestro centro sin reserva ovárica y para ellas es la única opción. Hasta ahora, estas futuras madres pasaban un duelo genético porque sus bebés no tenían su parte de carga genética, aunque varios estudios sólidos han demostrado en estos últimos años que hay intercambio epigenético entre gestantes y fetos, y que sus futuros bebés pueden tener semblaza física con ellas», apunta el especialista.
Por otro lado, el presidente de la Fundación Dexeus Mujer reclama también que mejore el acceso a la población a estas técnicas dentro de la sanidad pública. «El 80% de la actividad se hace en la privada y muchas mujeres no pueden permitírselo», concluye. En la actualidad hay más de 12 millones de niños en el mundo nacidos mediante técnicas de reproducción asistida.
Por su parte, la científica Anna Veiga hace hincapié en la «normalización social» de la Fecundación in Vitro como técnica para acceder a la maternidad. «Se ha convertido en una práctica habitual gracias a los buenos resultados de estos últimos años, fruto de las mejoras en la técnica», dice Veiga. Entre las medidas que han conseguido optimizar los resultados, la especialista destaca algunas como la de «trasnferir el embrión al quinto día para tenerlo más tiempo en observación».
Por último, el jefe del servicio de Medicina de la Reproducción de Fundación Dexeus Nikolaos Polyzoslos cree que las mujeres, aunque deciden más tarde ser madres, cada vez son más conscientes de su reloj biológico y afirma que hay nuevas posibilidades de «hackearlo», como por con la congelación de óvulos propios, informa Ep. En España un total de 40.000 niños nacieron fruto de una FIV en 2023, el 11% de los nacimientos que se producen en nuestro país son fruto de estas técnicas.
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