El Papa es el Papa
La crítica al Papa exige distinguir el contexto y la intención de la crítica en sí misma
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Mucho se ha hablado estos días sobre el Papa, las críticas al Papa, sobre estar con el Papa o dejar de estar con el Papa, que no es lo mismo que la crítica al papado, como hiciera en la historia, entre otros, Guillermo de ... Ockham con su 'Breviloquim de principatu tyrannico papae o Breviloquium de potestate papae' ('Acerca del gobierno tiránico del papa'). No se trata de volver aquí a recordar, según el historiador jesuita John W. O´Malley, que l Vaticano I supuso la consolidación del catolicismo ultramontano del que surgió la insoportable «papolatría», la de antes, la de ahora y la de siempre, como insiste el teólogo jesuita José Ignacio González Faus.
No olvidemos que la 'Civiltà Cattolica', de los jesuitas, escribió a mediados del XIX que «cuando meditaba el papa, era Dios quien pensaba en él». «El Papa es el Papa» dijo el cardenal Ángelo Scola no hace tanto. Y añadió: «No es por afinidad de temperamento, de cultura y de sensibilidad, por amistad o porque se compartan o no se compartan ciertas de sus afirmaciones por lo que se reconoce el significado del Papa en la Iglesia». El Papa «es la garantía última, radical y formal -ciertamente a través de un ejercicio sinodal del ministerio Petrino-, de la unidad de la Iglesia».
La crítica al Papa, que de una forma u otra ha existido a lo largo de la historia, exige un ejercicio de distinción tanto en lo referido al contexto como a la crítica en sí misma y a su intención.
Quizá una historia aclare más. En 1972, tres mil sacerdotes españoles miembros de la Hermandad Sacerdotal Española, una iniciativa que aglutinaba a los curas más tradicionales, se reunieron en Zaragoza para unas Jornadas. Habían solicitado la bendición al Papa Pablo VI, pero no la recibieron. Sus relaciones con la Conferencia Episcopal de entonces no eran tampoco precisamente buenas. Con algunos obispos sí. Cuando el conferenciante, el jesuita P. González Quevedo, comentó la negativa papal dijo: «No estamos aquí para decir que el Papa está con nosotros, sino para decir que nosotros estamos con el Papa».
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