Alerta roja por la borrasca Éowyn: Irlanda se prepara para la tormenta más peligrosa y destructiva jamás registrada
Las autoridades han advertido a los ciudadanos que se queden en casa, se han cerrado escuelas, aeropuertos y oficinas y se esperan daños y apagones generalizados

El Reino Unido e Irlanda están sufriendo este viernes las consecuencias de una de las tormentas más devastadoras de su historia reciente con la llegada de Éowyn, que ha desatado caos en ambas naciones. De hecho, dos raras alertas meteorológicas rojas, el nivel más alto de advertencia que implica un «peligro para la vida», están vigentes en Irlanda del Norte y Escocia, lo que ha llevado a millones de personas a permanecer en sus hogares mientras los vientos huracanados de hasta 183 kilómetros por hora causan estragos. Judith Ralston, presentadora meteorológica de la BBC, describió los efectos de la tormenta en Escocia como «un fenómeno que ocurre una vez en una generación».
La emergencia climática también marcó además un hito tecnológico: alrededor de 4.5 millones de ciudadanos recibieron alertas de emergencia en sus teléfonos móviles, siendo este el uso más extenso hasta la fecha de este sistema para advertir a la población. Las autoridades han emitido además múltiples advertencias naranjas y amarillas por viento y lluvia, anticipando que el impacto de Éowyn continuará durante el fin de semana, aunque lo peor se espera que pase hoy al final del día.
El transporte ha sido particularmente afectado. ScotRail, el operador ferroviario en Escocia, suspendió todos sus servicios el viernes, afirmando que «no sería seguro operar» en estas condiciones. Los servicios de ferris, incluidos Calmac y Western Ferries, también fueron cancelados. Además, varias líneas ferroviarias como Avanti West Coast, LNER, y Transport for Wales informaron interrupciones significativas. En el ámbito de la aviación, uno de cada cinco vuelos en aeropuertos del Reino Unido e Irlanda fue cancelado. Según Cirium, una compañía de análisis de aviación, se suspendieron al menos 1.070 vuelos, que afectaron a más de 150.000 pasajeros.
«Un verdadero peligro para la vida»
La devastación en infraestructura también es alarmante hasta el momento. Más de 715.000 hogares, granjas y negocios en la República de Irlanda están sin electricidad debido a los daños «sin precedentes» causados por la tormenta, según el Irish Electricity Supply Board (ESB). La velocidad del viento alcanzó un récord histórico en Irlanda, con una ráfaga de 183 kilómetros por hora registrada en Mace Head, en el condado de Galway, que superó el récord anterior registrado en 1945.
El impacto de Éowyn no se limita a interrupciones materiales. Los supermercados en partes de Escocia y Irlanda del Norte sufrieron compras de pánico el jueves, y circulan en la prensa local imágenes de pasillos vacíos. Michelle O'Neill, ministra principal de Irlanda del Norte, advirtió sobre un «verdadero peligro para la vida y la propiedad», y describió que este viernes «estamos en el ojo de la tormenta«. »Hemos pedido a los ciudadanos que sigan estrictamente las recomendaciones de seguridad y eviten cualquier tipo de desplazamiento innecesario«, añadió en declaraciones a la prensa.
En una intervención similar, Micheál Martin, el primer ministros irlandés que estrenó su cargo precisamente este jueves, calificó a Éowyn como una «tormenta histórica». «Insto a todos a permanecer seguros y en sus hogares mientras esta tormenta sigue su curso. Este es un evento sin precedentes que requiere una respuesta nacional coordinada», afirmó. Asimismo, destacó el trabajo del Grupo de Coordinación Nacional de Emergencias y los esfuerzos del ESB, las Fuerzas de Defensa, la Defensa Civil e Irish Water para restaurar los servicios esenciales una vez que las condiciones sean seguras.
Su segundo, Simon Harris, enfatizó la gravedad de la situación: «Irlanda ha experimentado los vientos más fuertes jamás registrados, y los cortes de energía son generalizados. Continúen respetando las alertas rojas y eviten viajar. La costa y las áreas cercanas al mar son extremadamente peligrosas», dijo. Harris también subrayó la importancia de la solidaridad en momentos críticos como este: »El pueblo irlandés ha demostrado una resiliencia admirable frente a este tipo de adversidades«.
Un muerto y el fin de un árbol histórico
Las advertencias no evitaron la muerte de una persona. Un hombre en el condado de Donegal, Irlanda, falleció tras la caída de un árbol sobre su coche. Entre otros daños más destacados se encuentra la pérdida del histórico árbol Darnley Sycamore, en Glasgow. Este emblemático sicomoro, plantado por Lord Darnley hace más de 400 años y relacionado con María, Reina de Escocia, fue derribado por ráfagas de viento que alcanzaron hasta 145 kilómetros por hora. El árbol, considerado un tesoro histórico y natural, era un símbolo importante para la comunidad local.
Además, más de un millón de hogares, negocios y granjas en la República de Irlanda y en Irlanda del Norte permanecen sin suministro eléctrico debido a la tormenta. John Swinney, ministro principal de Escocia, calificó la tormenta como un "evento meteorológico excepcional" y destacó que los efectos continúan siendo graves, con numerosos árboles caídos, vehículos volcados y daños generalizados en infraestructuras. Swinney instó a la población a mantener la máxima precaución, y señaló que “aunque la alerta roja termine, las alertas por viento, nieve y hielo seguirán vigentes durante la noche y hasta la mañana” del sábado.
Añadió que las tareas de restauración de servicios y carreteras podrían tardar días debido a que las condiciones aún son demasiado peligrosas para los equipos que trabajan en las áreas más afectadas. "Nuestra prioridad es garantizar la seguridad de todos, pero también debemos ser conscientes de que el impacto de esta tormenta tardará tiempo en solucionarse", concluyó.
Fenómenos que se repetirán
Las escuelas y guarderías en Escocia cerraron el viernes, una medida respaldada por el primer ministro escocés, John Swinney, quien afirmó que «nuestra prioridad es la seguridad de todos los residentes. Recomendamos enfáticamente no viajar y mantenerse informados a través de los canales oficiales». Esta decisión afectó a miles de familias en el país, pero fue considerada necesaria para proteger vidas.
Mientras tanto, los expertos en cambio climático han vuelto a advertir, a la luz de la tormenta, que fenómenos como Éowyn serán cada vez más comunes. Hayley Fowler, profesora de impacto del cambio climático en la Universidad de Newcastle, señaló a The Guardian que «los modelos climáticos de alta resolución muestran que el cambio climático está haciendo que tormentas como Éowyn sean más frecuentes, con velocidades de viento más intensas y precipitaciones mucho mayores». Fowler advirtió que «los riesgos están cambiando rápidamente: vivimos en un mundo mucho más cálido, con temperaturas que superaron el umbral de 1.5°C por primera vez en 2024».
La profesora también subrayó la urgente necesidad de construir infraestructura resiliente para adaptarse a un clima más turbulento. «Esto será costoso, pero mucho menos costoso que no hacer nada», aseveró. Fowler concluyó que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es esencial para mitigar los riesgos de eventos climáticos extremos: «Las emisiones siguen aumentando año tras año, comprometiendo al mundo a más calentamiento y, con él, a más daños por tormentas e inundaciones».
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