Episodio 2
Podcast | El primer desconcierto
Voz: “Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios “que exista la luz”. Y la luz existió”.
Narrador: Estos versículos son los primeros que se pueden leer en la Biblia. Forman parte del libro del Génesis, en el que se relata de manera poética, sencilla y simbólica cómo fue la creación del mundo, a ojos de la tradición cristiana. Segú;n este relato, en esos siete días que Dios utilizó para culminar su obra y contemplarla, también creó al hombre y a la mujer. Los situó en un lugar donde podrían vivir en plena armonía con la naturaleza y sin conocer el sufrimiento: ese era el Jardín del Edén.
Patricia: A mí me me llamaba mucho la atención las imágenes del paraíso. Era todo como un jardín con flores, muy bonito, es muy idílico.
El fin del tiempo en aquel paraíso es conocido hasta por aquellos que no han tenido una educación católica: Eva fue tentada por Satanás convertido en serpiente para comer del árbol prohibido; compartió el fruto con Adán, y ambos fueron expulsados del Edén para siempre.
Sin embargo, los Testigos de Jehová creen que el paraíso puede ser restaurado. Patricia no tenía que imaginárselo. Lo veía pintado en las publicaciones difundidas en su congregación:
P: Había un libro que era ‘Mi libro de historias bíblicas’, era grande, con dibujos en colores muy grandes. Y claro, a mí se me quedaban grabadas esas imágenes.
En aquel libro infantil, las ilustraciones anticipaban lo que ocurrirá cuando llegue el Apocalipsis: Jehová acabará con los gobiernos humanos y solo aquellos que hayan demostrado ser dignos serán recompensados con la vida eterna... Los ‘elegidos’ convivirán como hermanos y podrán hablar hasta con los animales.
P: Yo quería estar en ese paraíso, vivir para siempre con los animales, con leones, tigres... Y personas de todas las nacionalidades, de todos los colores no? Había negros, chinos, indios, de todas partes...
N: Esas son las viñetas aspiracionales, las que dibujan un futuro mejor, un futuro perfecto. Pero en la siguiente página las ilustraciones mostraban el otro lado, lo que les ocurriría a todas aquellas personas que no creyeran en Jehová... Y esas imágenes eran catastróficas:
P: Entonces en ‘La Atalaya’ había una parte del dibujo que estaba oscura, que era todo lo que es el mundo como está ahora, pero derribado: edificios destruidos, personas muertas...
N: Los pequeños testigos (niños de 6, 7 años) empiezan a interiorizar así las grandes creencias de su religión. El mundo, tal y como lo conocen, terminará de manera dramática antes o después. Y la salvación está en sus manos:
P: Eso a mí me causaba... porque es que te instauran el terror, el miedo a desagradar a Dios y sobre todo el fin del mundo, el armagedón, la guerra del armagedón.
N: Aquella división entre los que se salvarán y los pecadores les marcará de por vida. No solo porque definirá cómo perciben la realidad de lo que hay ‘fuera’ (de los que estamos ‘fuera’), sino porque también justificará todo lo que ocurra ‘dentro’...
P: Esta gente son del mundo, esta gente va a ser destruida en el armagedón. Entonces eso te mantiene más dentro de los Testigos, y más adoctrinada, y más feliz, entre comillas.
Cabecera. Episodio 2. El primer desconcierto
N: Si el gran conflicto de esta historia trata sobre cómo un grupo de personas salieron malheridas de un sitio (de una organización, de un sistema de creencias, de sus propias críticas), antes tenemos que preguntarnos cómo es que decidieron entrar...
Voz reportaje antiguo: Cerca de 40.000 testigos de Jehová llegados desde los cinco continentes se dieron cita en Barcelona para celebrar una asamblea internacional. La reunión tuvo lugar en el parque de Montjuic.
N: En España la Ley de Libertad Religiosa se aprobó en 1967, pero los Testigos de Jehová tardaron 3 años más en ser legalizados, así que la organización profesó su fe en un régimen semiclandestino hasta 1970. A partir de entonces, y gracias en parte al proselitismo tan activo que practican, se produce una explosión: el nú;mero de testigos en activo no dejará de crecer en las siguientes décadas... El país entonces estaba en pleno cambio y formar parte de los Testigos de Jehová era una forma, quizá inconsciente, de encontrar certidumbres, estabilidad.
