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El gobierno británico prohíbe la publicidad de comida rápida en un intento por aliviar la presión sobre la sanidad pública

Esta medida también se extiende en vetar los anuncios de productos altos en grasa, sal y azúcar en horario infantil, antes de las 21.00 horas

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El primer ministro Keir Starmer quiere prohibir la publicidad de comida basura ABC
Ivannia Salazar

Ivannia Salazar

Corresponsal en Londres

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El gobierno británico, liderado por el primer ministro Keir Starmer, ha anunciado la puesta en marcha de una serie de medidas consideradas por radicales por sus detractores, enfocadas en el objetivo de prevenir enfermedades y reducir la obesidad infantil, en un intento de aliviar la creciente presión sobre el servicio nacional de salud (NHS). En un momento crítico para el sistema sanitario, Starmer ha sido firme en su disposición para enfrentar las críticas de que está imponiendo un «estado niñera».

Entre las principales iniciativas del gobierno se encuentra la prohibición de los anuncios de comida chatarra antes del horario de protección infantil, es decir, las 21.00 de la noche. Esta medida también se extiende a una prohibición total de la publicidad en línea de productos altos en grasa, sal y azúcar. El gobierno ha establecido que estas restricciones comenzarán a aplicarse en octubre de 2025, con el fin de combatir la obesidad infantil, un problema de salud creciente en el país. Además, se espera que en las próximas semanas se anuncie la prohibición de la venta de bebidas energéticas con alto contenido de cafeína a menores, una propuesta que ya había sido mencionada en su programa electoral.

En un discurso el jueves, Starmer destacó la necesidad de adoptar un enfoque mucho más audaz en la prevención de enfermedades. «Sé que algunas medidas de prevención serán controvertidas, pero estoy dispuesto a ser valiente, incluso frente a una fuerte oposición«, afirmó. También reconoció que «algunos de nuestros cambios no serán universalmente populares, lo sabemos, pero haré lo correcto por nuestro NHS, nuestra economía y nuestros hijos».

El ministro de Salud, Wes Streeting, también reiteró este enfoque proactivo en la prevención. Tanto él como Starmer quieren que el NHS adopte un papel más preventivo, por ejemplo, mediante el programa de revisiones de salud en los lugares de trabajo, que busca detectar y prevenir enfermedades como la diabetes, las enfermedades cardíacas y renales. Esta nueva dirección contrasta con el enfoque de gobiernos anteriores, que se centraron más en tratar enfermedades una vez desarrolladas.

Un alto funcionario de salud pública comentó que el informe de Lord Ara Darzi, un exresponsable de salud, y publicado el jueves, no deja lugar a dudas sobre las causas subyacentes de los problemas del NHS. El informe describe un sistema de salud «en condición crítica» tras años de abandono por parte de gobiernos sucesivos. Según este funcionario, «los funcionarios han estado consultando al sector de la salud pública para obtener ideas, incluidas formas de combatir la obesidad». Otras medidas incluyen la expansión de la fluoración del agua para mejorar la salud dental, así como una mayor regulación de los alimentos, las bebidas alcohólicas y el tabaco.

Otra de las medidas que el gobierno está considerando es aumentar el control de los establecimientos de comida rápida cerca de los colegios. Un portavoz del gobierno confirmó a The Guardian que «estamos analizando seriamente dónde podemos avanzar más en la prevención», ya que «como señaló Ara Darzi en su informe, el aumento de enfermedades en nuestra sociedad está ejerciendo una enorme presión sobre el NHS». «Keir no tiene miedo de hacer cosas controvertidas si son las correctas para la salud pública», afirmó.

Figuras públicas apoyan este enfoque

Este enfoque ha recibido el apoyo de varias figuras públicas y activistas. Jamie Oliver, chef y defensor de la alimentación saludable, instó al primer ministro a aprender de las lecciones de otras naciones que han implementado con éxito políticas contra la obesidad. Oliver citó ejemplos como el programa de educación nutricional en las escuelas primarias de Ámsterdam, las restricciones al empaquetado de comida basura en México y Chile, y los impuestos sobre el azúcar y la sal en Colombia. «En todo el mundo estamos viendo a líderes tomar medidas, deteniendo el abrumador bombardeo de anuncios de comida chatarra y haciendo que la opción saludable sea la más fácil. Y están cosechando los beneficios. Seguramente es hora de que nuestro gobierno actúe y siga su ejemplo«, expresó Oliver.

Además, Henry Dimbleby, cofundador de la cadena de restaurantes Leon y autor de un plan alimentario para el gobierno de Boris Johnson, subrayó la necesidad de regular la industria alimentaria para forzarla a hacer sus productos más saludables. «Si queremos pasar de tratar enfermedades a prevenirlas, es esencial que cambiemos la forma en que comemos«, señaló Dimbleby. En su opinión, el gobierno tiene ahora una oportunidad única para introducir políticas que aseguren que todas las personas puedan acceder a los alimentos necesarios para mantenerse saludables, y para regular la industria alimentaria de modo que se frene el flujo implacable de comida rápida que ha llegado a convertirse en una «norma cultural letal».

Otras organizaciones también han alabado las medidas propuestas como un paso en la dirección correcta para proteger a niños y niñas, y reducir la obesidad en la población joven. La Royal Society for Public Health (RSPH) calificó la prohibición de los anuncios de comida basura como un «paso bienvenido». Simon Dixon, su jefe de políticas y asuntos públicos, comentó que «la nutrición infantil es una prioridad a largo plazo», ya que «es clave para construir un futuro más saludable para la próxima generación«.

Pero otros sectores consideran las medidas intervencionistas y paternalistas. La oposición ha tildado las políticas de «estado niñera», argumentando que restringen la libertad personal, y desde la industria alimentaria ha expresado dudas sobre la efectividad de prohibir la publicidad de alimentos poco saludables, alegando que estas medidas «buscan titulares en lugar de ofrecer intervenciones serias«.

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