El PISA de adultos mantiene a España a la cola de Europa en matemáticas y lectura
Los españoles de entre 16 y 65 años empeoran en comprensión lectora y mejoran levemente en números, pero siguen muy por debajo de la media europea
El PISA de adultos de matemáticas y lectura: ¿usted aprobaría el examen?
La Logse relega la educación de los adultos españoles a la cola de la OCDE
Si los alumnos de 15 años suspendieron categóricamente en el último Informe PISA -España obtuvo en diciembre de 2023 la peor de sus marcas en la evaluación internacional-, la población adulta (16 a 65 años) tampoco da la talla en las principales competencias básicas si las medimos con el corte de Europa. Según el segundo estudio PIACC (Programa Internacional para la Evaluación de las Competencias de la Población Adulta) de la OCDE de 2023, hecho público hoy y que mide el nivel de competencia de la población adulta (16 a 65 años) en lectura, matemáticas y Resolución Adaptativa de Problemas (APS por sus siglas en inglés), habilidades que se consideran esenciales para asegurar la prosperidad tanto en la esfera pública como profesional de los individuos y las sociedades contemporáneas, la población adulta española ha perdido competencia en comprensión lectora, y ha mejorado levemente en matemáticas, aunque se mantiene aún lejos de los parámetros medios deseables y también de la media europea.
Según la segunda edición del estudio -la primera se publicó hace diez años-, España obtiene 247 puntos en lectura, trece menos que la media de la OCDE y cinco menos que los que obtuvo en la anterior evaluación de 2011-2012; mejora, aunque solo cuatro puntos en competencia matemática (pasa de los 246 del anterior PIACC a 250) pero sigue aún lejos de la media de la OCDE, le separan once puntos, doce menos, no obstante, de los que la distanciaban en 2011-2012 (23). En los dos ámbitos reduce la brecha con Europa pero sigue en los puestos de la cola: en lectura es el séptimo país con peores resultados y en matemáticas, el octavo.
En Resolución Adaptativa de Problemas -una nueva variable que no se evaluó en el anterior PIACC y que mide la capacidad de los encuestados para adaptarse a posibles escenarios cambiantes en la resolución de problemas-, los españoles siguen por debajo de la media de la OCDE, en concreto diez puntos (obtiene 241 frente a los 251 de Europa).
Comparándolo con el resto de países y con el precedente del informe anterior, los adultos españoles siguen en competencia lectora lejos de los resultados de sus compañeros aventajados de Finlandia o Japón, que encabezan una edición más el ranking de población adulta más competente, con 296 y 289 puntos, respectivamente. Los países que obtienen un rendimiento más bajo en esta competencia son Chile (218), Portugal (235), Polonia (236) y Lituania (238). España (247 puntos) se sitúa el séptimo por la cola, solo por delante de Chile, Portugal, Polonia, Lituania, Israel e Italia sin diferencias significativas con Corea, Hungría, Letonia o Italia, pero muy alejado de los niveles de Finlandia o Corea y de la media de la OCDE.
Por lo que respecta a niveles de competencia en comprensión lectora, el porcentaje de encuestados con los niveles más bajos de rendimiento (1 e inferior a 1) aumenta del 27% de la evaluación de 2011-12 al 31%, cinco puntos más que la OCDE (26%) y muy alejado de los mínimos niveles de países como Japón o Suecia donde solo un 10,5% y un 12,1%, respectivamente, de la población adulta es altamente incompetente en esta materia.
Traducido a la práctica, eso significa que tres de cada diez españoles pueden comprender solo textos sencillos y breves, de no más de una página, pero no entender textos y extraer conclusiones de obras de mayor complejidad como, por ejemplo, 'El Quijote'. «En estos dos niveles los lectores pueden responder a tareas muy sencillas que solo requieren comprensión a nivel de frase o de frases adyacentes. En el nivel 1 las tareas son algo más complejas, por ejemplo, localizar alguna información explícita sin ninguna información distractora en textos sencillos con extensión máxima de una página», señalan desde el Ministerio de Educación. También somos de los países encuestados en los que hay menos población adulta en niveles superiores de competencia (4 y 5), solo un 4%, frente al 35% de población adulta muy cualificada en este ámbito de Finlandia o el 22,9% de Japón. También alejado del 12% de la media de la OCDE.