P: Es un mensaje muy atrayente, no? Que la Tierra se convierta en un paraíso, que no haya injusticias. Es un mensaje muy potente para personas que están deprimidas o sienten que la vida es dura.
N: Patricia se subirá al estrado durante la tercera sesión del juicio. Su historia arranca precisamente en la década de los 70...
P: Entonces mi madre se convenció de todo esto, Dijo “bueno, pues sí, parece que la Iglesia Católica, pues no me aporta una visión como muy para estos tiempos”. Y bueno, pues se convenció, entonces se hizo Testigo.
Unos años después se unió su padre:
P: él lo vio como algo bueno: “pues es una cuestión de ser una familia cristiana y llevar una vida digna, honrada y buena. En principio parece inocente la cosa”.
N: Patricia nació cuando parte de su familia ya se había ‘convertido’. Es lo que suele ocurrir habitualmente: pese a la euforia inicial tras ser reconocidos, a día de hoy la tasa de conversión es muy baja. La mayoría de sus fieles son hijos de testigos, es decir, han nacido ya dentro de esta comunidad. El caso de Yehosua es muy parecido, no tuvo que elegir entre creer o no creer. Generación tras generación, en su familia habían heredado esta fé, empezando por sus abuelos:
Yehosua: Sé que ellos eran católicos y estaban como decepcionados con la Iglesia Católica, con sus enseñanzas, por lo que ellos alguna vez han comentado. Y mis padres ya cuando se casaron ya eran Testigos de Jehová, entonces se conocieron dentro de la religión y se casaron.
N: Existen muchas razones por las que alguien puede sentirse atraído por un futuro mejor, más amable. Para la madre de Priscila, esta iglesia fue una tabla de salvación:
Priscila: Estamos hablando de los años 70 o así, ella vivía en Barcelona y bueno, se queda embarazada de mi padre, por lo que se tuvieron que casar. Y bueno, digamos que la vida de casada no era la vida que ella esperaba y ahí entra en un bucle depresivo. Entonces un día tocaron a la puerta los Testigos de Jehová, y mi madre tomó eso como la prueba de que sí o sí esa tenía que ser la religión verdadera. Entonces todo empieza así...
N: A veces es inevitable encallarse en un momento vital complicado: que la empresa cierre y quedarse sin empleo, una mala separación, disputas familiares... En esas circunstancias, cualquiera de nosotros podríamos vernos atraídos por un horizonte de felicidad.
Priscila: Ni mi madre ni nadie que entra allí, no lo hace si no está en una situación de vulnerabilidad. No tiene nada que ver con la inteligencia, tiene que ver con una herida emocional frente a una entidad que te ofrece la solución milagrosa.
N: El caso de Gloria fue distinto, ella entró a formar parte de los Testigos siendo ya una niña. Un día, con cinco años, llamaron a la puerta de su casa y dos testigos le entregaron a sus padres un libro titulado ‘Es esta vida todo cuanto hay?’.
Gloria: Un par o tres de veces estuvieron viniendo, ofrecieron el estudio bíblico a la familia. Mis padres dijeron que sí y yo dije que sí también, porque alguien me iba a prestar atención, no?
N: Atención, cariño, un refugio... Tanto los nacidos en el seno de la congregación como los que se incorporan después, lo que encuentran dentro es una segunda familia, el calor de un hogar...
G: Estaba muy a gusto porque te tratan, te acogen muy bien cuando llegas, para que te sientas a gusto y te quedes. Y en mi caso, así sucedió.
Jose Alberto: Entonces yo me encontraba feliz en la congregación, “he encontrado una familia...” Ningú;n testigo te va a engañar, ningú;n testigo te va a robar ni te va a mentir. Todo es amor...
N: A José Alberto la droga le complicó la vida. Fue captado con veintipocos años, cuando una chica le da a conocer el mundo de los Testigos. El contraste con lo que había vivido hasta entonces fue grande.
