Suscribete a
ABC Premium

Faenar cerca de las Malvinas: una tarea peligrosa que tienen en cuenta los seguros

La responsabilidad del armador en el naufragio puede ser clave para que los herederos de las víctimas del Argos Georgia sean indemnizadas

13 de los supervivientes del Argos Argentina llegan al puerto de Stanley, en Malvinas

El Argos Georgia
R. Alonso

Esta funcionalidad es sólo para registrados

No es lo mismo faenar a escasos kilómetros de la costa mediterránea, cuando los marineros tienen el puerto a vista, o casi, que hacerlo en aguas más complicadas, como son las de las Islas Malvinas, en las que durante la madrugada del pasado lunes naufragó el pesquero Argos Georgia. En esos casos, los seguros de los barcos tienden a ser más caros a causa del riesgo y de los costes un posible rescate, aunque el precio total a pagar depende de muchas cosas.

«Depende de la zona y de otros aspectos. No es lo mismo un barco que sale y vuelve en el mismo a puerto, que otro que se tira meses faenando. Lo mismo pasa con los caladeros, si se te avería un barco en medio de la nada el rescate ya es un dineral», explica a ABC Antonio Peñafiel, director comercial de la empresa de seguros especializada en barcos pesqueros Murimar.

El experto señala que el mar no está dividido en zonas con costes concretos marcados por los seguros, aunque la peligrosidad se tiene en cuenta. Y lo mismo ocurre el valor del barco, de la carga y la cantidad de tripulación que vaya a bordo. «Es algo muy complicado de valorar. El barco pesquero tiene un riesgo que no tiene nada que ver con un mercante que va haciendo su ruta habitual», dice Peñafiel.

Normalmente, cuando hay un naufragio como el del Argos Georgia, el tiempo que pasa hasta que el seguro paga al armador gira en torno al mes. Previamente, el armador debe haber presentado la documentación correspondiente. «El dinero nunca va a las familias de las víctimas, siempre va al armador», apunta Peñafiel.

El director comercial explica que el Argos Georgia, según tiene entendido, tenía un valor de unos 30 millones de euros, y ese dinero le sería abonado por completo al armador: «Luego hay otros seguros que se pueden contratar, como el P&I (protección e indemnización), que es un seguro de responsabilidad civil del armador. Significa que todas las reclamaciones que se hagan por cosas que ocurran en el interior del barco, como la muerte de tripulantes, están cubiertas por el seguro».

En estos casos, lo que se abona a las familias depende de la edad y situación de la víctima, porque «no es lo mismo un chico joven con hijos que un señor de sesenta». Con todo en la mayoría de naufragios con víctimas las reclamaciones de indemnización por parte los herederos suelen terminar en juicio: «Normalmente se acaba en un juzgado a no ser que la aseguradora negocie y llegue a un acuerdo. Ahí el juez es el que determina si el armador es responsable del accidente o no. Y si no lo es los familiares no tendrían por qué recibir nada». Al menos, a no ser que el barco contase además con un seguro de accidente para casos de muerte e invalidez.

Sea como fuere, por el momento, en el caso del Argos Georgia no están claras las causas del naufragio. Esta misma mañana el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, apuntaba que los testimonios orales aseguran que «en algún momento hubo entrada de agua, fisura, por algún motivo». Asimismo, el ministro señalaba que el mar estaba revuelto, «había malas condiciones, con olas y vientos muy fuertes, pero todo son conjeturas». También se ha dicho que la causa del desastre podría haber sido un bloque de hielo semisumergido contra el que el pesquero habría chocado.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación