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La Iglesia alemana reta al Vaticano y sigue con su camino sinodal de reformas

El nuncio les recuerda la prohibición del Papa a los órganos de gobierno conjunto

El presidente de los obispos alemanes, Georg Bätzing ABC
Rosalía Sánchez

Rosalía Sánchez

Corresponsal en Berlín

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La Asamblea Plenaria de primavera de la Conferencia Episcopal Alemania, que termina hoy en Dresde, ha reforzado la lucha contra los abusos sexuales y ha apoyado al gobierno alemán en los envíos de armamento a Ucrania decididos por el canciller Olaf Scholz. Pero mientras los obispos alemanes tratan estos asuntos públicamente, en la página web de la Conferencia Episcopal cuelga desde ayer el texto de la carta enviada por Georg Bätzing al Vaticano, verdadera protagonista en la sombra de la asamblea.

En la misiva, dirigida al cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin y a los cardenales Luis Ladaria y Marc Ouellet, asegura «tomar muy en serio sus preocupaciones» acerca del Consejo Sinodal, como nuevo órgano que surge del Camino Sinodal y que Roma no aprueba, y pide una «reunión oportuna» para «profundizar en las consideraciones teológicas planteadas» para después de las conclusiones del Camino Sinodal Alemán, cuyas últimas reuniones tendrán lugar la próxima semana. Bätzing se mantiene, sin embargo, en la línea del Camino Sinodal y asegura que «la gran mayoría» de los obispos alemanes están decididos a promover reformas en la Iglesia.

En una entrevista concedida a SWR1, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana ha declarado que «debemos seguir buscando el entendimiento con Roma», pero ha lamentado que «no todos los interlocutores allí entiendan que el abuso sexual en la iglesia tiene causas sistémicas y que por lo tanto son necesarios cambios en la Iglesia». En la carta viene a confirmar que la Iglesia alemana sigue adelante con sus planes y que continuarán las consultas con el Vaticano tras los hechos consumados.

El planteamiento de Bätzing contrasta con las palabras que el nuncio en Alemania, Nikola Eterovic, había dirigido a los prelados al inicio de la Plenaria, en la que les recordó que el Vaticano prohíbe, incluso en las diócesis, el establecimiento de los denominados consejos sinodales, unos órganos de gobierno conjuntos de laicos y clérigos que el Camino Sinodal preveía constituir. Del mismo modo, les dejó claro que la ordenación de mujeres es una puerta cerrada. El nuncio no hacía más que recordar el contenido de la carta enviada por el Vaticano el pasado 16 de enero a los obispos alemanes, y a la que ha generado la respuesta del presidente del episcopado tedesco en su web.

División en el episcopado

Pero no todos los obispos respaldan la tesis de su presidente. Con vistas a la Cuaresma, la homilía de la eucaristía de ayer miércoles del arzobispo de Colonia, cardenal Reiner Maria Woelki, trató sobre «el dolor, la conmoción y el desconcierto de los tiempos que vivimos», que pueden ser, «en última instancia curadores, porque conducen a la conversión». Woelki ha sido hasta ahora una de las pocas voces en la Conferencia Episcopal Alemana en contra de las reformas a punto de auspiciar por el Canimo Sinodal.

Algunas otras voces se han unido a esta posición, como el decano de Bonn Wolfgang Picken, que ha renunciado a su mandato como miembro electo del Foro a causa del enfrentamiento con el Vaticano. «Son necesarias reformas en la Iglesia, importantes cambios, pero no puedo seguir apoyando la falta de apertura con la que se llevan a cabo muchos debates en el Camino Sinodal y las numerosas propuestas de reforma que renuncian demasiado a la ligera a la unidad con la Iglesia universal», añade.

El obispo de Hildesheim, Heiner Wilmer, ha advertido por que parte que «somos demasiado impacientes» y ha señalado que «estoy absolutamente a favor de una renovación, tenemos que avanzar... pero en Alemania a veces carecemos del don de la paciencia y hay una falta de voluntad para reconocer que no todo se puede implementar dentro de la propia vida».

El obispo de Münster, Felix Genn, ha escrito en una carta a los pastores de su diócesis que tiene «toda una serie de puntos críticos que señalar» sobre el Camino Sinodal, pero que en última instancia se trata de «pedir al Espíritu Santo que prevalezca y que no sea el espíritu de la confusión el que destruya la unidad y la paz».

Temas de la Plenaria

Más allá de Camino Sinodal, la Plenaria ha avanzado en otros temas. El obispo Helmut Dieser de Aquisgrán ha presentado un «concepto avanzado» de los protocolos de protección «basado en el sufrimiento y la injusticia de las personas profundamente heridas que han sufrido abusos, para mejorar de manera efectiva y continua la protección contra el abuso sexual y la violencia».

Dieser, presidente del grupo episcopal para abusos y experiencias de violencia, explicó ayer que el eje principal de la reforma será el consejo de hasta 10 expertos de diferentes disciplinas, determinado por un comité de selección sin representantes de la Iglesia. Dos de sus miembros serán delegados en la Conferencia Episcopal por el Consejo Asesor de Personas Afectadas.

Según el vicepresidente del grupo de especialistas episcopales, el arzobispo Stephan Burger de Friburgo, el consejo comenzará a funcionar el 1 de enero de 2024. El presidente de la Conferencia Episcopal, Georg Bätzing, ha confirmado además el apoyo al derecho de autodefensa de Ucrania y describió las acciones del gobierno en torno al canciller Scholz como «inteligentes, muy cautelosas y siempre en estrecha consulta con los socios».

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