Redondo ignora las irregularidades de García y justifica su destitución como un «impulso» para el centro
La titular de Igualdad, Ana Redondo, sigue echando balones fuera tras la salida de la ya exdirectora del Instituto de las Mujeres
De risoterapia a abanicos: los contratos 'menores' de Isabel García y su mujer
Isabel García se lucró del 8-M siendo directora del mayor organismo de Igualdad
![La ministra de Igualdad, Ana Redondo, atendiendo esta tarde a preguntas de los periodistas](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/07/24/redondo-ok-RNTSCtHLIFKsykPjTuYuLRK-1200x840@diario_abc.jpg)
Los paralelismos entre el caso Begoña Gómez y la ya exdirectora del Instituto de las Mujeres, Isabel García, están haciendo que el PSOE se muestre cauto a la hora de utilizar la palabra corrupción. ¿Está evitando la ministra Ana Redondo hablar de irregularidades o regeneración por las analogías entre el caso de la mujer del presidente del Gobierno y el de García? «¿Pero qué caso Begoña Gómez? Si el caso Begoña Gómez no existe», respondió Redondo a una pregunta de ABC esta tarde.
La titular de Igualdad ha desvinculado la destitución de Isabel García de la polémica sobre los 64 contratos de puntos violeta con ayuntamientos del PSOE que adjudicó a las empresas que comparte con su mujer. Pero a nadie se le escapa que la salida de García llegó días después de que estallase la polémica tras las informaciones publicadas y aumentara la presión sobre la persona al frente del máximo organismo de Igualdad. Redondo defiende que el cambio en la dirección responde a la voluntad de darle un «nuevo impulso» al centro. Sin embargo, el mencionado «impulso» se produce tras los escasos siete meses que García ha estado en el cargo.
Redondo, en cualquier caso, se vanaglorió esta tarde en declaraciones a la prensa tras una reunión con el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, de haber actuado con «contundencia y agilidad» en el primer Consejo de Ministros en el que tuvo oportunidad. También insistió la ministra en que la decisión se tomó »después de haber escuchado los argumentos de García y de mutuo acuerdo». Pero parece contradictorio que se busque »contundencia« si no es como respuesta a la sombra de la duda que se ha vertido sobre García que, por su parte, ha denunciado sentirse presa de una «cacería». «Ha demostrado ser una trabajadora estupenda», dijo la titular de Igualdad horas después de que se hiciese público que García no continuaría en el cargo.
Tampoco se entiende la justificación de esa «contundencia» si de lo que se trataba era de darle un impulso al Instituto de las Mujeres, cuya nueva directora es Cristina Hernández, que hasta ahora había sido asesora en el gabinete del 'superministro' Félix Bolaños. Redondo, que el jueves de la semana pasada dijo que su ministerio actuaría con «luz y taquígrafos», lleva dos días echando balones fuera en lo que se refiere a los motivos por los que se produce el recambio de García.
Cambio de argumentario
A nivel interno, sin embargo, la cuestión sí preocupaba al aparato del partido. Como publicó este diario, en el PSOE había división sobre el desenlace del caso: de un lado, fuentes de la cúpula de Ferraz afirmaban que el daño a la imagen del Ministerio de Igualdad era tan elevado que «del martes no pasaba» (así fue) que Redondo destituyese a un cargo que además se le impuso desde el propio cuartel general del socialismo.
Del otro lado, se argumentaba que debido a la analogía entre los casos García y Gómez (que tanto sorprende ahora a la ministra) no era el momento de cesarla, a pesar de que las acusaciones contra García fueran poco estéticas. Pero el argumentario frente a los focos del partido es bien distinto. Sumar y Unidas Podemos, por su parte, celebraron su salida aunque ven contradictorio que la cesen por su corrupción y no por su, dicen, «transfobia». Incluso la exministra de Igualdad, Irene Montero, sentenció antes y después del cese que García «nunca debió ser nombrada».
En cuanto al futuro de las investigaciones sobre las consultoras de García, Redondo también ha argumentado que la exdirectora del Instituto de las Mujeres quiere dar sus explicaciones, se va a querellar por esas informaciones –que adelantó el diario 'El Español'– y desea defenderse. Añadió, además, que cree que lo podrá hacer «muchísimo mejor fuera de la Administración y fuera del Instituto».
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