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La Iglesia atiende a cerca de cuatro millones de personas en España a través de su labor social

La actividad educativa católica también ahorra 4.604 millones al Estado

La Iglesia repite una recaudación récord en la Renta por tercer año consecutivo y alcanza los 382 millones de euros

Un grupo de jóvenes de Cáritas organiza en Toledo una actividad en beneficio de los damnificados por la dana en Valencia EFE
José Ramón Navarro-Pareja

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Hora de rendir cuentas. Después de los buenos resultados del incremento de financiación a través de la Renta (un nuevo récord de 382 millones, 23,6 más que el anterior ejercicio) la Iglesia católica ha presentado su memoria de actividades del año 2024, en la que, entre otros datos, destaca que 3.865.437 personas fueron beneficiarias en alguno de los 8.888 centros en los que presta una atención socio-sanitaria o asistencial. A ello se suma que, de acuerdo a una estimación realizada por Deloitte, el gasto total de la actividad de parroquias y diócesis alcanza los 1.428 millones de euros, «cuatro veces más en relación a lo aportado por la asignación tributaria».

De esta forma, la Memoria anual de actividades económicas de la Iglesia católica amplía este año el apartado de la importante aportación que la institución realiza a la economía española. Al dato, ya planteado en años anteriores, de que la Iglesia ahorra al Estado 4.604 millones de euros anuales en Educación, se suma el del impacto económico de la Iglesia diocesana, no sólo con el ya reseñado gasto de 1.428 millones de euros, sino con los 52.000 puestos de trabajo creados y más de 34.000 indirectos, lo que convierte en uno de los principales empleadores de España. Además, de acuerdo a la estimación, la Iglesia impacta de forma directa en la generación de 2.375 millones de euros de PIB y que, «por cada euro de gasto de la Iglesia, con el fin de cumplir su misión pastoral, social y cultural, se generan 1,65€ en la economía española», explica la memoria.

No es casual que los esfuerzos se centren en explicar la acción de las distintas diócesis puesto que, en la práctica, son las destinatarias de la mayor parte de importe recibido por la vía de la asignación tributaria. En concreto, y con los datos de la liquidación del ejercicio pasado, del total de los 329,8 millones de euros justificados las diócesis recibieron de forma directa 273 '1 millones y otros 27,3 fueron destinados a pagar la Seguridad Social del clero. Es decir, un 91% del total. Para hacerse una idea de la desproporción, cabe señalar que del IRPF los monasterios de clausura recibieron 248.456 euros, un 0,07% del total.

En los datos globales, esta aportación del IRPF supone alrededor de la cuarta parte de los ingresos totales de las diócesis españolas, a lo que hay que sumar los donativos de los fieles (360,4 millones en 2023), los ingresos de patrimonio y actividades económicas (157,4 millones), y otros corrientes como las subvencione y los servicios prestados, que alcanzaron los 407,7 millones. Además, los ingresos extraordinarios, como las enajenaciones de patrimonio o las subvenciones de capital, llegaron a los 64,6 millones en el pasado ejercicio.

En cuanto a los gastos, la mayor parte, el 36%, se destina a sueldos, el 19% a la retribución del clero y el 17% al personal seglar contratado. La conservación de edificios y los gastos de funcionamiento suponen un 32% de los gastos de las diócesis mientras que las acciones pastorales y asistenciales se llevan el 21% de los recursos. Un 9% son gastos extraordinarios y un 2% las aportaciones a centros de formación, como los seminarios.

La acción social de la Iglesia

Desde la Conferencia Episcopal siempre han argumentado que, sin el sostenimiento de la amplia red de parroquias -22.921 según la memoria, atendidas por 15.285 sacerdotes-, la acción caritativa y social no sería posible. En ese sentido, y en palabras del portavoz de la Conferencia Episcopal, César García Magán, que ha presentado la memoria, «la Iglesia española es experta en solidaridad». En concreto, ha hecho referencia a las 3.865.437 personas que fueron atendidas en los 8.888 centros de que dispone la Iglesia. Esa labor incluye la actividad de Cáritas y Manos Unidas a través de comedores sociales, residencias de mayores, centros para la mujer y víctimas de violencia, asistencia a inmigrantes, desempleados o drogodependientes.

La mayor parte de estos centros, 6.148 están destinados a mitigar la pobreza y atendieron a 1.965.180 personas. Además, en 2023, la Iglesia católica gestionó 646 centros para la promoción de la mujer y el apoyo a víctimas de violencia, en los que dió asistencia a más de 38.000 beneficiarias. Además, más de 2.800 programas ayudaron a personas en riesgo de exclusión, incluyendo el acompañamiento espiritual y humano a través de 96 casas de acogida.

Con 874 capellanes y 18.581 voluntarios activos, la pastoral de la salud atendió a 98.447 pacientes en hospitales y 65.516 en domicilios cada mes. En el ámbito penitenciario, la Iglesia gestionó 1.064 programas que beneficiaron a más de 10.000 personas. En esta línea, la red de 230 centros dedicados a la defensa de la vida y la familia atendió a cerca de 85.000 beneficiarios, a los que les ofreció un apoyo integral a madres en situaciones vulnerables, familias en crisis y menores en riesgo.

Además, durante 2023, se atendieron a más de 120.000 personas en 132 centros dedicados a la acogida y acompañamiento de migrantes y refugiados. Estos espacios brindaron servicios de orientación social, acceso al mercado laboral y vivienda, asistencia jurídica, y acompañamiento en los centros de internamiento para extranjeros.

Por su parte, la directora de la oficina de transparencia de la CEE, Ester Martín, también presente en la presentación del documento, ha destacado que la Iglesia genera «riqueza» a la sociedad. Según ha explicado, con la memoria, se trata de cuantificar la presencia de la Iglesia en todas las actividades en las que trabajan y en línea «con el compromiso con el Estado y la sociedad» para informar a qué se destinan los fondos recaudados a través de la casilla de la Iglesia del IRPF.

Escuela católica

Por otra parte, y también de acuerdo a los estudios realizados por la Conferencia Epsiciopal, la labor educativa de la Iglesia supone un ahorro de 4.604 millones de euros para el Estado, un 9% más que el año pasado. Un ahorro, que se explica, según el Episcopado «por la eficiencia en la gestión del gasto en los centros y la baja dotación de los conciertos en comparación con la enseñanza pública».

La presencia de la Iglesia en el mundo de la educación se concreta en los 1.498.182 alumnos que estudian en los 2.536 centros educativos católicos (2.402 de ellos están concertados), que cuentan con un total de 135.311 trabajadores. Además, en la asignatura de Religión están inscritos un total de 2.940.793 alumnos. En el curso 2022-23, hay 8.503 universitarios de grado más (122.701 en total) en las 17 universidades de orientación católica, donde estudian el 58% de los alumnos de grado de universidades privadas presenciales.

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