JA: Mi familia estaba totalmente desestructurada. Mi hermano pequeño falleció de una sobredosis. Mi padre era un albañil de estos burros que están todo el día en la obra y todo el día chillando... Y cuando entré en los Testigos, claro, yo vi que eso “un paraíso, esto la verdad”, porque sentía que tenía una familia. Eso era la hostia. Y entonces eso es lo que me atrapó.
A partir de entonces, en la superficie, la infancia discurre de manera normal... Un estilo de vida familiar con salidas al campo en grupo, al parque de atracciones o escapadas de fin de semana. Enrique e Israel, criados dentro de la comunidad, recuerdan con cariño esos años:
Enrique: Yo hice buenos amigos y nos divertíamos de todas las formas: lo mismo jugábamos a fú;tbol, jugábamos a tenis...
Israel: Ya cuando la etapa adolescente a lo mejor íbamos a Plaza de España a tomar allí una Coca-Cola, una hamburguesa... Te relacionas con ellos y siempre ves lo bueno.
N: De manera natural, la religión incluso se entremezcla con los juegos infantiles...
E: Muchas veces hacíamos juegos relacionados con la Biblia, por supuesto. Por ejemplo, pues quién sabía más textos bíblicos, no? Y había personas que sabíamos 100 y pico textos bíblicos.
N: El gran punto de encuentro para todos ellos era el Salón del Reino. Es un espacio que los niños visitarán a menudo semana tras semana, junto a sus padres y el resto de la congregación. Allí rezarán y cantarán. Actualmente, en España, están contabilizados 652 salones del Reino. Se consideran lugares de culto, pero no se parecen en nada a como imaginamos una iglesia católica...
P: Como cuando entras a un cine, que te encuentras una sala amplia con una plataforma o como un escenario pequeñito con unos escalones, que está como más en alto. Y luego, todo butacas...
Y: 100, 120 butacas, 140, depende de cada salón lo grande que sea, y una plataforma al fondo donde hay un atril y pues donde ahí se va dirigiendo las reuniones. No hay símbolos, no hay imágenes, nada de eso, porque ellos no creen en... Es algo como para ellos pecado.
N: Tanto Patricia como Yehosua recuerdan a la perfección las exigentes rutinas de estudio. Quizá al inicio se podían vivir como un juego pero con 7, 8 años, aquellos niños tenían que integrar en su día a día la lectura de la Biblia y la preparación de lo que llaman “reuniones”, sus encuentros semanales, una especie de misa:
P: Tú; antes de que llegue ese día de reunión, tú; tienes que prepararlo: leer todos los textos, subrayar la respuesta de lo que se va a preguntar. Las rutinas son muy de estudio.
Y: Cada día viene un texto del día y una explicación durante el día y te animan a leerlo todas las mañanas. Luego, cada vez antes de comer, pues siempre se hacía una oración para bendecir la mesa.
N: A todas estas prácticas había que sumarle los rezos a Jehová...
Y: Pues de manera diaria que tengas oraciones con él, que le cuentes cómo ha sido tu día, que le pidas ayuda, guía...
P: Yo oraba a solas y entonces ya yo con mi Padre Celestial pues yo le contaba mis cosas. Entonces bueno, era bonito porque yo sentía pues que no sé, yo amaba mucho a Dios...
N: Para la filósofa Olga Belmonte, que ha investigado la experiencia de las víctimas, lo que ofrece el universo construido por los Testigos de Jehová tiene un nombre y va más allá de las excursiones al campo y los rezos en grupo. Lo denomina patria. Estamos acostumbrados a relacionar este concepto con las naciones y los lugares de origen, pero es mucho más amplio:
Olga: Necesitamos tener una especie de hogar existencial. Los tres elementos fundamentales serían la protección, la familiaridad y la proximidad. Eso es lo que te hace sentirte en casa.
N: En la comunidad de Testigos reina el amor a Dios, el orden y la hermandad. Si alguien se pone enfermo, todos van a visitarlo. Si un vecino pasa por una mala racha, se le apoya. Y si alguien flojea en su fe, se intenta animarle a que confíe. Es, sin dudarlo, su propio mundo, su patria particular:
O: Estar en un lugar, que no tiene porque ser solo físico, sino una comunidad de personas, de gente, una familia o lo que sea, que te haga sentirte protegido, que sientas familiaridad y desde ahí distingas lo extraño, que es lo otro.
N: Es algo que se da en muchos otros aspectos de la vida, las cosas se construyen en oposición: la oscuridad es la ausencia de luz. Identificamos el blanco como el contrario del negro. La derecha se erige contra la izquierda. El heterodoxo y el ortodoxo. El nativo y el migrante. Es decir, nosotros contra ellos. Ellos contra nosotros. El mundo de los Testigos existe porque hay otro fuera.
O: Precisamente el crear fuera al enemigo y lo malvado, es para reforzar la imagen interna de salvación, de paraíso. Entonces, cuanto peor sea lo de fuera, más vas a generar la sensación de que dentro estás protegida, de que dentro tienes seguridad. Entonces las víctimas generan ese tipo de dependencia: por el miedo a lo de fuera, acaban asumiendo lo que pasa dentro.
N: Ya sabemos que, desde muy pequeños, los Testigos de Jehová inculcan a sus hijos esas diferencias entre ellos, los destinados al paraíso, y los otros, los mundanos, los que acabarán en el infierno. Este antagonismo se experimenta en el plano más cotidiano. La norma es clara: los niños no deben hacerse amigos de personas que no formen parte de la organización. Tampoco participarán en actividades extraescolares, ni quedarán fuera de clase para jugar o hacer deporte con sus compañeros de colegio.
P: Yo me sentía un bicho raro, claro, en clase. Todo el mundo celebrando cumpleaños, navidades, etcétera, y yo a un ladito.
N: Hay algo de marginación en este escenario, pero también entra en juego el sentimiento de superioridad. No es contradictorio... Sin buscarlo de manera consciente, los niños de los Testigos se sienten especiales, incluso algo mejores que sus compañeros mundanos. A fin de cuentas, ellos se van a salvar y vivirán eternamente en el paraíso...
E: Un testigo de Jehová se siente superior al resto de las personas. Piensa que es una persona aprobada por Dios, Dios lo quiere a él, y el resto de personas son del mundo. El mundo es de Satanás; el mundo va a ser destruido.
N: Más directrices: los Testigos de Jehová tienen prohibido celebrar cualquier fiesta que no esté basada en sus preceptos bíblicos. Los festejos paganos no se aprueban ni por su origen ni por su propósito. Los relacionan con el egocentrismo y la exhibición. Por tanto... ni cumpleaños, ni disfraces en carnaval, ni villancicos. Los niños quedan excluidos de esos eventos en los que surgen las primeras amistades, los primeros lazos.
Y: Pues ya yo notaba un poco la distinción con respecto al resto de niños, incluso otros niños me veían un poco el bicho raro de la clase.
N: Yehosua se recuerda como un niño solitario. Cuando alguien de su clase cumplía años, el típico reparto de golosinas ya le planteaba un conflicto:
Y: Estaba en 4 o 5 de primaria, y recuerdo que un compañero me dio una bolsa de chuches, insistió, y yo se la cogí, porque ya me daba como apuro incluso rechazarle la bolsa de cumpleaños. Y me acuerdo que antes de salir por la puerta, lo que hice en el patio corriendo fue comérmela entera para que mi madre, cuando saliese, no me dijera nada ni me pudiera echar la bronca por haber cogido simplemente una bolsa de chucherías.
N: Al tener contacto con lo que hay fuera, algunos de estos niños como Yehosua empiezan a cuestionar lo que tienen alrededor, comienzan a preguntarse el porqué de tantas normas. Es ahí cuando surgen las primeras grietas. Para Gloria, por ejemplo, fue un crucifijo, un símbolo que los Testigos de Jehová no permiten. Ellos interpretan de manera literal los evangelios y entienden que Jesú;s murió en un madero de una sola pieza...
