Los jóvenes ya no se matriculan en Ingeniería: las carreras de humanidades repuntan en la universidad española
En los últimos 25 años la demanda de estudios de la rama de ciencias e ingeniería se han reducido en casi un 20% respectivamente
Así lo constata el informe anual de la CRUE 'La Universidad en Cifras', que también señala que a la hora de elegir profesión pesa más la vocación que las expectativas laborales
De padres con buena posición, hijos médicos o ingenieros
![Estudiantes universitarios en la facultad de ciencias matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/06/21/mates-R7vivxCy3UqHerHj9biXfSN-1200x840@diario_abc.jpg)
«Si no lo tienes claro qué estudiar, matricúlate en una carrera de ciencias, que tiene más salidas». Parece que este típico consejo que se suele dar a aquellos jóvenes dudosos con su futuro, cada vez cala menos en España. En los últimos 25 años, la demanda de estudios de ingeniería y arquitectura han disminuido un 17%, y las ramas de ciencia un 19%, mientras que la rama de humanidades, con mayor tasa de paro y precariedad, ha registrado un crecimiento del 6% en su matrícula.
Esto se traduce en que cada vez pesa más la motivación vocacional que las expectativas laborales a la hora de que los estudiantes decidan qué camino escoger para su futuro profesional. Pese a que Psicología o Periodismo tengan peor oferta y sueldos más bajos, los jóvenes se decantan antes por estudiar estas carreras que Ingeniería o Matemáticas si es lo que siempre habían soñado hacer.
Esta es una de las conclusiones del informe 'la Universidad España en Cifras', publicado por la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), con información del curso académico 2021-2022. Este informe, que CRUE viene realizando desde el año 2000, proporciona los principales datos y cifras del sistema universitario español, haciendo un análisis de su evolución de la demanda, oferta y recursos que proporciona a los jóvenes, a la vez que lo compara con otros sistemas europeos o de la OCDE.
Los datos disponibles señalas que, pese al cambio en la demanda de titulaciones, el sistema español universitario sigue atrayendo a los jóvenes en mayor proporción que nunca en nuestro país, con un aumento del 34% pese al descenso población del 20%, y con una universidad con producción investigadora por cada 626 mil habitante, lo que posiciona al sistema español en el top 8 por detrás de otros grandes países de la OCDE, como son Estados Unidos, Australia, Canadá, Reino Unido, Polonia, Corea del Sur o Francia. Además, España cuenta un nivel de formación superior de su población adulta y joven al mismo nivel que el resto de grandes países, con 1,7 millones de universitarios, un 18% más que en 2008.
En los últimos 25 años la demanda de estudios ha virado por las carreras de humanidades, pese a su precariedad
Las universidades públicas atraen a más jóvenes
En cuanto a la cifra de universidades públicas y privadas, en las últimas dos décadas España ha visto una expansión de los centros privados por delante de los públicos. Mientras en 1998 las universidades públicas matriculaban al 93,9% de los estudiantes universitarios, ahora matriculan al 75,5%. En contrapartida, mientras las universidades privadas matriculaban en 1998 a solo el 6% del total de estudiantes universitarios, ahora recogen al 24,4% de los mismos.
Eso se debe a que desde 1980 hasta 2000, se produjo una fuerte expansión del número de universidades públicas, que se ralentizó notablemente a partir de ese momento, para quedar estabilizada completamente en 2009, con 48 instituciones (47 presenciales y una no presencial). Sin embargo y en paralelo, las privadas a fecha de 2022 crecieron hasta formar un subsector de 39 instituciones, que previsiblemente se seguirá expandiendo con el paso de los años.
Los alumnos siguen optando por los centros públicos frente a los privados
Pero a pesar de su crecimiento, el informe señala que, de media, las privadas recogen menos estudiantes que las públicas -10.000 y 26.000 respectivamente- por lo que los jóvenes siguen optando antes por los centros públicos que por los privados. En concreto, las primeras siguen atrayendo al 75% de los estudiantes universitarios y el 80% de las instituciones públicas supera el tamaño medio de alumnos que las privadas, destacando la Universidad Complutense de Madrid, con 54.748 estudiantes en sus centros.
Los españoles se gradúan a los 24 años
Por otro lado, los alumnos españoles son los que menos alargan su estancia en la universidad. Es decir, que si una carrera dura aproximadamente cuatro años, España supera la media europea en rendimiento universitario para alcanzar la titulación completa. Son los que se gradúan a una edad más temprana (24 años), frente a la media de la UE y la OCDE que superan los 25 años. Sin embargo, flaqueamos en el acceso al máster. Este nivel de estudio se retrasa hasta los 30 años, frente a los 27 de media en la OCDE y 25 en el caso de la Unión Europea.
La menor tasa de abandono universitario de la UE
Si bien abandono escolar universitario es una debilidad para todos los sistemas universitarios, la intensidad varía mucho de uno a otro, y España destaca por registrar la menor tasa de abandono o cambio de estudios de los sistemas que el informe ha analizado.
Al iniciar el segundo año de los estudios, permanecen matriculados el 93% de los estudiantes, y al transcurrir tres años del grado, la tasa de abandono se encuentra en el 17%, solo por detrás de cuatros países, Reino Unido (15%), Israel (15%), Estados Unidos (15%) y Suiza (12%). Por género, son los hombres (más del 50%) que las mujeres los que más abandonan los estudios, con independencia de cuál sea la titulación o el tiempo que lleven cursándola.
Bajas becas y «sobrecualificación severa»
No todo son buenas noticias, la CRUE remarca que el mayor problema que golpea el sistema universitario español son las bajas becas para el acceso a la universidad. «hay un estancamiento social de la política de becas, que nos impide estrechar las diferencias con la UE», El informe indica que las bajas ayudas monetarias han provocado una caída del 5,1% de los becarios en el total de estudiantes universitarios. «si queremos defender la igualdad de oportunidades, debemos incrementar las becas», ha incidido Juan Julià, asesor de la Presidencia de la CRUE, que explica que la cifra debería estar en 8.800 euros al año por beneficiario para sufragar esta problemática.
Desde CRUE señalan que debería ser el mínimo que se debería dar para aumentar el número de matriculados
Además, también ha señalado que «arrastramos», comparado con el resto de países, un porcentaje muy bajo de atracción de estudiantes internacionales. España cuenta apenas con un 3,4% de estudiantes extranjeros, frente a la media europea del 6,4% y muy alejada de «las grandes potencias», como son Australia (21,9%) y Reino Unido (20,1%). La «sobrecualificación severa» también afecta a los graduados universitarios. El total de sobrecualificación en España escala al 20%, la más alta en toda la UE, y la «severa» representa la mitad, un 10%. Sin embargo, el 80,5% de los hombres dice que su trabajo se adecua a su nivel de formación, 79,3% en el caso de ellas.
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