La montaña de Cáceres que esconde una mina que vale 21.000 millones de euros
El impulso europeo al litio ha revitalizado el proyecto de la mina de Valdeflores, junto a la ciudad extremeña. Un plan no exento de polémica: vecinos protestan por la posible contaminación del acuífero de El Calerizo
![Montaje de la mina de Valdeflores con una pieza de litio](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/10/17/caceres-litio-U30883739077bbC-RUzuNx5m2g2wopAuLZUuriJ-1240x768@abc.jpg)
Unas piedras moteadas que los chiquillos de antes emplearían para descalabrarse son parte de un camino de cabras que hace sufrir los bajos del coche. La ruinosa construcción que flanquea el paso, sin actividad desde la mitad del siglo pasado, recuerda las estructuras que improvisaban ... los tramperos de frontera allá donde olían el negocio del oro. Solo que aquí el oro es blanco y, en los últimos seis años, ha disparado su cotización en el mercado mundial de los metales.
En el valle de Valdeflores, encajado en la Sierra de la Mosca, a un par de kilómetros del casco urbano de Cáceres, antes se extraía estaño. Cuando asomaba una muestra de litio, se despreciaba: nadie podía imaginar entonces, finales del XIX, sus usos futuros. Ni su valor actual. En este paraje, coronado por el también cercano santuario de Nuestra Señora la Virgen de la Montaña, los guijarros pardos pespunteados del rastro brillante del metal alcalino se derraman por todos lados: en los bordes de la carretera rural, integrando los pequeños hitos que la limitan. El yacimiento, un enorme filón cuya explotación está asegurada durante al menos tres décadas, se localiza a cuarenta metros de la superficie: bajo los pies aguarda un negocio potencial de 21.000 millones de euros. Puede que más. Mucho más.
Con un bolígrafo en la mano y un trozo de papel en la otra, Ramón Jiménez, consejero delegado de Extremadura New Energies (ENE), la filial española de la matriz internacional Infinity Lithium, domiciliada en Australia, que encabeza el proyecto desde 2016, echa cuentas: la empresa espera sacar veinte mil toneladas de hidróxido de litio durante un periodo de treinta años. El hidróxido, un sólido blanco obtenido mediante un proceso de hidratación del metal a base de gran cantidad agua, es la gallina de los huevos de oro. Y la madre del cordero.
«Hoy, la tonelada de hidróxido de litio se cotiza a 75.000 euros, un precio récord. Nosotros hemos fijado el umbral de viabilidad de la explotación sobre una media estimada de 17.000 euros la tonelada durante los próximos decenios. Con esa cifra, nuestro cálculo más conservador en términos de beneficio, el volumen de negocio se situaría por encima de los 9.000 millones«. Las proyecciones del London Metal Exchange, el organismo que marca el precio internacional del producto, apuntan a que, una vez superados vaivenes como la guerra de Ucrania, su valor en el mercado se estabilizará en los 35.000 euros por tonelada. «De modo que podemos hablar con realismo de una cifra de negocio en el entorno de los 21.000 millones con el horizonte de 2055 como fecha aproximada de final de explotación«.
La planta transformadora
El proceso de transformación del litio en hidróxido de litio ha espoleado en el último lustro la guerra vecinal en torno a la iniciativa. El teatro de operaciones se ha extendido por toda a ciudad, en cuyos balcones y escaparates menudean, pero cada vez menos, los carteles en los que luce el lema 'No a la mina'. No es sin embargo la mina la que más inquieta a un sector, venido en número a menos, de la sociedad cacereña, sino el presumible impacto medioambiental ligado a la planta donde el litio de roca es transformado en hidróxido de litio. Donde se le confiere categoría de lujo.
Concurridas protestas de la plataforma 'Salvemos la Montaña' tomaron hace unos meses la calle para conjurar la eventual contaminación del acuífero de El Calerizo, del que beben los cacereños, defender la pervivencia de actividades tradicionales en el área, como la elaboración de productos sostenibles, o el simple derecho a contar árboles mientras se da uno un paseo por esos andurriales una tarde de domingo. Todo, pese a que la empresa prevé utilizar agua depurada en el proceso de refinado del metal, como ha puesto por escrito en su informe preliminar.
![Santiago Márquez, representante de 'Salvemos la montaña'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2022/10/15/salvemos-U20088383732vHD-624x350@abc.jpg)
Los 'antimina' se organizan bajo la plataforma 'Salvemos la Montaña'. Entre sus miembros hay dueños de viviendas próximas al yacimiento que temen ser expropiados. Uno de sus dirigentes, Santiago Márquez, fundamenta la negativa del colectivo a reunirse con el consejero delegado de ENE en que «si lo hiciéramos, otorgaríamos la 'licencia social' a una empresa que acabaría destrozando la montaña». Consecuencia: no han transigido en verse con el CEO de la firma pese a las múltiples peticiones de éste para hacerlo.