G: Yo le había hecho a mi madre en el colegio, en trabajos manuales, le había hecho un crucifijo con pinzas de la ropa, me quedó precioso, barnizado, se lo regalé para el Día de las Madres. Y me acuerdo un día, haciendo el estudio bíblico, que mi madre me dijo “Tráeme el crucifijo”. Lo tenía colgado en una de las habitaciones, se lo traje y, delante de mí, sin explicarme nada, “cla, cla, cla” . Yo no entendía por qué hacía eso.
Gloria tuvo un chispazo de desconcierto.
G: Para mí aquello fue un un choque muy fuerte, porque digo “pero por qué está rompiendo esto, si se lo he hecho yo y le gusta?”. No lo entendía.
N: Enrique también recuerda uno de estos momentos reveladores. Un día acompañó al hospital a una señora de su congregación. él tendría 14 o 15 años. La mujer sufría problemas de circulación y se había hecho una herida en la pierna, así que los médicos le querían poner la vacuna contra el tétano.
E: Y ella dijo “No, no, no, la inyección del tétano no”.
Enrique no comprendía su reacción:
E: “Pero por qué no te vas a poner la inyección del tétano?” “Porque tiene sangre”. Efectivamente, eran inyecciones en aquella época que tenían... No eran sintéticas, eran fracciones de sangre lo que tenían. Y en aquella época estaba todo eso prohibido. Y yo digo “pero también tiene agua, el 90% de nuestro cuerpo es agua y la bebemos todos los días y no la tenemos prohibida, qué locura es esta?”. Y ahí, cuando tú; empiezas a estudiar y a razonar por ti mismo, empiezas a descubrir las grietas.
N: Estos son los primeros momentos de incomprensión. Podríamos pensarlos como escenas en las que el sentido comú;n de un mundo se cuela en la obediencia del otro; o cuando las prohibiciones de los Testigos chocan con nuestras costumbres y rutinas. Pueden parecer desbarajustes o meras anécdotas, pero a día de hoy para estas personas son recuerdos dolorosos. Abigail fue una de esas niñas nacidas en el seno de los Testigos. Conocía bien las normas de la congregación y las cumplía a rajatabla. Su padre era anciano y, por tanto, la familia tenía que ser un ejemplo para el resto de la congregación.
Abigail: Me acuerdo que de pequeña a lo mejor yo le decía “mi amiga Elizabeth...”. “No es tu amiga, es tu compañera”. Eso sí que lo han enfatizado mucho mis padres siempre. Y yo, claro, de pequeña no lo entiendes, porque para ellos los amigos están dentro.
Cuenta que su madre era muy estricta y seguía a pies juntillas las directrices de los Testigos:
A: Entonces nos ha educado pero muy, muy, muy con la vara de la disciplina, como dice la Biblia: “No retengas del joven o del muchacho la vara de la disciplina”. Entonces muchos lo cogieron algo literal, entonces muchos se agarraron a eso para pegar a sus hijos. Si no quieres ir a predicar, si no te portabas bien en el salón, te sacaban, te pegaban y te tenías que volver a sentar. Entonces mi madre ha sido una de ellas.
N: Hasta aquí los niños que a partir de los años 70 fueron naciendo y criándose en las comunidades de testigos repartidas por toda España. A principios de la década la congregación apenas estaba empezando a caminar en nuestro país. Aun así, incluso antes de que la libertad religiosa fuera aprobada, algunos testigos llegaron a España con el objetivo de realizar labores misioneras, evangelizar. Uno de ellos fue Aníbal Matos.
Aníbal llegó a España en 1964 y se encontró un país en el que debía predicar en clandestinidad. Han cambiado muchas cosas desde entonces. 60 años después, los TDJ están considerados como una religión de notorio arraigo y en este tiempo, Aníbal ha pasado de ser un misionero como cualquier otro a desempeñar las tareas de portavoz de la Congregación Española de los Testigos de Jehová. Ocupó este cargo hasta hace unos años.
