Misas en la playa de los excesos: «Si Jesús viviera hoy también estaría en Magaluf»

Se trata de un grupo ecuménico de jóvenes que incluye tanto a católicos como a evangelistas. La idea la tuvo Gernot Elstner, de Gospeltribe, en Karlsruhe, inspirado por los llamados StreetAngels, voluntarios que se ocupan de llevar a los turistas borrachos de regreso a su hotel. Gernot pensó que «todos esos turistas llegan a Mallorca buscando una experiencia bonita, porque el día a día en casa no es demasiado hermoso y se quedan con la experiencia Ballermann sólo porque no se les ofrece otra cosa mejor». «En el Ballermann encontramos a jóvenes alemanes más desinhibidos que en Alemania, más dispuestos a hablar con un extraño de asuntos personales que en casa. Lo que les decimos es a veces un contraste total para ellos, muchos nos rechazan, pero otros se interesan y eso nos anima a seguir: cuanto más oscuro es el ambiente, más brilla la luz», dice Baumann.

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En las concentraciones de oración a las puertas del Ballermann, se reza, se canta y se abre el espacio a manifestaciones de arte cristiano. El rapero cristiano Kevin Neumann, de Berlín, atrae a los jóvenes fiesteros. Luego hay una breve lectura de la Palabra y alguno de los misioneros habla sobre su experiencia. Después los participantes se dirigen abiertamente a los curiosos que han estado observando y entablan conversación con ellos. «Les preguntamos, por ejemplo, cuál es el significado de su vida. Al principio, la gente se siente bastante abrumada, después, sin embargo, a menudo hay conversación y buen rollo. Vienen al Ballermann para divertirse y olvidar las preocupaciones de la vida cotidiana, pero con una cerveza en la playa por la noche surgen muchas preguntas: ¿Qué me pasa? ¿Cuál es el sentido de la vida? Queremos hablarles de la esperanza que Jesús nos da y ofrecerles una alegría más profunda que la que encuentran en el famoso local».

Baumann procede de la Comunidad Misionera Juvenil de Bielefeld. Su iniciativa Reach Mallorca existe desde 2011 y alrededor de 250 voluntarios están involucrados en el proyecto, junto con la organización cristiana The Four from Zurich. Su misión ha sido bien recibida por los residentes y por los empresarios de Ballermann, eso ha favorecido que más jóvenes se sumen a las noches de misión, bajo la consigna: «Si Jesús viviera hoy también estaría en el Ballermann».