La resistencia a la explotación ha perdido fuelle tras la drástica modificación que ha hecho ENE de su plan original: en octubre del año pasado, la empresa presentó un nuevo proyecto que puso sordina al rechazo inicial tras dejar atrás el sistema de extracción a cielo abierto previsto en el primer modelo para ser sustituido por uno subterráneo, con un impacto ambiental, y estético, infinitamente menor. Jiménez lo tiene por un ejemplo de «minería verde» que se ajusta como un guante a la muy exigente normativa en materia de extracción minera de la UE.
Más litigios
El cambio, al socaire aún de litigios judiciales todavía en curso por el recurso de la empresa contra la decisión del ayuntamiento de retirarle la licencia de investigación, consiguió el respaldo del Círculo Empresarial de Cáceres y motivó un sorprendente viraje en el criterio del propio alcalde de la ciudad, el socialista Luis Salaya, en el que se hace difícil no ver razones de coyuntura política vinculadas a la decisión de la Unión de incluir el litio en su futura Ley de Materias Primas Estratégicas y a la propia voluntad de Pedro Sánchez de lograr para España un rol destacado como alternativa a la dependencia europea del gas ruso. El desafío, expresado hace poco por la propia Ursula von der Leyen, es evitar que el litio europeo acabe en China, donde se procesa el 60 por ciento de la producción mundial.
Lejos, muy lejos, debe de quedar para Salaya aquel 27 de febrero de 2021, en que, convaleciente en un hospital tras ser operado de anginas, fue informado de la mutitudinaria asistencia a la manifestación contra la mina convocada por 'Salvemos la Montaña'. Pidió un coche para ver la concentración de sus vecinos. Aseguran que lo vieron llorar. Se cree que de emoción.
Hay litio suficiente para fabricar las baterías de 400.000 Teslas al año
La propia Junta de Extremadura ha allanado también la tramitación de los planes de ENE mediante la aprobación, el mes pasado, de un decreto-ley que obliga a las mineras interesadas en extraer litio en la región a transformarlo en la propia comunidad autónoma, un compromiso recogido negro sobre blanco en el caso del yacimiento de Valdeflores, también en el de otro de volumen menor localizado en Cañaveral, un pequeño municipio de la provincia pegado a Plasencia. La norma incluye la prerrogativa de la Junta de declarar estos proyectos de interés autonómico siempre que ofrezcan garantías de que producirán el hidróxido de litio en territorio extremeño.
El alcalde de Cáceres carece ya de anginas, del mismo modo que de reparos en admitir que su posición es otra pese a que niega haber cambiado de opinión: «La que ha cambiado es la propuesta de la empresa respecto a la mina, no la postura de este ayuntamiento, que desde el principio se opuso a que la explotación fuera a cielo abierto. Lo que ocurrió hace ahora un año es que nos presentaron un proyecto nuevo, que es el que ahora estamos estudiando porque ofrece el compromiso de que la extracción del litio se hará en galería«. Tampoco el suyo es un sí rendido: ese plácet lo condiciona al respeto medioambiental en un área protegida -como media comunidad autónoma- situada a un paso de una ciudad patrimonio de la UNESCO y, por encima de todo, a la voluntad de Extremadura New Energies de impulsar en Cáceres un tejido industrial sólido alrededor del negocio del litio.
Una industria sólida
El debate parece ahora estar en los detalles: por ejemplo, en dónde fijar la boca de la mina que conduzca al yacimiento a través de un túnel similar a uno convencional de carretera. ENE ha ofrecido tres puntos cercanos al metal. Decidirán las autoridades. Todo, sí, gira en torno a los detalles: si los patrocinios deportivos de la firma que representa a Infinity Lithium son suficientes o no para convencer a los cacereños de que no están ante un negocio de beneficio extranjero, en los que los más crítico quieren ver una forma más de comprar voluntades; si la mina podrá comenzar su actividad en 2025, como pretende la compañía. Cosas así. Detalles.
Las cuestiones nucleares parecen encarriladas: el aparente escollo del recurso judicial sobre la retirada del permiso de investigación que previsiblemente será resuelto antes de que finalice este año. Al fin y a cabo, esa licencia fue provista para la idea inicial de los australianos, ya descartada, y no parece probable su recuperación pese a que los tribunales fallen a favor de la empresa. Tampoco preocupa ya el impacto visual que provocaría una mina en superficie sobre una ciudad que agarra al turismo para ingresar dinero. Y ni mucho menos que alguien pueda relacionar la posición actual de Salaya con que está siguiendo alguna consigna de partido. «Quien piense eso, se equivoca: a mí no me impone nadie nada contra los intereses de mi ciudad, ni siquiera mi partido». Salaya, joven, inquisitivo, con buena prensa entre las fuerzas vivas de la ciudad, define 'Salvemos la Montaña' como un movimiento «transversal» que trasciende el mero ecologismo. De hecho, cuenta con el aliento de los representantes locales de Unidas Podemos, única formación política que se ha cerrado en banda a estudiar a alternativa de explotación subterránea. La opinión de los dirigentes de la plataforma sobre el alcalde es mucho más explícita: los ha engañado.
