El Papa pide «parar a los traficantes de seres humanos» tras el naufragio en las costas de Calabria
El Pontífice pide «que las aguas claras del Mediterráneo no se ensangrienten más»
«Nos atamos con los cinturones. Si te duermes y caes al mar, estás muerto»

A una semana del naufragio de la barcaza Summer Love en las costas de la Calabria, en el sur de Italia, el mar sigue devolviendo cadáveres. Este sábado fueron recuperados otros dos cuerpos en una playa cercana a Cutro -uno de un niño ... de dos años y medio, y otro de un adolescente-, y este domingo otro más. El balance de víctimas, que no está cerrado, suma ya 71 personas. En la embarcación, que había partido desde Turquía, había entre 150 y 200 personas. Sólo se han salvado 81.
El Papa, que sigue de cerca la tragedia del pasado 26 de febrero, ha acompañado este domingo por la mañana en el ángelus el recuerdo de las víctimas con un expresivo silencio que ha durado pocos segundos, pero que ha resonado con poderosa fuerza en la plaza de San Pedro. Francisco, preocupado por la indiferencia ante el drama de los refugiados, acababa de pedir a Dios que dé a todos «la fuerza para comprender y para llorar».
Con tono duro, el Pontífice ha solicitado «que se pare a los traficantes de seres humanos, que no sigan disponiendo de la vida de tantos inocentes. Que los viajes de la esperanza no se conviertan nunca más en viajes de la muerte. Que las aguas claras del Mediterráneo no se ensangrienten más con sucesos tan dramáticos».
«Expreso mi dolor por la tragedia ocurrida en aguas de Cutro, cerca de Crotona», había comenzado el Papa. «Rezo por las numerosas víctimas del naufragio, por sus familias y por los supervivientes. Manifiesto mi reconocimiento y gratitud a la población y a las instituciones locales por la solidaridad y acogida hacia estos hermanos y hermanas nuestros, y renuevo mi llamamiento a todos para que no se repitan tragedias como ésta», ha continuado.
La referencia a la población y a las instituciones no es casual, pues la ciudad de Crotona se está volcando con los supervivientes y con los familiares de las personas fallecidas, de nacionalidad afgana, pakistaní e iraní, que han acudido desde varios lugares de Europa para hacerse cargo de los restos.
Accidente de tren en Grecia
El Papa también ha lamentado el choque de trenes del martes por la noche en Grecia que provocó 57 fallecidos, a causa de un error humano. «Estos días mi pensamiento se dirige a menudo a las víctimas del accidente de tren en Grecia: muchos eran jóvenes estudiantes. Rezo por los difuntos; estoy cerca de los heridos, de sus familias, que la Virgen les consuele», ha asegurado el pontífice.
Efectivamente, la mayor parte de las víctimas del accidente ferroviario de Tempe, cerca de Larissa, eran estudiantes que regresaban de las fiestas de carnaval en Atenas.
Como todos los domingos, desde la ventana del Palacio Apostólico Vaticano, el Papa ha recordado también al «maltratado pueblo ucraniano» y ha saludado a algunos grupos de presentes. Esta semana ha mencionado a la comunidad católica rumana de Zaragoza y a varias parroquias de Murcia y de Jerez de la Frontera.
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Se ha tratado de la primera aparición pública del Papa tras su semana de ejercicios espirituales que concluyó este sábado por la mañana. Le han sentado francamente bien, pues, aunque necesitaba apoyarse en el alfeizar por sus problemas de movilidad, Francisco tenía buen aspecto y hablaba con tono de voz muy descansado.
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