España implantará un sistema para devolver botellas de plástico a cambio de dinero
Transición Ecológica concluye que no se alcanzan los objetivos de reciclaje para estos envases de un solo uso e implantará el polémico SDDR
Estalla la guerra de cifras por el reciclaje de botellas de plástico: un informe advierte de que los datos son falsos
España tendrá que implantar un sistema de recogida para botellas de plástico de un solo uso tras constatar que el actual sistema de reciclaje no cumple con los niveles a los que obliga la Unión Europea. Es decir, que en un plazo máximo de dos años los españoles volverán a ir al súper u otro punto habilitado para devolver las botellas desechables para que les devuelvan dinero.
Es la conclusión a la que ha llegado el Ministerio para la Transición Ecológica tras constatar que actualmente la recogida separada de botellas de un solo uso en 2023 apenas llegó al 41,3% . La Ley de Residuos establecía que en 2023 España debería haber alcanzado el 70% de recogida separada de botellas de plástico, algo que ahora se hace a través del contenedor amarillo. De no hacerlo, dice la legislación, «se implantará en todo el territorio en el plazo de dos años un sistema de depósito, devolución y retorno para estos envases que garantice el cumplimiento de los objetivos en 2025».
Transición Ecológica llevaba meses intentando hacer el cálculo más ajustado posible sobre el nivel de reciclaje de botellas de un solo uso inferiores a 3 litros de capacidad, recabando los datos de puesta en el mercado y reciclaje tanto por entidades locales como por entidades privadas. El problema era que, hasta ahora, no había cifras tan específicas, ya que se estudiaba la recogida de residuos plásticos en general. A la vista del porcentaje real de reciclaje obtenido, «se deberá implantar, en todo el territorio nacional y en el plazo de dos años, un sistema de depósito, devolución y retorno (en adelante SDDR)«, concluye el informe publicado por Transición Ecológica.
El sistema SDDR se basa en vender aguas, cervezas, zumos y refrescos, con una pequeña cantidad económica extra (10 ó 20 céntimos, por ejemplo) que la persona recupera íntegramente al retornar latas, botellas o briks a la tienda para su correcta reutilización o reciclaje, explica Greenpeace.
«Esto se hace en los países más avanzados del mundo», explica el responsable de plásticos de Greenpeace, Julio Barea, que cifra en 16 los estados europeos que lo aplican. En estos países, dice, se recupera ya más del 80% de los envases. Las conclusiones del ministerio, explica, da la razón a las entidades ecologistas, que llevan más de 15 años asegurando que las cifras facilitadas por Ecoembes (la entidad a la que los grandes productores y distribuidores encargan esta gestión) son falsas. «Estaremos supervisando que la ley se cumpla», avisa Barea, además de intentar que se incluyan otros productos como los vidrios.
Sin embargo, Ecoembes ha defendido sus cifras, que indican que en 2023 se recogieron el 73,4% de las puestas en el mercado. Según indicó en un comunicado, las tasas no coinciden con las del ministerio porque este apenas incorpora en su cálculo las cantidades recogidas en zonas de alta afluencia y que representan más del 40% del total de las botellas recogidas.
Botellas, bricks y latas
El real decreto de envases que desarrolla la ley establece que este sistema de devolución y retorno afectará a botellas de plástico de un solo uso de hasta 3 litros de capacidad para los productos de aguas minerales y de manantial, zumos, néctares, mezcla de frutas y hortalizas recién exprimidas, concentrados para disolución, bebidas refrescantes, energéticas, isotónicas y bebidas alcohólicas. Para garantizar la viabilidad técnica, ambiental y económica de la implantación de estos sistemas, dice el reglamento, además de las botellas de plástico se incluirán las latas y envases de cartón para bebidas de estos productos.
El mismo reglamento establece que los productores soportarán el primer pago del depósito, que será fijado libremente por los sistemas de responsabilidad ampliada del productor en cuantía igual o superior a los 10 céntimos de euros, por cada unidad de envase de bebida que introduzcan en el mercado estatal.
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