Similares a Estados Unidos
En matemáticas, el PISA de adultos muestra cierta mejora (España araña 250 puntos frente a los 246 de hace diez años) pero sigue estando en la cola de Europa (ocupa el puesto 24 de 31) y alejada del promedio de la OCDE (la separan once puntos, frente a los 25 de distancia del PIACC anterior. En esta materia los alumnos españoles están en niveles similares a los de Estados Unidos (249), situándose por encima de países como Israel (246), Italia (244) o Portugal (238), pero aún muy lejos de Finlandia (294), Japón (291) o Suecia (285).
En cuanto a niveles de competencia matemática, las cifras apuntan cierta mejora en cuanto al porcentaje de adultos con alto rendimiento en esta materia, aunque la cifra respecto a niveles de competencia bajo y muy bajo sigue siendo alta con respecto a la media europea y a los países líderes en competencias básicas, tanto en PISA como en esta evaluación. Así, el 30 % de los adultos españoles (frente al 25 % de promedio de la OCDE) obtuvo una puntuación igual o inferior al nivel 1 de competencia. O lo que es lo mismo, tres de cada diez españoles de esas edades pueden solo realizar operaciones matemáticas básicas con números enteros o dinero, comprender decimales y encontrar datos aislados en tablas o gráficos, pero pueden tener dificultades con tareas que requieren varios pasos (por ejemplo, resolver una proporción).
Resultados de la evaluación
internacional de las competencias
de la población adulta
Puntuaciones por países en 2023
Rendimientos medios
estimados en lectura
210
Finlandia
296
Japón
289
Suecia
284
Noruega
281
P. Bajos
279
Estonia
276
Bélgica
275
Dinamarca
273
R. Unido
272
Canadá
271
Suiza
266
Alemania
266
Irlanda
263
R. Checa
260
Promedio OCDE
260
N. Zelanda
260
Promedio UE
259
EE.UU.
258
Francia
255
Singapur
255
Austria
254
Croacia
254
Eslovaquia
254
Corea del S.
249
Hungría
248
Letonia
248
España
247
Italia
245
Israel
244
Lituania
238
Polonia
236
Portugal
235
Chile
218
Rendimientos medios
estimados en matemáticas
210
Finlandia
294
Japón
291
Suecia
285
Noruega
285
P. Bajos
284
Estonia
281
Bélgica
279
Dinamarca
279
Suiza
276
Singapur
274
Alemania
271
Canadá
268
R. Unido
268
R. Checa
267
Austria
267
Promedio UE
264
Promedio OCDE
263
Letonia
263
Eslovaquia
261
Irlanda
260
Francia
257
N. Zelanda
256
Hungría
254
Croacia
254
Corea del S.
253
España
250
EE.UU.
249
Israel
246
Lituania
246
Italia
244
Polonia
239
Portugal
238
Chile
214
Fuente: PIAAC 2023 (Ministerio de Educación,
Formación Profesional y Deportes / ABC
Resultados de la evaluación internacional
de las competencias de la población adulta
Puntuaciones por países en 2023
Rendimientos medios
estimados en lectura
Rendimientos medios
estimados en matemáticas
210
210
Finlandia
296
Finlandia
294
Japón
289
Japón
291
Suecia
285
Suecia
284
Noruega
281
Noruega
285
P. Bajos
279
P. Bajos
284
Estonia
276
Estonia
281
Bélgica
275
Bélgica
279
Dinamarca
273
Dinamarca
279
R. Unido
272
Suiza
276
Canadá
271
Singapur
274
Suiza
266
Alemania
271
Alemania
266
Canadá
268
Irlanda
263
R. Unido
268
R. Checa
260
R. Checa
267
Austria
267
Promedio OCDE
260
N. Zelanda
260
Promedio UE
264
Promedio UE
259
Promedio OCDE
263
EE.UU.
258
Letonia
263
Francia
255
Eslovaquia
261
Singapur
255
Irlanda
260
Austria
254
Francia
257
Croacia
254
N. Zelanda
256
Eslovaquia
254
Hungría
254
Corea del S.
249
Croacia
254
Hungría
248
Corea del S.
253
Letonia
248
España
250
EE.UU.