[Conferencia Colegio de Psicólogos de Madrid]
N: Aquí le estamos escuchando durante su intervención en las Jornadas de Duelo y Multiculturalidad del año 2015, organizadas por el Colegio de Psicólogos de Madrid. Aníbal es un hombre de unos 70 años, muy delgado, lleva gafas de montura metálica, viste traje gris y, como todo testigo, no lleva barba (los Testigos lo tenían prohibido hasta hace apenas unos meses). Anibal es ‘anciano’, la figura de mayor autoridad que puede haber en una congregación de los Testigos de Jehová. Es el equivalente al sacerdote en la Iglesia Católica. En esta convención, habló durante casi una hora sobre cómo superar la pérdida de un ser querido.
Aníbal: Según la Biblia hay un tiempo de llorar y qué duda cabe, ese tiempo llega con la muerte de un ser querido.
N: En cierta forma este podcast también trata de esto, de perder a los tuyos y de cómo superarlo. Lo que ocurre es que hay muchas otras maneras de perder a seres queridos que no requieren de ninguna muerte...
A: Hay quienes tal vez experimenten sentimientos de culpa tras la muerte de un ser querido.
N: Se puede sentir culpa sin haber hecho nada malo? A lo largo de su vida, las personas que son expulsadas de los Testigos de Jehová vivirán experiencias que les provocarán secuelas psicológicas y físicas, baja autoestima o trastornos de salud mental, aunque todo comience ahí, en esa sutil separación entre dos mundos, entre los niños que pueden celebrar el cumpleaños y los que no. Por eso estas personas acabarán uniéndose para formar la Asociación Española de Víctimas de los TDJ. Y por eso, por esa palabra, ‘víctimas’, terminarán en un juicio obligados a demostrar que sí lo son.
Jueza: Se procede a la celebración de la primera sesión en el juicio del procedimiento ordinario, en el que se solicita tutela del derecho al honor.
N: En juego están derechos fundamentales: el derecho al honor por un lado, y el derecho a la libertad de expresión y de información, por otro. El juicio dio comienzo en noviembre de 2022, en Torrejón de Ardoz, y transcurrió en 5 sesiones. El primero en subir al estrado fue, precisamente, Anibal Matos. Con sus palabras se cuida mucho de deslizar algo que pueda indicar radicalización o extremismo:
Abogado: Cómo aprecian, cómo ven los Testigos de Jehová otras religiones o personas con diferentes creencias?
A: De nuevo, la palabra es ‘respeto’. De hecho, aquí convendría referir, aunque sea tan solo de palabra, lo que dijo Jesú;s respecto a la regla de oro: “que hagamos con otros lo que deseamos que se haga por nosotros”.
N: Ante las preguntas de su abogado, se muestra sorprendido por la información que están divulgando desde la Asociación de víctimas:
A: De una religión peligrosa y destructiva y cuya relación podía causar daño moral, físico y hasta a la salud y vida de las personas. Leer esto me resultó alarmante, porque llevo 70 años sirviendo como Testigo de Jehová y no he conocido nunca una situación tan dramática como ahí se dibujaba.
N: Su abogado le pregunta si los testigos de Jehová fomentan infligir castigos corporales a sus hijos. Y la respuesta de Anibal contrasta con lo que cuenta Abigail sobre su madre...
Abogado: En relación a los hijos menores, fomentan los testigos de Jehová a infligir castigos corporales a los hijos?
A: En modo alguno. Sé muy bien que hay quienes han interpretado, señoría, una frase bíblica de manera muy equívoca. La Biblia habla de “la vara de la disciplina” , pero ese término nada tiene que ver con castigo corporal. Más bien, por su sentido original, tiene que ver con instrucción, enseñanza, formación, crianza.
N: Preguntado luego por el abogado defensor, Carlos Bardavío, Anibal confirma la postura de los Testigos respecto a las transfusiones de sangre, aquel detalle que hizo cuestionarse a Enrique lo que le habían enseñado:
A: Sencillamente no aceptamos sangre, porque la sangre representa la vida, y Dios en su palabra dice que no hemos de aceptarla.
Carlos Bardavío: La pregunta es: es un pecado grave transfundirse?
A: Puede serlo, sí.
C: Y comer chuletón, chuletón poco hecho?
