Descontento en las Fuerzas Armadas por el caos en la gestión de la DANA
«Da la sensación de que no hay nadie al volante», denuncian efectivos desplegados sobre el terreno
Atascos entre equipos, choque de voluntarios y militares buscando mapas
Los refuerzos del Ejército trabajan ya para recuperar la zona cero tras el desastre por la DANA
![Militares patrullando ayer en la playa valenciana de L'Arbre del Gos](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/11/14/DAMBin(42)-RUcHS7SBQFp3vDoFEnLZaYJ-1200x840@diario_abc.jpg)
La DANA que hace ya más de dos semanas asoló muchas localidades de la Comunidad Valenciana ha tenido como respuesta un despliegue sin precedentes de fuerzas de seguridad, militares, equipos de emergencias y voluntarios. Una actuación de decenas de millares de personas que ... sin embargo no se traduce en efectividad, según denuncian quienes están sobre el terreno.
Esta situación ha provocado mucho descontento entre los propios equipos de ayuda que se han desplazado a Valencia, que ven que no están pudiendo desplegar todas sus capacidades como consecuencia de la falta de coordinación. Pero también entre los vecinos de las zonas más afectadas, cuyo enfado con la falta de eficacia en las tareas de ayuda aumenta según avanzan los días y ven cómo sus calles siguen enfangadas.
El malestar es especialmente palpable en las Fuerzas Armadas, una institución con una estricta organización y jerarquía que ve ahora cómo su labor choca con la de otros cuerpos que han acudido a la emergencia. «Da la sensación de que no hay nadie al volante», reconoce a ABC un efectivo militar desplegado sobre el terreno. «Parece que no hay nadie mirando el mapa desde arriba», abunda un segundo para describir la falta de control en las labores de recuperación tras la tragedia. Lo atribuyen no al seno de las Fuerzas Armadas, sino a la coordinación global de las tareas.
Como trasfondo de este escenario está la decisión del Gobierno de no declarar la situación de emergencia nacional, pese a que el Departamento de Seguridad Nacional era consciente de la gravedad del temporal que se avecinaba, como ha atestiguado ABC de los avisos y reuniones convocadas por el organismo encargado de asesorar al presidente del Gobierno.
Numerosos miembros de las Fuerzas Armadas -sin desvelar su identidad quienes están en activo y con nombre y apellidos los ya retirados- defienden que el Gobierno debería haber asumido en primera persona el mando de la catástrofe para centralizar la coordinación de la emergencia. «Un mando civil no tiene Estado Mayor y no tiene experiencia para gestionar equipos de miles de efectivos, eso es lo que sabemos hacer los militares», detalla un general en la reserva que ha ostentado importantes puestos de responsabilidad en la cúpula militar.
La UME y sus enemigos
Pero el malestar en el seno del Ejército no es solo en lo referente a que se debería haber declarado la emergencia nacional. Es más de fondo. En ese fondo está el mando de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Desde que entró en vigor la orden ministerial 160 de 2019 por la que la UME pasaba a depender directamente de la ministra de Defensa, esa dependencia ha mermado la efectividad de esta unidad. De hecho, fuentes militares consultadas por ABC aseguran que no está ejerciendo como debería de mando único en el siniestro.
Y es que es la UME, su dependencia poco operativa de Robles, y su papel limitado en Valencia lo que están aprovechando no pocos detractores de esta unidad para criticar su existencia y tratar de controlarla desde el Estado Mayor de la Defensa y con el jefe del mismo (Jemad) por encima. Toda esta situación interna hace que la Unidad Militar de Emergencias no esté ejerciendo como el mando único que es y de ahí los problemas de caos y descoordinación.
Y hay varios ejemplos, mencionan las citadas fuentes militares. Una prueba de esa descoordinación es el hecho de que el Rey visitase el martes varios puestos de mando además del de la UME, como el de Transmisiones del Ejército de Tierra, el del Ejército del Aire y otro en el buque Galicia en el puerto: «Múltiples puestos de mando sin capacidades reales, sólo para figurar».
Respecto a todo este mar de fondo, precisamente en una comparecencia en el Senado, Margarita Robles se afanó ayer en explicar el mecanismo de actuación de las Fuerzas Armadas ante una emergencia. «No nos encontramos en una operación militar, es una operación de emergencias en la que participan fuerzas militares», reivindicó la ministra del ramo.
Amplio despliegue
Actualmente hay desplegados sobre el terreno más de 8.600 miembros de las Fuerzas Armadas: 2.100 de la UME, 5.000 del Ejército de Tierra, 1.000 de la Armada y unos 500 del Ejército del Aire y del Espacio. Todos ellos, de unidades especializadas y tan diversas como operaciones especiales, infantería de marina, helicópteros o zapadores, están dirigidos por el jefe de la UME, el teniente general Javier Marcos. La Ley del Sistema Nacional de Protección Civil otorga a la UME las competencias en materia de protección civil, también en caso de emergencia nacional. La pregunta en definitiva, ante todo este caos, es quién manda a los militares desplegados en Valencia.
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