249
España
247
Italia
245
Israel
246
Israel
244
Lituania
246
Italia
244
Lituania
238
Polonia
236
Polonia
239
Portugal
235
Portugal
238
Chile
218
Chile
214
Fuente: PIAAC 2023 (Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes / ABC
Dificultades para entender el recibo de la luz
Los más rezagados, (nivel inferior a 1) solo pueden sumar y restar números pequeños. Eso supone, según los expertos consultados por ABC que el 30% «están capacitados realizar cálculos matemáticos sencillos, pero no entender el gráfico del recibo de la luz, ni lograr comparar acertadamente precios de hoteles o interpretar un extracto bancario«.
Por contra, los adultos con más habilidades para las capacidades numéricas (niveles 4 y 5) han aumentado del 4% en 2011-12 al 6% actual, frente al 14% de la OCDE, aunque seguimos alejados de países como Finlandia (30,9%). En estos niveles pueden calcular y comprender tasas y proporciones, interpretar gráficos complejos y evaluar críticamente afirmaciones estadísticas.
En resolución adaptativa de problemas España (35 %) tiene un porcentaje mayor de población adulta con niveles de bajo rendimiento con respecto a los promedios OCDE y UE, lo que preocupa a los especialistas.
En las tres competencias (matemáticas, lectura y resolución adaptativa de problemas), España, con un 21 % de adultos en los niveles más bajos en la escala de competencias en todos los ámbitos, se sitúa por encima de los promedios de la OCDE y la UE, ambos con el 18 %.
Impacto de los cambios demográficos
El rendimiento medio en matemáticas habría mejorado en España, según apuntan los autores del informe, «de no ser por los cambios demográficos». De hecho, la proporción de adultos nacidos en el extranjero de padres nacidos en el extranjero aumentó en unos 6 puntos porcentuales desde el primer ciclo del estudio (PIACC 2011-12) y, aunque la diferencia de competencia entre los adultos sin origen inmigrante y los adultos nacidos en el extranjero se mantuvo estable, durante el mismo periodo, los adultos con origen inmigrante tienden a tener un nivel educativo más bajo y a obtener puntuaciones significativamente inferiores a los no inmigrantes en España.
La comparación del rendimiento de los adultos teniendo en cuenta la edad permite comprender cómo cambian las competencias a medida que las personas envejecen. En la mayoría de los países, estas comparaciones revelan pérdidas sustanciales de competencias relacionadas con la edad a partir de los 35 años. Esa tendencia se observa también en España.
Los adultos jóvenes, nacidos entre 1989 y 1996, que ahora tienen entre 27 y 34 años, han obtenido siete puntos menos en lectura que en 2011-12 (cuando tenían entre 16 y 23 años), diferencia no significativa. Por su parte, las generaciones de más edad, los que tenían de 44 a 54 años en 2011-12 y ahora tienen 55-65 años -formados con la Educación General Básica (EGB)-, obtuvieron 16 puntos menos en lectura en 2022-23, un descenso significativo. En España el nivel de rendimiento de la población adulta en los tres dominios disminuye con la edad: en lectura oscilan entre el valor máximo (257) de los jóvenes entre 16 y 24 años y el mínimo (235) del intervalo de los mayores entre 55 y 65 años; en matemáticas varían entre el valor 256 de la población más joven y 241 de los adultos mayores, y en resolución adaptativa de problemas se mantiene la diferencia por edades -248 frente a 230-.
Mayor nivel de estudios
En todos los países y economías, un mayor nivel de estudios se asocia a un mayor dominio de la lectura, las matemáticas y las habilidades para la resolución adaptativa de problemas. En España, entre los adultos de 25 a 65 años, aquellos con estudios terciarios (universitarios o que han cursado un ciclo superior de FP), obtuvieron 27 puntos más en lectura que aquellos con estudios de Bachillerato (promedio OCDE: 33 puntos), y estos últimos obtuvieron 26 puntos más que los que tenían estudios inferiores a postsecundaria (promedio OCDE: 43 puntos).
Sin embargo, esta pauta de mayor rendimiento de los adultos con estudios superiores no siempre se mantiene en la comparativa transfronteriza. En lectura, los adultos con estudios universitarios o superiores en España, por ejemplo, obtuvieron puntuaciones más bajas que los adultos con estudios de postsecundaria no terciaria en Finlandia. En España, el rendimiento medio en lectura no disminuyó significativamente entre los adultos con bajo nivel educativo, pero sí lo hizo para los titulados en educación postsecundaria no terciaria en 13 puntos y para los adultos con educación terciaria en 10 puntos.
