Nuno Crato: «La exigencia en educación es el arma de los pobres para tener mejor empleo»
El exministro de Educación de Portugal habla con ABC sobre el esfuerzo, la importancia de la memorización, de un currículo bien detallado y critica el enfoque competencial
Casi un tercio de los jóvenes españoles no tienen título de Bachillerato o FP Media, cualificación mínima para tener un empleo digno
![El exministro de Educación de Portugal, Nuno Crato, posa en Madrid para ABC](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2023/02/09/nuno-crato-Ro7mGKHpNNCmeBVp81DPQ9L-1200x840@abc.jpg)
Cuando a Nuno Crato lo llamaron por teléfono para ofrecerle el puesto de ministro de Educación de Portugal aceptó porque había sido muy crítico y entendió que era «una cobardía tener la oportunidad de cambiar las cosas y no hacerlo«. Al regresar ... a su país de Estados Unidos donde hizo un doctorado en Matemáticas Aplicadas, trabajó en la Universidad de Lisboa, se empapó de cómo se estaban haciendo las cosas y reconoció su sorpresa: »Se hablaba mucho de las competencias, que me parecían extrañas e irracionales«, cuenta en conversación con ABC. Entonces, se puso manos a la obra, a escribir libros y dar conferencias sobre el tema hasta que sonó el teléfono.
Sobre las competencias, la importancia de la memoria, del conocimiento y de la exigencia, habló el exministro de Educación en Portugal con este periódico en el marco de su visita a Madrid.
En su pasó por la capital participó en el enlightED 2022, la conferencia sobre educación y tecnología organizada la Fundación la Caixa, entre otros.
—¿Qué ha hecho Portugal para tener tan buenos resultados en PISA?
—Hasta el año 2015 mejoramos mucho, alcanzamos los valores más altos en las tres materias: Lengua, Matemáticas y Ciencias. La respuesta es simple: centramos la atención en el currículo y en la evaluación. Es muy importante tener, por un lado, un currículo ambicioso, organizado, bien estructurado y, por otro, es necesario evaluar si el alumno está evolucionando. Esas dos cosas mejoramos desde 2003 a 2015.
—¿Qué pasó en la edición siguiente? ¿En 2018?
—Nos pasó lo mismo que a Finlandia. Dicen que es el mejor sistema educativo de Europa pero no es verdad. Para ver cómo alcanzaron resultados tan buenos hay que mirar sus datos hasta 2006. Hasta ese año la política educativa estaba basada también en el currículo y en la evaluación; después, en 2006, se empezaron a hacer otras cosas más fluidas como el 'project by learning' (aprendizaje basado en proyectos), etc.
—¿Cómo tiene que ser ese currículo y esa evaluación por los que apuesta?
—El currículo tiene que ser ambicioso, exigente, bien descrito y con metas claras. No debe ser una mera expresión de conceptos. Por ejemplo, si se establece que los estudiantes deben trabajar con polinomios hay que ir más allá: especificar que deben saber dividir y multiplicar polinomios. Cuando se es más claro, es mas fácil para los profesores. Lo mismo para la evaluación: hay que evitar que se haga de forma aleatoria y vaga. Hay personas a las que esto no les gusta porque pone de manifiesto lo que no funciona bien, pero es indispensable.
«Hay que extender la educación obligatoria hasta los 18 años; los jóvenes deben tener la opción de estudiar más»
Nuno Crato, exministro de Educación de Portugal
—¿Qué se está haciendo mal para que hayan desmejorado las cifras en Portugal?
—Abandonar la exigencia. Es lo más importante en la educación. Muchas veces se piensa que es mala para los pobres o para los alumnos con dificultades pero ocurre lo contrario. Yo digo muchas veces que la exigencia es el arma de los pobres; lo que se puede hacer para aquellos que no tienen la suerte de haber nacido en un ambiente de privilegio, es que puedan mejorar y alcanzar un aprendizaje que les permita tener más formación y mejor empleo.
—La exigencia suele ser criticada por la izquierda.
—Hay una tendencia a criticar la exigencia diciendo que es de derechas. Pero creo que no es una cuestión de ideologías. Gentile, ministro de Mussolini, decía que había que hacer una escuela fácil, humanista y menos exigente. Y por ello, era criticado por los comunistas, como Gramsci, que decía precisamente lo que he comentado, que el esfuerzo es un arma para los pobres. En términos de política educativa no hay que clasificar lo que se hace de izquierda o de derechas sino ver qué se hace.
—Pero estando la izquierda en su país cayeron los resultados.
—Los resultados son fruto de una política educativa que no es la mejor. Hay una asociación entre las políticas educativas menos exigentes y peores resultados.
—En España, el Gobierno de Sánchez permitió que se pasara de cursos con suspensos. La exministra de Educación, Isabel Celaá, insistía mucho en la frase: «No hay que dejar a nadie atrás».
—Para apoyar a los menos favorecidos no hay que dejarlos pasar de curso. Lo importante es ayudar a que alcancen los niveles mínimos y no facilitarles las cosas. Hay que enseñar para progresar, y no decir: «Pobrecitos, no lo consiguen». La receta es ayudarlos para ser buenos. Pasar de curso sin conocimiento es un engaño para todos.
«Para apoyar a los menos favorecidos no hay que dejarlos pasar de curso. Hacerlo sin conocimiento es un engaño para todos»
Nuno Crato, exministro de Educación de Portugal
—El último informe de la OCDE, Education at a Glance, señaló que en España casi un tercio de los jóvenes (28%) de 25 a 34 años no pasa de la ESO, la tasa más alta de la UE. El porcentaje de su país es del 17%. ¿Por qué se abandona más en España que en su país?
—Creamos un sistema de Formación Profesional que funcionó bien y que da una salida a los jóvenes que no quieren seguir estudiando pero que pueden obtener una certificación profesional. Esos jóvenes podrán trabajar en un empleo bien remunerado y serán útiles para la sociedad.
—El currículo español ha sido criticado por el Consejo de Estado por ser abstracto y además lejos de ser minucioso, quita detalles, precisamente lo contrario que lo que usted recomienda. El Gobierno ha justificado que el enfoque es menos memorístico.
—Yo no quiero comentar lo que se hace en España o en otro país. Sí digo que los contenidos son importantes, al igual que la memoria. La idea de las competencias sin contenidos es contraria a la ciencia cognitiva moderna. Hoy se sabe que más contenido se traduce en más instrumentos de pensamiento, más referencias para poder pensar mejor. La idea de que se puede pensar con poco contenido es falsa; cuanto más sabemos mejor pensamos. Si supiera el Don Quijote de memoria no sería malo, no voy a intentarlo pero si lo lo hago hablaré mejor con los demás, entenderé mejor qué es el quijotismo, la nostalgia, el caballerismo…Conocer más no es malo.
—¿Qué opina sobre repetir curso?
—Es mala, pero peor es decirle a todos que pueden pasar sin repetición. Hay que evitar la repetición haciendo que todos sean capaces de tener los mínimos conocimientos para pasar.
—¿Por qué creyó necesario extender la educación obligatoria hasta los 18?
—Porque debemos darle a los jóvenes la oportunidad de estudiar más. Necesitamos personas preparadas, y eso quiere decir que hayan estudiado hasta los 18 años. La extensión de la escuela obligatoria que hicimos con mucho orgullo permite que también se incluya en ese último tramo la FP, de manera que exista colaboración entre escuelas y empresas, como el modelo alemán.
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