En la Casa de la Cultura Rodríguez Moñino de Cáceres, representantes vecinales aguardan las explicaciones de Jiménez y su director general. Son las siete de la tarde. La munición de esta 'guerra del litio' se apila en forma de documentación sobre la que los directivos de ENE tratan de fundamentar sus palabras, dirigidas en esencia a despejar las dudas sobre los eventuales efectos contaminantes del procesado del litio.
Alguien demanda a Jiménez el número de patente del nuevo método en el que trabaja la empresa, convencido de que solo ha sido probado en laboratorios. La parroquia hila fino. El director general le remite a internet, donde esos datos son accesibles para cualquiera que los busque. La empresa asegura que su técnica de tratamiento del litio para transformarlo en hidróxido ha conseguido minimizar tanto el volumen de agua (depurada) necesaria como la emisión de partículas nocivas inherentes al procesado.
La minal «mal explicada»
Jiménez fichó por la compañía australiana hace apenas un año con el objetivo de remontar la mala imagen de una mina «mal explicada». Solo puso un par de condiciones para aceptar el puesto: la empresa que representara tendría su sede en Cáceres y la labor de comunicación se haría en clave local, por cacereños. «En Australia la cultura minera está tan interiorizada que muchas ciudades del país han surgido y se han desarrollado en torno a un yacimiento. En España todos sabemos que no es así». Infinity Lithium tragó. Hasta entonces, la de Valdeflores «ha sido una mina mal explicada», como reconoce el propio CEO de la empresa.
Entre el pequeño auditorio de la Casa de Cultura se sienta también Diego Hernández, presidente del Círculo Empresarial de Cáceres. Conoce a todo el reparto de 'Juego de Tronos', serie que ha rodado muchos de sus capítulos en la ciudad. Podría contar mil anécdotas sobre sus actores principales. Hernández alquila grúas de cine. El apoyo de los empresarios a la mina fue determinante.
Extremadura New Energies es una empresa cacereña a todos los efectos: tiene su capital declarado en la región y tributa cada año cincuenta millones de euros que van a parar a las arcas autonómicas. Hernández aconsejó al consejero delegado de ENE que inscribiera la firma en el Círculo Empresarial. «No sé si ha contribuido a vencer el rechazo de una parte muy importante de los cacereños, pero desde luego no le ha perjudicado». Hasta ahora, ENE ha desarrollado proyectos socioeconómicos como una Fundación y Extremadura New Energies Academy, una academia para dotar de formación a los trabajadores futuros de la planta de transformación. Fue presentada hace solo unas semanas.
Al margen de los empleos indirectos, sobre los que tanto el sector empresarial como las instituciones han puesto el ojo, el yacimiento y la planta de procesadodarán empleo a unas setecientas personas, 250 de ellas dedicadas a las labores de extracción en el yacimiento. La inversión global en instalaciones e infraestructura escala hasta los 600 millones de euros. «La empresa más importante de Extremadura es la Junta de Extremadura», dice Hernández. «Muchos cacereños aspiran a sacar una oposición y vivir de su plaza de funcionarios. Iniciativas como la del litio pueden contribuir a cambiar de una vez por todas esa mentalidad acomodaticia, más extendida de lo deseable. Es un proyecto ilusionante que puede suponer una gran oportunidad para retener a los jóvenes que salen de la Universidad y ahora solo piensan en marcharse».
Los coches de Musk
Las potenciales proporciones del negocio son colosales: Valdeflores figura entre las zonas con mayor volumen de litio del Viejo Continente, con la ventaja logística de que el compuesto se encuentra muy concentrado en un área relativamente angosta.
![Piedra de litio](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2022/10/15/litioo-U33552143346kIC-624x350@abc.jpg)
El litio disponible bajo el suelo del paraje cacereño da para la fabricación anual de 400.000 baterías que alimentarían otros tantos vehículos teslas Modelo 3. Jiménez se carga de razones con este ejemplo cuando insiste en hablar de «minería verde». Esta explotación puede contribuir de forma relevante a la transición al coche eléctrico, también en términos cuantitativos. Y concluye, como un desafío: «Multiplica 400.000 por 30. La cifra es mareante, ¿no?».
Más allá de la rentabilidad que se deriva de una cotización disparada del litio y del propio espaldarazo europeo, la concreción del proyecto de gigafactoría de baterías que el grupo Envision prevé instalar en Navalmoral de la Mata, a unos 115 kilómetros de Cáceres, ha contribuido de forma decisiva a revitalizar un proyecto de extracción del gran filón de litio que espera en las tripas de Valdeflores, donde los tramperos de frontera tendrían hoy su solaz.
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