La ONU alerta del «renacimiento» de las drogas psicodélicas por retiros espirituales y prácticas mindfulness
Un informe también señala la relación del aumento de personas con trastornos psiquiátricos e intentos de suicidio con la legalización del cannabis
La SEMG alerta sobre el auge de estas 'nuevas' sustancias de abuso en España

Las sustancias psicodélicas están viviendo un nuevo renacer y es un riesgo para la salud pública. Lo alerta este miércoles la ONU, que ve cómo su uso terapéutico está impulsando también un uso no supervisado, como en retiros espirituales y prácticas 'mindfulness'. Estos nuevos grupos tienen el potencial de superar el consumo por los tratamientos terapéuticos.
Para el futuro, esto puede comprometer «los objetivos de salud pública» de mejorar la salud, el bienestar social y la calidad de vida; además de aumentar los riesgos para la salud de las personas por consumir drogas psicodélicas como el LSD, el MDMA o la ketamina. Así, lo resalta el Informe Mundial sobre las Drogas presentado hoy por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
«La producción, el tráfico y el uso de drogas siguen exacerbando la inestabilidad y la desigualdad, al tiempo que causan daños incalculables a la salud, la seguridad y el bienestar de las personas», declaró Ghada Waly, Directora Ejecutiva de UNODC. «Necesitamos proporcionar tratamiento y apoyo basados en evidencia a todas las personas afectadas por el uso de drogas, mientras nos enfocamos en el mercado de las drogas ilícitas e invertimos mucho más en prevención».
Otras cuestiones que alerta la ONU es el impacto por la legalización del cannabis. En enero de 2024, países como Canadá, Uruguay o 27 estados de Estados Unidos habían legalizado la producción y venta de cannabis para uso no médico. Según el informe, este proceso «parece que ha acelerado el consumo de dicha sustancia» y la ONU lo relaciona con la proporción de personas que sufren trastornos psiquiátricos e intentos de suicidio, especialmente entre jóvenes adultos.
Entre los problemas más destacables, es el aumento de la cocaína. En 2022, se produjo una nueva cifra récord de 2.757 toneladas de cocaína, lo que representa un aumento del 20% respecto a 2021. Además, el cultivo mundial de arbusto de coca aumentó 12% entre 2021 y 2022, hasta alcanzar las 355.000 hectáreas. El auge prolongado de la oferta y demanda de la cocaína ha coincidido con la escalada de violencia en estados como Ecuador y países del Caribe. Asimismo, se ha producido un incremento en los daños a la salud en los países de destino, incluidos los de Europa Occidental y Central.
La ONU también alerta sobre los nitacenos, un grupo de opioides sintéticos que en algunos casos son más potentes que el fentanilo. Estos se han extendido por los mercados de América del Norte, Europa Occidental, América del Sur y Oceanía y plantean importantes riesgos para la salud, como el aumento de muerte por sobredosis.
Asimismo, entre los apartados más destacados del informe, debido a la prohibición del opio en Afganistán, ha habido un descenso drástico en su producción de un 95% en 2023, con respecto a 2022 y un aumento en Myanmar (36%). Por tanto, la producción mundial de opio ha disminuido un 74% en 2023. La ONU ha explicado que entre las consecuencias a largo plazo, serán la pureza de la heroína, el cambio a otros opiáceos por parte de los consumidores y un aumento de la demanda de servicios de tratamiento por opiáceos.
Aumenta el consumo de drogas
Se ha elevado el numerado de personas que consumen drogas a 292 millones en 2022, lo que representa un aumento de 20% en 10 años. El cannabis continua siendo la sustancia más consumida en todo el mundo, con 228 millones de consumidores; seguido por los opioides, 60 millones de consumidores; las anfetaminas, 30 millones; la cocaína, 23 millones y el éxtasis, con 20 millones.
La ONU ha explicado que alrededor de 64 millones de personas en el mundo sufren de trastornos por el uso de drogas, pero que solo una de cada 11 recibe tratamiento. Además, puntualizan que las mujeres tienen menos acceso al tratamiento que los hombres, ya que solo una de cada 18 mujeres recibe tratamiento en comparación con los hombres que son uno de cada siete.
Además, el informe estima que siete millones de personas fueron arrestadas o amonestadas por delitos relacionados con las drogas, de los cuales dos tercios se debieron a su uso o a la posesión de drogas para su consumo. Igualmente, se procesaron a 2.7 millones de personas por delitos relacionados con las drogas y más de 1.6 millones tuvieron una sentencia en todo el mundo en 2022, aunque hay diferencias significativas entre las respuestas de la justicia penal de este tipo de delitos.
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