EE.UU. mira la reforma del aborto de Rajoy para su futura legislación federal
Un senador republicano cita el caso español como ejemplo a seguir si su partido recupera el Capitolio
Los demócratas creen que normas de plazos de 14 semanas como la actual en España son «radicales»
Montero pidió opinión del aborto a UGT y CC.OO, pero eludió al Consejo de Estado

Cuando el senador de Estados Unidos Lindsey Graham decidió este verano proponer en el Capitolio una ley sobre el aborto que pudiera unir a demócratas y republicanos, su equipo analizó los ejemplos de normativas en todo el mundo y decidió tomar como modelo, entre ... otras en Europa, a la ley española que estaba vigente hasta la última modificación impulsada por Podemos y que permite interrumpir el embarazo durante las primeras 14 semanas de gestación.
Al presentar finalmente su proyecto en el Capitolio, Graham citó expresamente el caso de España como uno de los países que se había marcado como ejemplo para dotar finalmente a EE.UU. de una ley a nivel federal tras la sentencia del Supremo de junio, que falló que no existe en este país el derecho constitucional a interrumpir el embarazo.
«Creo que deberíamos tener una ley a nivel federal que establezca que, después de 15 semanas, no se puede abortar voluntariamente, excepto en casos de violación, incesto o para salvar la vida de la madre. Ahí debería estar EE.UU.», dijo el senador republicano, de Carolina del Sur, en una conferencia que convocó el 13 de septiembre.
«Nuestra propuesta de ley pondrá la política del aborto en EE.UU. en línea con la de naciones desarrolladas como Francia, Alemania, Bélgica, Dinamarca, España y otras naciones europeas», añadió. Después, miembros de su gabinete confirmaron que analizaron con detenimiento el caso de España, con la actual ley de plazos aprobada en 2010 y modificada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2015, y consideran que en esos tiempos y supuestos, los llamados grupos provida de EE.UU. sí podrían apoyarla.
De momento, esa ley no puede prosperar porque los demócratas controlan las dos cámaras del Capitolio, y se oponen a esos plazos. Es más, destacados legisladores de ese partido califican la idea de prohibir el aborto tras 14 o 15 semanas de «radical». A las puertas del Capitolio el 15 de septiembre, el diputado demócrata de Ohio Tim Ryan, que se presenta en las elecciones del 8 de noviembre a las elecciones al Senado, dijo al ser preguntado por esa propuesta de ley: «Creo que la idea de que el Gobierno se meta a la consulta del médico diciéndole a una mujer qué decisión tiene que tomar es muy radical. Creo que es antiamericana, porque viola la libertad personal».
Un paradójico referente
Esos mismos demócratas se burlaron del hecho de que países europeos como España se hayan convertido ahora en un referente para los republicanos, que se niegan a importar un sistema de salud público y centralizado a EE.UU. «¿Ahora, en este asunto, es cuando los republicanos quieren alinearse con Europa?», ironizó el diputado Eric Swalwell, de California.
«No quieren dar a la gente asistencia sanitaria como hacen los países europeos, pero quieren tener una imitación de lo que hacen ellos en cuanto a derechos de las mujeres. Es un sinsentido. No es lo que quieren los votantes», añadió durante una breve conversación con un grupo de periodistas en el Capitolio.
Aun así, y pese a las resistencias iniciales, el equipo del senador Graham está convencido de que el proyecto de ley será votado si los republicanos se hacen con el control del Capitolio en las inminentes elecciones parciales. «Si recuperamos la Cámara y el Senado, puedo asegurar que tendremos una votación sobre nuestro proyecto de ley. Y si los demócratas siguen al frente, no sé si alguna vez tendremos una votación sobre nuestro proyecto de ley», añadió. Su partido, sin embargo, está dividido, ya que muchos legisladores apoyan una prohibición total. El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, dijo que su preferencia es que de momento sean los estados los que legislen al respecto.
En EE.UU. el aborto fue legal a nivel federal entre 1973 y junio de este año hasta lo que una sentencia estableció como «viabilidad del feto». Eso se vino a interpretar gracias a estudios médicos y sentencias posteriores en entre 23 y 24 semanas. Desde entonces, se han practicado más de 60 millones de abortos legales en EE.UU. El Supremo rechazó año tras año pronunciarse sobre la constitucionalidad del aborto, hasta que se formó en él una mayoría conservadora gracias a los tres magistrados nombrados por Donald Trump.
El Supremo no ilegalizó en junio el aborto, sino que falló que no está contemplado en la Constitución y, por tanto, no ha sido regulado a nivel federal, por lo que depende de los 50 estados de la unión.
Hoy día, 21 estados y el distrito federal de la capital permiten el aborto en los mismos términos que en las pasadas cinco décadas, hasta lo que se considera viabilidad, más de cinco meses de gestación. El resto, o lo ha restringido o lo restringirá más. Texas y Misisipí han aplicado una prohibición total. Otros, como Georgia u Ohio, lo han dejado en seis semanas. Y en Florida, el parlamento regional aprobó una restricción de quince semanas.
El equipo del senador Graham, preguntado por los puntos esenciales de la ley, respondió en un correo que «prohíbe a los médicos realizar abortos después de las 15 semanas de gestación, cuando un niño nonato puede sentir dolor, excepto en casos de violación, incesto o riesgo para la vida y la salud física de la madre y pone a EE.UU.: en línea con otras sociedades modernas ya que 47 de 50 naciones europeas limitan el aborto antes de las 15 semanas». El texto de la ley sí dejaría en vigor restricciones estatales mayores. Es decir, si un estado prohíbe totalmente la interrupción del embarazo, ese veto predomina sobre los plazos federales.
No se permitirá a las menores
El pasado junio visitó Washington la ministra de Igualdad, Irene Montero, y mantuvo reuniones bilaterales según dijo para «reforzar alianzas feministas», y tratar temas como el del aborto. Montero no mantuvo encuentros con republicanos, y criticó la sentencia del Supremo de EE.UU. sobre el aborto porque «implicará un retroceso en el acceso al aborto para millones de mujeres en EE.UU., sino el acceso a los derechos sexuales y reproductivos, como puede ser la anticoncepción».
MÁS INFORMACIÓN sobre la ley del aborto que impulsa podemos en españa
Podemos es el artífice de la nueva ley que permitirá a las menores de 16 y 17 años abortar sin permiso paterno, que no entra en la ley de Graham. En EE.UU. sólo dos estados, de 50, Maine y Connecticut, además de la capital federal, permiten a menores abortar sin consentimiento paterno.
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