Brecha de género en matemáticas
Por lo general, en los países y economías de la OCDE participantes, las mujeres mostraron un rendimiento medio superior al de los hombres en lectura (3 puntos), mientras que los hombres obtuvieron puntuaciones más altas en matemáticas (10 puntos) y en resolución adaptativa de problemas (2 puntos). En España, no se observó diferencia significativa en lectura pero sí una brecha importante, de 10 puntos, a favor de los hombres en matemáticas. En resolución adaptativa de problemas no hubo apenas distancia entre géneros.
En cuanto a diferencia en el rendimiento en relación con el origen de los encuestados, según el PIACC 2023, los adultos nativos de padres nativos -el 76% de la población encuestada- obtuvieron un mayor rendimiento en lectura que los adultos nacidos en el extranjero de padres extranjeros. La diferencia de puntuación en lectura entre los dos grupos es de 36 puntos.
Entre 2012 y 2023, la proporción de adultos nacidos en el extranjero creció en más de 5 puntos porcentuales en Noruega, Suecia, Reino Unido, Nueva Zelanda, Austria, España, Canadá, Italia, Irlanda y Alemania. En contraste, la proporción de adultos nacidos en el extranjero disminuyó en Estonia e Israel. Japón y Polonia tienen un pequeño número de inmigrantes en sus muestras. Especialistas consultados por este diario, destacan que la «poca diferencia en España en los resultados entre nativos e inmigrantes nacidos en el extranjero se ha mantenido con el paso de los años, lo que «atribuyen a un mal sistema educativo». «Si los inmigrantes, por su estatus socioeconómico, suelen tener unos resultados más bajos, la diferencia con la población autóctona debería ser mayor con el paso de los años y se ha mantenido. Eso significa que algo no funciona bien», señala en declaraciones a ABC el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga, Oscar Marcenaro.
En España, la brecha socioeconómica en el rendimiento en lectura se redujo con respecto a hace diez años. Las competencias de los adultos de padres con bajo nivel educativo están más cerca de las de aquellos con padres con nivel educativo alto.
El estudio constata una vez más que el mayor rendimiento en estas competencias se relaciona con más y mejores oportunidades laborales y salario. En España, al igual que en la media de los países de la OCDE, los adultos que puntúan en los niveles más altos de la escala de matemáticas o lectura tienen oportunidades de empleo significativamente mejores que aquellos que puntúan en el nivel 1 o inferior.
Salud y satisfacción vital
Por otro lado, las competencias están estrechamente relacionadas con el bienestar individual (la salud autopercibida y la satisfacción vital). Los adultos que se sitúan en los niveles más altos de la escala de rendimiento en matemáticas son significativamente más propensos a declarar altos niveles de salud y satisfacción vital frente a los que puntúan en el nivel 1 o por debajo de él. En España el 77 % de la población adulta afirma estar satisfecha con la vida (promedio OCDE 75 %) y el 39 % autopercibe su salud como excelente o muy buena (promedio OCDE 41 %). Sin embargo, entre las personas con niveles inferiores de competencia numérica los porcentajes bajan al 72 % y 31 % en España, y al 65 % y 28 % en el promedio OCDE.
Conclusión: España necesita progresar a todos los niveles para acercarse a la media europea en competencias básicas tanto en el alumnado en etapa de escolarización obligatoria (PISA) como en post obligatoria y población adulta (PIACC). Esa mejor revertiría en un menor desajuste laboral y un aumento de la competividad económica del país . Los expertos instan a las administraciones a «sumar esfuerzos para mejorar el sistema educativo y reducir las desigualdades».
Irene Ferrando, presidenta de la Comisión de Educación de la Real Sociedad Matemática Española (RSME) y profesora de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Valencia, considera «bajos» los resultados de España en matemáticas. «El 9% de los adultos muestran una competencia muy baja, lo que implica apenas si son capaces de sumar y restar números pequeños, y un 22% son capaces de operar con números enteros y encontrar datos en tablas o gráficos, pero tienen dificultades con las tareas que requieren varios pasos. Globalmente esto supone que un 31% de la población adulta tiene una baja competencia matemática», señala Ferrando.
