Un nuevo informe cuestiona la condena de la enfermera británica acusada de matar a siete bebés
El equipo de expertos declara que «no ha encontrado ningún asesinato»
Leche, aire e insulina, el cóctel mortal con el que Lucy Letby asesinó a siete bebés

El caso de Lucy Letby, la enfermera condenada por el asesinato de siete bebés y el intento de asesinato de otros siete en el hospital Countess of Chester, Inglaterra, ha dado un giro inesperado con la reciente presentación de un informe elaborado por ... un panel de expertos médicos internacionales. La conclusión de este grupo de especialistas, encabezado por el doctor Shoo Lee, un neonatólogo reconocido por sus contribuciones significativas al cuidado neonatal, ha desatado una oleada de cuestionamientos sobre la veracidad del proceso judicial que llevó a Letby a recibir 15 cadenas perpetuas como castigo por los crímenes. La revisión del caso fue solicitada por su equipo legal, encabezado por el abogado Mark McDonald.
Durante una rueda de prensa en Westminster, el doctor Lee declaró que «no encontramos ningún asesinato». Sus palabras, contundentes y sin matices, marcan un punto de inflexión en un caso que ha estado envuelto en controversia desde el principio. Según este equipo de expertos, compuesto por 14 especialistas de renombre mundial en neonatología y pediatría, las muertes de los bebés en cuestión se debieron a causas naturales o a una deficiente atención médica en la unidad neonatal del hospital.
El informe, de 31 páginas, detalla múltiples fallos en el sistema de atención médica del hospital. «Si esto hubiera ocurrido en Canadá, el hospital habría sido cerrado«, afirmó el doctor Lee, en cuyo informe mencionan problemas críticos como la falta de personal capacitado, retrasos en la administración de tratamientos esenciales, diagnósticos erróneos y problemas con la infraestructura hospitalaria, incluyendo fallas en el sistema de tuberías.
Uno de los ejemplos más impactantes del informe se centra en el caso de un recién nacido identificado como «Niño 1», un gemelo que falleció a las 24 horas de nacido. Según el equipo de la fiscalía, Letby habría inyectado aire en su torrente sanguíneo para provocar su muerte. Sin embargo, los expertos del panel han concluido que el bebé murió por trombosis debido a la demora en administrarle una infusión intravenosa tras ser intubado. «La falta de un protocolo adecuado de atención condujo a la formación de coágulos que comprometieron la vida del recién nacido», explicó Lee.
Otro caso que pone en duda la narrativa de la acusación es el de una bebé prematura de 10 semanas que, según la fiscalía, Letby intentó matar en cuatro ocasiones antes de lograrlo. La nueva evaluación médica sugiere que la niña falleció a consecuencia de complicaciones derivadas del síndrome de dificultad respiratoria y una enfermedad pulmonar crónica. «Los médicos ignoraron las señales de deterioro y no le administraron antibióticos adecuados a tiempo», detalló el documento señalando que su muerte podría haberse evitado con un tratamiento apropiado.
Insulina
Uno de los pilares de la acusación contra Letby fue la supuesta administración intencional de insulina a dos bebés. Durante el juicio, la fiscalía presentó como prueba niveles anormalmente bajos de péptido C en la sangre de los bebés, lo que indicaba la presencia de insulina exógena. Sin embargo, el equipo de defensa no presentó testigos expertos para rebatir esta afirmación. Ahora, con la revisión de los expertos convocados por la defensa, se cuestiona seriamente la validez de dicha prueba. «Los niveles de insulina y péptido C pueden verse afectados por una serie de factores, y la afirmación de que estos bebés fueron envenenados es, en el mejor de los casos, dudosa», afirmó Mark McDonald, el abogado de Letby.
El informe liderado por el doctor Lee también cuestiona el fundamento científico del argumento de la fiscalía sobre la inyección de aire en el torrente sanguíneo. La acusación utilizó un artículo académico publicado en 1989 por el propio Lee sobre embolias aéreas como parte de su evidencia contra Letby. Sin embargo, en la rueda de prensa, Lee dejó claro que su estudio describía casos de embolias arteriales, mientras que los fiscales alegaban que Letby inyectó aire en las venas de los bebés. «Es imposible que una embolia venosa provoque las mismas manifestaciones clínicas que describimos en nuestro estudio», aseveró Lee, sugiriendo así que la fiscalía malinterpretó o utilizó de forma errónea su investigación.
Desde la condena de Letby, la defensa ha presentado dos solicitudes de apelación, ambas rechazadas por el Tribunal de Apelaciones. Sin embargo, con este nuevo informe en mano, el equipo legal de Letby ha presentado una solicitud preliminar ante la Comisión de Revisión de Casos Criminales (CCRC), que tiene la autoridad para remitir el caso nuevamente al Tribunal de Apelaciones si considera que existe una posibilidad real de que la condena sea anulada.
Revisión del caso
El parlamentario conservador David Davis, uno de los que han estado apoyando la revisión del caso, calificó la condena de Letby como «una de las peores injusticias de los tiempos modernos». En su intervención durante la rueda de prensa, Davis enfatizó la gravedad de los errores procesales y la falta de pruebas médicas concluyentes: «Si eliminamos el testimonio de los peritos de la fiscalía, lo único que queda es evidencia circunstancial y conjeturas».
Mientras tanto, la opinión pública británica sigue dividida en torno a este caso. Mientras algunas familias de las víctimas han expresado indignación ante la posibilidad de que Letby sea exonerada, otros sectores han manifestado su preocupación por lo que podría ser un grave error judicial. «Es un golpe devastador para los padres que han creído en la culpabilidad de Letby», comentó un representante de una de las familias afectadas. «Pero si existe la más mínima posibilidad de que haya sido condenada erróneamente, debemos investigarlo hasta las últimas consecuencias».
El futuro de Lucy Letby aún es incierto. Si la CCRC decide remitir el caso al Tribunal de Apelaciones, se abriría la puerta a un posible nuevo juicio o incluso a la anulación de su condena. Lo que es innegable es que este informe ha arrojado nuevas sombras sobre uno de los juicios más mediáticos y controvertidos de la historia reciente del Reino Unido. Como concluyó el doctor Lee: «No encontramos ningún asesinato. Encontramos errores médicos, encontramos negligencia, pero no asesinatos». Ahora, es tarea del sistema judicial determinar si estas nuevas evidencias son suficientes para revertir una de las condenas más impactantes de los últimos años.
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