El Papa pide «desarmar la Tierra» en una carta enviada desde el hospital: «La guerra parece aún más absurda»

La misiva lleva firma del pasado viernes 14 de marzo y está dirigida a Luciano Fontana, director del diario. «Estimado Director, quisiera agradecerle las palabras de cercanía con las que ha querido estar presente en este momento de enfermedad en el que, como he dicho, la guerra parece aún más absurda», comienza. El Papa asegura que desde la cama del hospital nota que «la fragilidad humana tiene el poder de hacernos más lúcidos sobre lo que permanece y lo que es pasajero, lo que nos hace vivir y lo que mata».

Añade reflexivo que «quizá por eso tendemos tan a menudo a negar los límites y a rehuir a las personas frágiles y heridas: tienen el poder de cuestionar la dirección que hemos elegido, como individuos y como comunidad».

Luego, solicita a quienes trabajan en medios de información que valoren «la importancia de las palabras». «Nunca son sólo palabras, son hechos que construyen entornos humanos. Pueden conectar o dividir, servir a la verdad o servirse de ella. Debemos desarmar las palabras, para desarmar las mentes y desarmar la Tierra. Hace mucha falta la reflexión, la calma, el sentido de la complejidad», añade.

Denuncia que «la guerra lo único que hace es devastar comunidades y el medio ambiente, sin ofrecer soluciones a los conflictos, y pide «nueva linfa y credibilidad» para «la diplomacia y los organismos internacionales». Añade que «las religiones pueden recurrir a la espiritualidad de los pueblos para reavivar el deseo de fraternidad y justicia, la esperanza de paz». «Todo esto exige compromiso, trabajo, silencio, palabras. Sintámonos unidos en este esfuerzo», concluye.

Es el primer texto que sale del apartamento del décimo piso del Policlínico Gemelli no dirigido al Vaticano o a cuestiones de gobierno propias de la Santa Sede. También el cardenal Mario Grech aseguró que el 11 de marzo recibió una carta del Papa Francisco, en este caso sobre los planes para dar continuidad a las conclusiones del Sínodo sobre la Sinodalidad que concluyó en octubre del año pasado. El contexto de la respuesta del Papa era una respuesta al saludo del periodista Luciano Fontana, quien mencionaba cómo recientemente el Papa había lamentado la abundancia de «los planes de guerra» en contraste con los «planes de paz».

Por otro lado, también el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, ha subrayado la preocupación de la Santa Sede por los planes de rearme de Europa. El purpurado explica que desde la I Guerra Mundial el Vaticano solicita a la comunidad internacional que emprenda «un desarme general y controlado», y que en consecuencia, «no se puede estar contento con la dirección que está tomando» la cuestión en Europa.

Parolin es una de las pocas personas que ha visto al Papa Francisco en los 33 días que lleva hospitalizado, le ha visitado en al menos dos ocasiones. «Lo encontré mejor, pero es una valoración externa. Hay que atenerse a los boletines médicos, que exponen las condiciones exactas del Papa», ha explicado a la prensa al margen de un encuentro interreligioso organizado por la embajada de Marruecos ante la Santa Sede. Asegura que en las reuniones con el Papa en el Gemelli «no es posible tener conversaciones detalladas, pero sí que le presentamos varias cuestiones que necesitan solución y el Papa da indicaciones». Preguntado sobre si habían abordado la posibilidad de una renuncia por parte de Francisco, Parolin ha respondido tajante: «Absolutamente no».