A: Letrado, qué me quiere usted decir?
C: Le pregunto que cómo tiene que ser esto para que sea un pecado grave? Comer chuletón poco hecho...?
J: No, espere, un momento. Haga bien la pregunta.
N: La jueza interviene. Ocurrirá varias veces, este va a ser un juicio bronco y con muchas derivadas: no se puede entrar a cuestionar las creencias de los testigos de Jehová. Están amparadas por la libertad religiosa:
C: Mi labor no es, como abogado de la asociación, ir en contra de una religión. Pero hay que hablar de que las religiones están formadas por personas, por personas que pueden malinterpretar principios bíblicos. Estamos en un tema peligroso, hay que decirlo tal cual.
N: En esta primera sesión Carlos Bardavío comprobó los retos que le planteaba este caso. A priori, el Estatuto de la víctima del delito, que en España entró en vigor en 2015, le podía dar un marco legal favorable, pero no contaba con otros factores. Los descubre nada más entrar por la puerta del juzgado:
C: Nos enfrentábamos ante un equipo de abogados no solo españoles, sino también americanos, que vino hasta parece ser hasta aquí, hasta Torrejón de Ardoz. Una especie de guerra de David contra Goliat, es decir... Una organización que, si bien no tiene muchos fieles a nivel mundial, son 8 millones aproximadamente, no se puede comparar con la Iglesia Católica, evidentemente, es una religión que tiene un poder económico ciertamente importante.
N: La participación de letrados americanos le deja claro que la cú;pula de los Testigos -con sede en Nueva York- está al tanto del caso y que han querido implicarse por lo mucho que está en juego. Han movilizado recursos... Al interponer la denuncia, paradójicamente la organización se ha arriesgado a darle más eco a algo que puede perjudicarles y dañar su imagen a nivel internacional. Para Bardavío la estrategia tiene dos lecturas:
C: Tenemos dos opciones: una es que se han equivocado y que han medido mal la repercusión que pueda tener este caso. Yo no creo, como he hablado con los clientes, que sea una posición que hayan medido mal la jugada, sino que, al final, esto también crea un mundo, un mensaje para los que están dentro, es la clave.
N: La presión y las repercusiones que podría tener una sentencia desfavorable se dejan notar en el ambiente. Además, el interés por parte de los medios ha ido en aumento. A Bardavío le solicitan entrevistas y varios reportajes salen publicados ahora que el juicio comienza a celebrarse...
C: Fue, si no recuerdo mal, el 30 de noviembre o 1 de diciembre del 2022. Justo ese día había salido en un periódico de máxima difusión nacional la noticia del juicio, qué se estaba haciendo, en qué consistía... Pues evidentemente di mi opinión.
N: Antes de que comience la sesión, justo en el revuelo previo que se suele montar al entrar en la sala, Bardavío nota una presencia y se dirige a él una persona que no conoce de nada.
C: Una persona se me acercó a mí y me dijo que no estaba gustando que yo estuviese hablando, alguien me quiso advertir de que no hablara mucho. Que eso no gustaba...
N: Lo que para Bardavío no pasa de advertencia, para los extestigos que se enfrentan a este juicio supone mucho más. Ellos ya han vivido esos toques de atención y saben que no deben ser tomados a la ligera. Porque las amenazas de los Testigos se cumplen. Y las advertencias acaban materializándose en los comités judiciales que expulsan de la congregación a aquellos que no han escuchado.
Créditos. “Los expulsados del paraíso. Sobrevivir a los Testigos de Jehová” es una investigación periodística de ABC realizada por José Ramón Navarro-Pareja y narrada por Juan López Córcoles
Guion: Juan López Córcoles, Andrea Morán, María Romero
Diseño sonoro: Rodrigo Ortiz de Zárate
Entrevistas: Manuel Garre, Juan López Córcoles, María Romero
Idea original: Javier Nadales
Producción ejecutiva: José ángel Esteban, Javier Nadales
Dirección: Andrea Morán
ABC no se hace responsable de las afirmaciones ni opiniones expresadas por las personas que participan en esta serie.
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