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Así afecta la primavera a tu mascota: cuidados y peligros con el cambio de estación

A la explosión floral del campo le acompaña la aparición de insectos, parásitos, alergias y otros riesgos para los amigos de cuatro patas

Peligro por oruga procesionaria: el riesgo oculto de los paseos con el buen tiempo que puede afectar a tu perro

Tu mascota en primavera: cuidados y precauciones con el cambio de estación
Isaac Asenjo

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La primavera está a la vuelta de la esquina y muchos son los que esperan una época del año que trae consigo una sensación renovada de energía y vitalidad. Y no es para menos, ya que este cambio de estación tiene hasta un impacto significativo en nuestro estado de ánimo, según varios estudios recientes.

La exposición a la luz solar puede aumentar la producción de serotonina en el cerebro, lo que nos hace sentir más felices y relajados. Y más sol más paseos, algo que nuestros perros agradecen tras meses de clima frío y oscuro. Pero ojo proque también entraña algún que otro peligro para las mascotas.

A la explosión floral del campo le acompaña la aparición de insectos, parásitos, alergias y otros riesgos para los amigos de cuatro patas. Es importante prestar una atención especial y tomar las medidas preventivas adecuadas para protegerles y garantizar su salud y bienestar.

Cuidado con mosquitos, pulgas y garrapatas

La primavera no solo despierta a las flores, también lo hace con los insectos, uno de los grandes enemigos de los canes, por lo que habrá que protegerles de parásitos y picaduras. Y no solo hay que tener en cuenta a las clásicas pulgas y garrapatas, dos de las estrellas de esta temporada primaveral.

También hay mosquitos causantes de filaria y Leishmania, un transtorno crónico para el que existen dos vacunas no obligatorias en España, sin cura conocida actualmente y que, sin tratamiento, puede tener graves consecuencias. Lo principal es llevar al día el calendario de productos antiparasitarios, el cual consultaremos con nuestro veterinario, así como el uso de collares rellenos de insecticida y pipetas que administraremos manualmente cada cuatro semanas.

El riesgo oculto de los paseos para tu perro

También aquí entran en juego otros dos bichos más que molestos como son las abejas o las orugas procesionarias del pino, que pueden obligar a llevar de urgencia a nuestro animal al veterinario.

«Tienen un aspecto difícil de confundir, con la cabeza y la piel de color negro, pelos rojizos por el dorso y grises por los costados», enseña a identificarlas Manuel Lázaro, vocal del Colegio de Veterinarios de Madrid.

El experto advierte que es probable que nuestra mascota vaya, atraída por su curiosidad, a olisquearlas. Si se acercan mucho, los pelillos que desprenderán al sentirse amenazadas, se le pueden incrustar al animal en las patas, el morro y especialmente en la lengua y en la boca. Los síntomas dependerán del contacto que haya tenido con la oruga, pero los más comunes son: hipersalivación, edema visible en la lengua con coloración muy roja o amoratada, urticaria grave y dificultad para respirar. «Es fundamental que el animal no se lleve a la boca la oruga procesionaria. La absorción de toxinas es masiva y origina cuadros de enorme gravedad –vómitos, shock o hipotensión–, pudiendo llegar a morir si no se atiende con rapidez», hace hincapié en la gravedad el experto.

Un detalle en el que pocos reparan, y que es fundamental, según indican todos los veterinarios, es que cuente con un aporte de Omega3 que se puede encontrar en diversos piensos, además de en alimentos como el salmón, por ejemplo.

Los perros también sufren alergias primaverales

Además debemos vigilar las posibles alergias primaverales. Sí, nuestros perros también sufren alergias, como los seres humanos. Y en los últimos años se ha disparado la cifra de canes con reacciones alérgicas. Una dolencia que se manifiesta de manera muy similar a la reacción humana ante la exposición al polen de las flores, y que se da especialmente tras estar al aire libre. Si notamos lagrimeo, estornudos, picores corporales o, incluso, pérdida de pelo es conveniente llevar a nuestro animal al veterinario para que pueda diagnosticar y tratarlo.

Ojo con las espigas, un enemigo silencioso

Más allá de los paseos al aire libre y sus precauciones, hay que estar atentos al volver a casa. Y es que, si hemos paseado por el campo, es fundamental revisar orejas, ojos y almohadillas en busca de un enemigo silencioso de los perros: las espigas.

Su morfología en forma de arpón es clave para el daño real que pueden hacer, siendo un peligro infravalorado a tener en cuenta. Puede ocurrir que nuestro animal pise una y, en lugar de en la tierra, sea en las almohadillas de la pata donde se clave. Si vemos que cojea, haremos una inspección de la planta y también otra rutinaria al terminar el paseo. El perro no debe lamerse la zona afectada, ya que el peligro está en que se introduzca en la boca u otros orificios, especialmente en ojos o fosas nasales.

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