La dieta que quiere potenciar el tratamiento del cáncer
El Hospital 12 de Octubre y el CNIO diseñan una nutrición de precisión a la medida de cada paciente oncológico
Se eligen nutrientes que son tóxicos para las células tumorales y se eliminan los que favorecen su crecimiento
Científicos españoles descifran uno de los mecanismos que promueven la metástasis en el cáncer de mama
El oncólogo Luis Manso se había acostumbrado a que sus pacientes le repitieran casi siempre la misma pregunta: «Doctor, ¿cómo puedo cambiar mi alimentación para ayudar en el tratamiento?». Su recomendación, como la de la mayoría de sus colegas, era aconsejar dieta mediterránea y ... alimentos saludables y poco procesados. Al tiempo que ponía a sus enfermos en manos de los equipos de nutrición del hospital para ayudarles a lidiar con su falta de apetito, las náuseas, la dificultad para tragar o la pérdida de peso.
Era su mejor consejo porque no había nada con la suficiente evidencia científica que aumentara la eficacia del tratamiento oncológico. Hasta ahora.
El creciente conocimiento del papel de la microbiota (los microorganismos que pueblan el intestino) está cambiando la forma de tratar enfermedades. Entonces, ¿por qué no utilizar el metabolismo y la nutrición como una herramienta más contra el cáncer?
Manso buscó apoyo científico en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) para dar con una respuesta a la pregunta que le hacían sus pacientes. El resultado de aquella primera consulta se convirtió en un proyecto sólido que por primera vez busca potenciar los tratamientos oncológicos a través de la alimentación. De la inquietud de varios oncólogos nació TNC Terapia, una 'spin-off', una empresa nacida de la colaboración de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital 12 de Octubre y el CNIO. Allí se diseñan planes dietéticos personalizados a la medida de cada enfermo y de su propio tumor.
Lo hacen gracias a Lumica, un algoritmo que integra todo el conocimiento disponible sobre la relación entre los alimentos y el cáncer y tiene en cuenta factores personales: el tipo de tumor y su estadio, el tratamiento que está recibiendo, el microbioma, la genética del paciente y otras enfermedades asociadas.
La dieta no cura sola
«Aplicamos una nutrición de precisión, que integra el conocimiento de la biología del cáncer con el tratamiento oncológico. Nuestro algoritmo suma todas las piezas del puzzle para ofrecer una dieta personalizada, así como una eventual suplementación. No hay ninguna plataforma similar en España que sume todas estas variables», asegura Manso, oncólogo del Hospital 12 de Octubre y ahora también socio fundador y director médico de TNC Terapia.
Es consciente de que la alimentación por sí sola no cura la enfermedad, pero sí ayuda a optimizar los tratamientos y evitar toxicidades. Por eso, no se ofrece como terapia alternativa, sino como una ayuda más para sumar al resto del arsenal terapéutico como es la radioterapia, la 'quimio', la inmunoterapia y el resto de herramientas con las que ya se ataca al cáncer, aclara.
Un algoritmo decide la pauta nutricional a partir de sus datos médicos y del tratamiento que esté recibiendo
En esta aventura, que ha empezado a dar sus primeros pasos, le acompaña Miguel Quintela, director científico de TNC Terapia y director del programa de investigación clínica del CNIO. Quintela recela de las recomendaciones de otros tiempos en los que se aconsejaba a los enfermos oncológicos antioxidantes, algún tipo de ayuno o eliminar por completo el azúcar añadido para acabar con los tumores.
«La realidad de cada enfermo es mucho más compleja que todo esto. Nuestra propuesta es hacer una pauta dietética única para cada paciente a partir de todos sus datos y su historia médica. Tenemos tres objetivos: aportar nutrientes que son tóxicos para las células tumorales e inocuos para las sanas; eliminar o reducir los que favorecen el crecimiento del tumor y modificar la microbiota intestinal para ayudar al sistema inmune a potenciar la acción del tratamiento», detalla.
Sin financiación pública
De momento, la sanidad pública no financia esta nutrición de precisión, pero en el futuro no descarta que lo esté como cualquier cuidado oncológico. «Ya hay enfermos a los que se les cubre la rehabilitación quirúrgica o el masaje linfático en el caso del cáncer de mama», apunta Quintela. Y mientras tanto, los 750 euros que cuesta la pauta dietética tampoco cree que la hagan muy costosa. Sobre todo si se compara con los 3.000 euros que cuesta un estudio genómico donde se buscan mutaciones, defiende.
Para conseguir esta dieta personalizada, los pacientes deben registrarse a través de la página web de la compañía. Si el equipo médico de TNC acepta la intervención se le envía un informe personalizado con una dieta quincenal detallada que siempre está supervisada por un nutricionista especializado y dispuesto a resolver dudas. La pauta incluye cinco comidas al día (desayuno, tentempié a media mañana, comida, merienda y cena). Además de suplementos, que básicamente son aminoácidos para potenciar el tratamiento. En paralelo, explican desde la compañía, se les solicita también una muestra para la determinación de la microbiota intestinal.
La pauta incluye cinco comidas al día (desayuno, tentempié a media mañana, comida, merienda y cena)
Se establece una pauta para cada paciente, aunque se elimina siempre el aceite de palma y se suelen hacer restricciones de azúcar y de hidratos de carbono, dependiendo de las características de cada enfermo. También se reduce la metionina, un aminoácido presente en múltiples alimentos como en las carnes, crustáceos, vegetales como el tofu, las semillas de sésamo... En estudios con animales la ausencia de metionina y de serina se ha relacionado con una reducción asombrosa de tumores. Pero estos dos aminoácidos son también esenciales para la vida, de ahí la importancia en seguir una recomendación pautada y personalizada.
Tanto Manso como Quintela insisten en que son dietas pensadas para personas en tratamiento oncológico. El algoritmo que utilizan no funciona con otras enfermedades ni como terapia preventiva en personas con alto riesgo de cáncer. «No sabemos cómo ayudar a alguien que quiera prevenirlo», advierte el investigador del CNIO.
Como un fármaco más
La iniciativa es única en España aunque no en el mundo. La evidencia científica en torno al potencial de la nutrición para mediar en el proceso oncológico es cada vez más sólida. Los mejores grupos de investigación están descubriendo nuevas fórmulas para influir en el tratamiento del cáncer. Una de ellas es el programa de la empresa Faeth Therapeutics en el que participa el oncólogo de la Universidad de Columbia Siddhartha Mukherjee. Este médico está convencido de que con la dieta se podrá cambiar radicalmente el comportamiento de las células del cáncer.
MÁS INFORMACIÓN
En la web donde presentan su proyecto definen la comida «como combustible para nuestros cuerpos y también para el cáncer». Con la iniciativa española, utilizan la dieta de precisión en combinación con el tratamiento médico, casi convirtiendo la dieta en un fármaco más.
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