Moncloa y Mazón también obviaron un aviso de Interior por probables inundaciones el día anterior a la DANA
Protección Civil avisó de un posible «rápido ascenso del nivel del agua» y motivó el aviso de Seguridad Nacional
Moncloa y Mazón estaban coordinados hasta que la DANA acabó en catástrofe
La Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior emitió una alerta el 28 de octubre, un día antes de la tragedia de la DANA, en la que incluyó el «riesgo de inundación» y un «rápido ascenso del nivel de las aguas» ... como algunos de los efectos que podría provocar el fenómeno.
Sin embargo, tanto la Generalitat Valenciana como Moncloa -responsable de la Seguridad Nacional- obviaron este informe pese a que incluía recomendaciones que, adecuadamente adoptadas y difundidas a la ciudadanía, podrían haber reducido el coste humano de la tragedia. «No intente salvar su automóvil en medio de una inundación», fue una de ellas. Muchos ciudadanos murieron la noche del día 29, precisamente, por intentar poner su coche a salvo al desconocer el riesgo que afrontaban.
La cartera que encabeza Fernando Grande-Marlaska lanzó su aviso ante las predicciones que había emitido ese día 28 la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y que en ese momento se concretaban en alerta naranja por tormentas intensas -que la mañana siguiente subiría a alerta roja- con una previsión de que «se puedan superar de forma local los 120-150 litros por metro cuadrado».
Ese cálculo se quedó muy corto ya que finalmente la caída de agua tuvo una media de 200 litros por metro cuadrado disparándose hasta los 600 en algunos puntos. Aún así, Protección Civil ya atisbaba que el fenómeno revestía peligrosidad y pidió que la ciudadanía adoptara un total de doce precauciones. «Si comienza a llover de manera torrencial, piense que existe riesgo de inundación», era otra de las claves. «El rápido ascenso del nivel de las aguas puede dañar los vehículos aparcados sobre zonas inundables y, además, arrastrarlos provocando daños (...) e incluso obstaculizar el flujo natural de la corriente», proseguía Interior. «En caso de tormentas súbitas y lluvias intensas, se debe tener en cuenta el lugar donde se aparcan los vehículos», era otra recomendación. «No atraviese con su vehículo ni a pie, los tramos inundados, porque desconoce lo que puede haber debajo del agua y localice los puntos más altos de la zona», añadía. «Si se encuentra en el campo, hay que alejarse de los ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas, evitando atravesar vados inundados. Igualmente debe dirigirse a los puntos más altos de la zona», insistía Interior.
«Manténganse informados»
Este informe, junto a la información publicada por la Aemet, motivó el aviso que el Departamento de Seguridad Nacional lanzó a las 8:00 horas del día siguiente. La alerta de Interior recogía ya «el difícil pronóstico de este tipo de fenómenos» y aconsejaba «mantenerse informado en todo momento de la posible evolución de los cambios meteorológicos». «Es difícil precisar la localización de los mayores acumulados (las fuertes precipitaciones) debido a la incertidumbre en su posición», continuaba advirtiendo el Ministerio que encabeza Grande-Marlaska. Por ello, la alerta y las recomendaciones que emitió no pudieron estar concretadas sobre el área territorial finalmente afectada, y fueron las genéricas previstas ante el nivel de descarga calculada.
La pregunta es qué se hizo o cómo se usó esta información. Interior asegura que el contenido de esta alerta fue transmitida a Protección Civil de la Generalitat Valenciana «para que hiciera una análisis de los riesgos y evaluara las posibles consecuencias». Y Presidencia del Gobierno también conoció este aviso ya que su contenido movió al Departamento de Seguridad Nacional -dependiente del Gabinete de Pedro Sánchez- a publicar ese aviso de última hora en su página web, doce horas antes de las inundaciones.
Fenómeno extremo
El DSN puso sus ojos en esta información de Protección Civil ya que la gestión de emergencias y catástrofes es uno de los doce ámbitos de actuación más importantes de la Estrategia de Seguridad Nacional. Es indiferente si el origen de las mismas es natural o no. El motivo es la importante capacidad desestabilizadora de las emergencias y catastrófes -como ha sucedido con esta trágica DANA- y sus implicaciones en términos de seguridad. Sánchez es el máximo responsable de la Seguridad Nacional y por ello el DSN está integrado dentro de su Gabinete y tiene la misión de asesorarle en la toma de decisiones.
Las inundaciones se enmarcan dentro de este tipo de emergencias y catástrofes. De hecho, Seguridad Nacional las reconoce como un «riesgo natural que a lo largo del tiempo ha producido los mayores daños tanto materiales como en pérdida de vidas humanas», y «uno de los fenómenos meteorológicos extremos más recurrentes en nuestro país y de mayor impacto en términos económicos». Por ello, señala la lucha contra sus efectos negativos como «una constante en la política hidrológica y de protección civil». A la vista de que tanto el Gobierno Central como la Generalitat Valencia minusvaloraron una y otra vez el riesgo, es evidente que procede reforzar esa lucha.
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