Subraya que «en resolución de problemas los resultados son aún peores, el 8% tienen una competencia muy baja, que implica solo ser capaz de resolver problemas muy sencillos, y el 27% tiene una competencia baja, que implica resolver problemas sencillos con poca información irrelevante».
«Cuando nos vamos a los niveles superiores, el porcentaje sigue siendo bajo y esto confirma la tendencia que también se identifica en las pruebas PISA o TIMSS, donde la proporción de estudiantes con alta competencia matemática está muy por debajo de la media de la OCDE», explica la experta. Recuerda que «si comparamos los resultados de España con países como Portugal o incluso Corea (que tienen resultados bajos en PIACC) y se tienen en cuenta también los resultados de pruebas que evalúan la competencia matemática de los estudiantes (los resultados de ambos países son superiores a los de España, siendo muy altos en el caso de Corea), es fácil inferir la importancia de que los gobiernos tomen medidas a largo plazo para mejorar la educación de los estudiantes», añade Ferrando.
Ferrando relativiza el impacto de la edad. «Obviamente, los resultados varían según la franja de edad, pero en este caso, las diferencias son menores que la media de la OCDE, es decir, que la diferencia en la competencia matemática y en resolución de problemas entre adultos de 55 a 65 años y jóvenes de 25 a 34 es menos acusada en España que en la OCDE«.
Sin embargo, apunta como factor determinante los cambios sociales y demográficos de los últimos años.«Estos datos hay que leerlos teniendo en cuenta los cambios sociales en España, concretamente los cambios demográficos, pues la proporción de adultos nacidos en el extranjero aumentó en los últimos años y este perfil que no ha seguido la escolarización en España tiende a tener un nivel educativo más bajo (a menudo trabajan en empleos de baja cualificación que requieren menor formación)», puntualiza la experta.
Brecha de género
Le preocupa también que se mantenga en la población adulta la brecha de género, sobre todo en matemáticas. «De nuevo se observan diferencia en e rendimiento según el género, los hombres puntúan más en matemáticas y resolución de problemas (10 puntos y 2 puntos), mientras que las mujeres superan en 3 unos a los hombres en lectura», indica la presidenta de la RSME.
«Globalmente los resultados apuntan a que hay que hacer un esfuerzo como país en desarrollar políticas de consenso (evitando los vaivenes según el color político que gobierna en cada momento) para establecer un sistema educativo que, a nivel de educación obligatoria, mejore la competencia matemática y en resolución de problemas de los escolares. Pues, como apuntan los resultados del estudio, altos niveles de competencia matemática sugieren mayores niveles de satisfacción vital y beneficios económicos (empleabilidad y salarios)», concluye Ferrando.
Oscar Marcenaro constata, en declaraciones a ABC, su preocupación por los resultados del informe. «Estadísticamemente no reflejan cambios importantes con respecto a hace diez años, es decir, nos seguimos manteniendo en la cola de Europa», indica el catedrático. A su juicio, lo realmente preocupante es que «la distancia con la OCDE que reflejan ya estudios como PISA se agudiza con el paso de los años y eso tiene un impacto a distintos niveles, también en el ámbito laboral y económico».
Otro dato preocupante es, según el experto, que «con el paso de los años la distancia, en cuanto a resultados, entre la población nativa y la población inmigrante nacida en el extranjero no ha aumentado». «Eso significa que el sistema educativo español no está mejorando», precisa en declaraciones a ABC.
Los desajustes en el mercado laboral y la pérdida de competencia de los adultos de mayor edad han empeorado en estos últimos diez años según este nuevo estudio y Marcenaro pone énfasis en estos datos, que considera claves para explicar la maña posición de España. «El hecho de perder competencia a lo largo del ciclo vital significa que algo no funciona y que no se está haciendo formación continua». Otro elemento de distorsión es, según apunta, «que la universidad no está preparando lo que el mercado laboral demanda y eso impacta en la economía y también en la salud de las personas», concluye. Coincide con Ferrando en que la receta para cambiar la situación es «mejorar el sistema educativo» pero añade otra tarea pendiente a los gobiernos: «mejorar la formación continua».
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