La ONU finalizará un Tratado Global de los Océanos que proteja la vida en alta mar
Se cerraría así una de las brechas jurídicas más importantes sobre la biodiversidad marina
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Las negociaciones finales para un Tratado Global de los Océanos comenzaron este lunes y se extenderán hasta el próximo 26 de agosto en la sede central de Naciones Unidas, ubicada en Nueva York (Estados Unidos).
La ONU comenzó en septiembre de 2018 las negociaciones para alcanzar un nuevo tratado internacional sobre biodiversidad marina que proteja la vida en alta mar o aguas internacionales, con lo que se cerraría así una de las brechas jurídicas más importantes de los océanos.
La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), calificada como la 'Constitución de los océanos' fue aprobada en 1982, pero no incluye la biodiversidad marina en las áreas situadas fuera de la jurisdicción de nacional de los países, de manera que casi dos tercios de las aguas oceánicas están desprotegidas.
Según la Alianza de Alta Mar, formada por cerca de 40 ONG ecologistas y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el océano es la mayor biosfera de la Tierra y un componente fundamental del sistema climático, en tanto que la alta mar presta servicios ecosistémicos esenciales para las zonas costeras y para el planeta en general.
El océano situado más allá de las 200 millas marinas (370 kilómetros) de las costas de un país se considera aguas internacionales (es decir, alta mar) y se comparte globalmente. No existe una legislación suprema que salvaguarde su biodiversidad ni su papel vital en la prestación de servicios, como la generación de oxígeno y la regulación del clima.
Tras más de un decenio de debates en la ONU, la Conferencia Intergubernamental (CIG) de la ONU ha celebrado cuatro rondas de negociaciones desde 2018 con vistas a lograr un nuevo tratado jurídicamente vinculante para proteger la biodiversidad marina en áreas fuera de la jurisdicción nacional, conocidas comúnmente como alta mar. La quinta ronda comienza este lunes y podría ser la última.
El resultado de esta reunión «determinará el destino de los océanos para las generaciones futuras», según Greenpeace. Un total de 49 países, entre ellos España, se han comprometido a cerrar un tratado ambicioso en 2022.
«Estamos ante unas negociaciones que son una oportunidad única para proteger nuestro planeta azul. Los océanos sustentan toda la vida en la Tierra, pero durante mucho tiempo los hemos abandonado. Las delegaciones deben cerrar un tratado ambicioso estas dos semanas. Un Tratado débil, o cualquier otra demora, mantendrá el statu quo tan deteriorado que ha llevado a los océanos a esta crisis», apuntó Pilar Marcos, de la delegación política de Greenpeace en Nueva York.
Dos décadas
Los gobiernos han discutido este tratado durante cerca de dos décadas, tiempo en el que, según Greenpeace, «los océanos han perdido demasiado y las comunidades costeras que dependen de los recursos marinos están sufriendo las consecuencias».
«En África occidental ya hemos visto poblaciones de peces severamente mermadas por barcos pesqueros industriales, a menudo de Europa, y esto está dañando los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria en toda la región. Cualquier retraso adicional sería una bofetada para todos los que confían en que los líderes políticos cumplan sus promesas. Los delegados deben cumplir con los compromisos de sus gobiernos y finalizar un ambicioso Tratado Global de los Océanos ahora», subrayó Awa Traoré, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace África.
Tras 20 años transcurridos desde que se discutió por primera vez un tratado global de los océanos, más de 100 especies marinas han sido clasificadas en peligro crítico de extinción. La pesca industrial ya cubre al menos el 55% de todos los océanos. Y la crisis climática daña la capacidad de los océanos para regular el clima y la temperatura del planeta, según Greenpeace.
«Liderazgo» de la UE
España es un país clave en la CIG por ser una potencia mundial pesquera. Según Greenpeace, la presión de la industria en el país podría «perpetuar» el estado actual de gobernanza de los océanos para concentrar las decisiones en las actuales organizaciones pesqueras, que solo evalúan un 5% de la biodiversidad de peces de las aguas internacionales y cuya finalidad última es la explotación comercial de la alta mar.
«España debe decidir en esta reunión en qué lado de la historia está, empujando a la Unión Europea hacia un liderazgo claro para lograr que la gestión de las pesquerías también sean parte del Tratado», recalcó Greenpeace.
Esta organización ecologista sentenció: «Si no se cierra un Tratado Global de los Océanos ambicioso en Nueva York, será imposible lograr el 30x30, es decir, tener al menos el 30% de los océanos protegidos para 2030. La comunidad científica señala que este es el mínimo absoluto requerido para que los océanos puedan recuperarse».
A juicio de Greenpeace, la reunión en Nueva York será exitosa si marca como objetivo principal establecer una red mundial de Áreas Marinas Protegidas y permitir a los países que aprueben santuarios marinos que estén libres de «actividades destructivas» como la pesca y la minería en aguas profundas, entre otras medidas.
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