El obispo de Málaga rompe su silencio una semana después para mostrar su «repulsa» a cualquier «vejación o abuso a la mujer»
Asegura que han tenido que soportar «la virulencia de algunos medios de comunicación» tras el caso del cura acusado de violar a cuatro mujeres
En una carta pastoral, en la que no pide perdón a las víctimas ni explica porqué ocultaron el caso durante meses
El obispo se negó dos veces a recibir a la novia del cura de Melilla

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha roto por fin su silencio y ha manifestado su opinión sobre el caso del sacerdote acusado de drogar, violar y grabar a varias mujeres. Una semana después de que la Policía hiciera pública la detención, y a ... través de una nota publicada en la página web de la diócesis, Catalá, muestra su «repulsa y condena más profunda y contundente contra cualquier tipo de vejación o abuso a la mujer».
En la carta pastoral, que titula «Palabras fraternas», el obispo se dirige primero y «de modo especial» a «sacerdotes, religiosos y diáconos», con el deseo de mostrarles su «cercanía», a la par que reconoce que se han sentido «consternados, escandalizados y descorazonados». En el texto defiende la labor del obispado, y afirma que han «estado atentos para responder a las primeras reacciones de las sociedad, que ha recibido esta noticia con gran alarma social».
En el texto reconoce que «han sido y siguen siendo momentos difíciles para nuestra iglesia diocesana» y ha dicho que sienten «profundamente el daño que esta situación lleva consigo». «Conmovidos por el mal infligido, hemos manifestado nuestro dolor como comunidad católica comprometida con el cuidado y el servicio a toda la sociedad, especialmente a los más vulnerables y necesitados«, señala.
Así, afirma que han estado «acompañando a los sacerdotes más implicados en los hechos, sobre todo a los párrocos donde ejerció el acusado, que han tenido que soportar la virulencia de algunos medios de comunicación, cuya reacción ha sido muy dura contra la Iglesia».
Sin embargo, la carta del obispo no da respuesta a algunas cuestiones que se han planteado desde este diario. Por un lado, no explica porqué se negó, hasta en dos ocasiones, a recibir a la 'novia' del cura, que se lo había solicitado a través de varios correos electrónicos, a los que le dieron largas por motivos de agenda.
Además, aunque reconoce que ahora han iniciado «el procedimiento para la expulsión del estado clerical de dicho sacerdote», no explicita los motivos que impidieron que el proceso comenzara en enero, cuando tuvieron conocimiento de la relación concubinaria del clérigo. Después de que la mujer confesara al vicario de Melilla (dependiente de la diócesis de Málaga) que mantenía una relación estable con el sacerdote, éste abandonó la parroquia melillense y fue trasladado, «por motivos de salud» según el obispado, a su pueblo Vélez Málaga. Unos meses después se le volvió a dar un destino parroquial como adscrito e incluso participó en agosto en la JMJ de Lisboa con el Papa, junto a los sacerdotes de Málaga.
Sin referencia a las víctimas
Aunque muestra la «repulsa» ante cualquier «vejación o abuso a la mujer», la carta pastoral no hace ninguna referencia explícita a las cinco víctimas del sacerdote, a las que no pide perdón de forma directa. «Nuestra petición de perdón es por el propio pecado y el de nuestros hermanos, los hombres. También por lo que no hayamos hecho bien como comunidad cristiana, por ignorancia o por falta de vigilancia», dice el obispo, en un texto en que se dirige de forma directa a los sacerdotes de la diócesis.
«Y pedimos perdón especialmente por los pecados de violencia y de abuso contra la mujer. Pedimos también por los privados de libertad, por el sacerdote detenido y por los voluntarios de prisiones que los acompañan», añade, ignorando de nuevo a las víctimas.
Catalá señala en la carta que «pasado el primer embate, consideramos que es bueno compartir fraternalmente lo que tanto nos preocupa y afecta». «Estas 'Palabras Fraternas', que son también de padre, desean expresaros mi cercanía, sobre todo a los sacerdotes y también a vuestros feligreses, que celebran la fe con vosotros en vuestras comunidades parroquiales», ha afirmado.
🔵 PALABRAS FRATERNAS es el título de la carta pastoral que el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, envía con motivo del sacerdote malagueño ingresado en prisión preventiva.https://t.co/dTkqHiZXHP
— Diócesis de Málaga (@DiocesisMalaga) October 2, 2023
«Comprenderéis que todos necesitamos tiempo para asimilar los hechos acaecidos y seguir con serenidad afrontando el presente y el futuro de nuestra Diócesis. Disculpad, por tanto, si mis palabras salen a borbotones de mi corazón, porque aún no hemos podido serenar las turbulentas y embravecidas aguas que nos cercan», señala en la carta pastoral, aludiendo a la importancia de la oración y al apoyo »en estos momentos tan difíciles y complicados».
Ha considerado que los hechos acaecidos «son una ocasión propicia para reflexionar sobre nuestro ministerio sacerdotal y sobre el testimonio cristiano, que nos pide el Señor y la misma Iglesia», animando a »reavivar el carisma de la ordenación sacerdotal« y a »renovar las promesas sacerdotales».
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«Nuestro presbiterio debe salir más reforzado y unido de esta dura prueba, que, como toda dificultad puede convertirse en una oportunidad de purificación y conversión, tanto personal como comunitaria. Hemos sido llamados por el señor a una alta misión y no debemos poner en peligro nuestro ministerio», ha explicado.
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