¿Qué fue de los número uno de la Selectividad de los últimos años?
Los mejores expedientes de entonces viven de lo que soñaban. Pero en el extranjero
Estos son los jóvenes con las mejores notas de Selectividad de España
![De izquierda a derecha: el violinista Diego Ramos, la biotecnóloga Julia Gómez y el ingeniero Guillermo Gago](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2023/07/07/portadawebselectividad-RmCgYOi3psUrEfchprcsmXJ-1200x840@abc.jpg)
Han pasado dieciséis años desde que Diego Ramos concedió su mejor sonrisa a las cámaras de los entonces curiosos periodistas que buscaban, igual de impetuosos que hoy día, los rostros de quienes se convertirían en los nuevos cerebritos del país. Quince años desde que ... Julia Gómez posara sosegada frente a la Universidad de Alcalá de Henares y catorce desde que Guillermo Gago fuera sorprendido en su apreciado colegio de Zamora, tras hacerse públicas las notas de Selectividad. Estos tres jóvenes cada vez ven más lejano en el tiempo aquel verano en el que acapararon las páginas de nuestros diarios como «chicos diez».
Los sueños de aquellos estudiantes se inmortalizaron en miles de ejemplares. Ramos manifestó su pretensión de compaginar la carrera de Matemáticas con la de Música en el Conservatorio Superior, su verdadera pasión. Gómez se sentía seducida por todo lo que tuviera que ver con la Biología Molecular. Y Gago, entre risas nerviosas, admitió que sólo tenía ojos para la Ingeniería Aeronáutica. Pero, ¿qué fue de esas mentes brillantes que antaño parecían tener el éxito asegurado?
Entre números y acordes
Ramos, tras rebuscar en el baúl de los recuerdos académicos y reencontrarse con su pasado estudiantil, expresa lo lejano que, repentinamente, se le hacen aquellos años. El joven madrileño se matriculó en Matemáticas por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Pero nunca terminó la carrera. Hizo un viaje de ida –pero no de vuelta– a Alemania para cursar un máster en Música. Dejó los números para dedicarse de lleno a los acordes. «Compaginarlo todo me fue muy difícil».
Ahora, tras haberse empapado de las mejores escuelas de música de Madrid, Düsseldorf y Frankfurt, colabora como violinista en un sinfín de festivales europeos, como los de Donaueschingen y Darmstadt –dos de los más influyentes en el mundo de la música contemporánea–. Y junto a prestigiosos directores y compositores como George Benjamin, Gustavo Dudamel y Helmut Lachenmann. Este último el mayor maestro de música clásica de vanguardia con el que, según el violinista, ha tenido el honor de tocar.
Ramos no ha tenido tiempo siquiera de preguntarse cómo sería su vida si se hubiera dedicado a las matemáticas. Por su cabeza sólo deambulan los recuerdos que le dejaron ciertos festivales, como el Ultima Oslo, donde estrenó una de sus obras con su cuarteto, Sonemus en Sarajevo y el Festival Internacional de Takefu en Japón, donde conoció, entre otros, al prestigioso compositor Toshio Hosokawa.
Al igual que Ramos, Gago también terminó haciendo su vida en este país de Centroeuropa. El zamorano, tras estudiar Ingeniería Aeronáutica en la Universidad Politécnica de Madrid y un máster en la Universidad de Zhejiang (China), trabaja actualmente en la Agencia Europea de Seguridad Aérea, donde es inspector técnico en organización de producción y mantenimiento. Aunque parezca que para estas mentes brillantes todo es fácil, Gago opina que sacar la mejor nota en Selectividad no asegura el éxito. «Yo llegué a la universidad y empecé a coleccionar notas de todo tipo. Empiezas a saborear los cincos de otra manera», manifiesta entre risas.
Gago opina que sacar la mejor nota en Selectividad no asegura el éxito. «Yo llegué a la universidad y empecé a coleccionar notas de todo tipo. Empiezas a saborear los cincos de otra manera»
Este ingeniero expresa que en más de una ocasión se le pasó por la cabeza tirar la toalla. Con él coincide Gómez, quien después de estudiar Biotecnología en la Universidad de Salamanca está en la empresa Genentech, como 'product manager' en salud digital e Inteligencia Artificial. «Llegué a la universidad y todos mis compañeros habían sido los mejores de la clase. Los profesores lo sabían y nos metían más caña por ello. Fue difícil al principio».
No obstante, la madrileña fue una de las 111 personas «más brillantes, mejor formadas y más capacitadas para liderar el futuro de nuestro país», según la red global 'Nova Talent'. «Recibí mucho estímulo al estar rodeada de personas con ideas tan inspiradoras», manifiesta rebosante de alegría.
Becados para irse
Llama la atención la fuga de cerebros que padece España y cómo, según los entrevistados, el propio país incentiva más las salidas al extranjero que la propia movilidad interna entre universidades o comunidades. Ramos explica que por aquel entonces España no poseía becas de posgrado para ramas artísticas. «Todas las becas que conseguí de fundaciones privadas eran para estudiar en el extranjero». Gómez revela que fue una serie de oportunidades la que la llevó a establecerse en tierras estadounidenses. Pero Gago confiesa que «España no ofrece un nivel competitivo en ciertas áreas como sí pueden ofrecer otros países extranjeros».
«Todas las becas que conseguí de fundaciones privadas eran para estudiar en el extranjero»
En cuanto a ofertas, Gómez declara que está dispuesta a conocer otros lugares. Como ella opina Gago, que no niega que en un futuro abandone Europa y se asiente en alguna parte del sudeste asiático. «Quiero seguir en aviación, pero cuanto más relacionado con el ámbito operacional, mejor». Después de haber logrado sus sueños, las ambiciones de estas mentes brillantes están relacionadas en conocer mundo y seguir creciendo. «Intentar siempre diversificarme y mejorar en lo que pueda», menciona Ramos, cuyo violín resonará en el próximo Festival KlexosLab de Plasencia. Ya veremos dónde están dentro de otros quince años nuestros chicos diez.
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