La Cumbre del Clima afronta su momento más crítico con un borrador de acuerdo «inaceptable»
El secretario general de la ONU pide a los países moverse de sus posiciones iniciales para lograr un consenso
La clave de la Cumbre del Clima de 2024 se llama dinero
![El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la COP29](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/11/21/guterres-ok-RFoSnujFuk4niD731135sXP-1200x840@diario_abc.jpg)
La Cumbre del Clima que se celebra en Bakú (Azerbaiyán) ha llegado a su recta final sin un acuerdo a la vista. A menos de 36 horas de que termine oficialmente, los casi 200 países presentes siguen sin encontrar un consenso en torno a cuestiones clave de la COP29, como quién pagará, cuánto y cómo para ayudar a las economías en desarrollo a reducir sus emisiones de carbono y adaptarse a los peores impactos del aumento global de las temperaturas.
Tras semana y media de negociaciones, la presidencia de la cumbre ha publicado los textos base para un acuerdo, los que supuestamente deberían reflejar el trabajo hecho hasta ahora y auspiciar el mayor consenso posible. Pero no ha sido así. En las cuestiones clave sobre la financiación el texto no reflejaba ninguna cifra concreta para actualizar los 100.000 millones que se aportan ahora anualmente. El texto, eso sí, hablaba de «billones», que es la cifra aproximada que reclaman los países en desarrollo.
Esta base negociadora también mantiene abierta la base de donantes para estos fondos, quién paga, y cómo se hará. De hecho, al cierre de esta edición había dos opciones sobre la mesa. La primera una prevé que el dinero provenga exclusivamente de las naciones desarrolladas. La segunda propone «aumentar» los fondos a partir de «todas las fuentes de financiación» procedentes de todos los países.
Críticas
Las críticas llegaron por todas partes. El enviado estadounidense para el clima, John Podesta, dijo estar «profundamente preocupado» por los textos. «No voy a edulcorarlo», reaccionó el comisario de clima de la UE, Wopke Hoekstra, quien encabeza la delegación comunitaria. «Es claramente inaceptable tal como está ahora», criticó sobre un texto que ahora no es «equilibrado».
La postura de la UE es clara desde hace ya varias cumbres climáticas: hay grandes economías que hasta ahora no han contribuido a la financiación climática que deben comenzar a hacerlo. Es el caso de China, actualmente el mayor emisor de CO2 del mundo; pero también algunos estados con economías consolidadas gracias a los combustibles fósiles, como son los países del Golfo –Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Catar o Kuwait–. Mientras no se decidan las fuentes de financiación, que en opinión de la UE también deberían abrirse anuevas fuentes como actores privados o nuevos impuestos, los Veintisiete tampoco están poniendo cifras concretas de aportaciones financieras. Cada uno guarda sus cartas.
Pero la propuesta de la presidencia también resultó inaceptable para una amplia variedad de países con intereses contrapuestos. «El texto actual contiene muchos elementos que no son satisfactorios ni aceptables para China», dijo Xia Yingxian, un funcionario chino, según informa AFP. Para el grupo de países subdesarrollados, agrupados en el G77, resultó decepcionante que no haya una cifra concreta para la financiación climática. Es su objetivo: salir de la COP29 con una cifra clara sobre cuánto dinero recibirán a partir de 2025 o al final de la década. Apuntaron a que se necesita una meta de movilización de «al menos» 500.000 millones de dólares anuales.
Con unas posturas tan alejadas a punto de concluir la cita, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, viajó a la COP29 para intentar dar un impulso a las negociaciones. No es raro que lo haga, sino ya casi una tradición, ya que es normal que a estas alturas las negociaciones encallen. «La COP29 está ahora en su punto más crítico, pero el fracaso no es una opción», afirmó Guterres. Sin embargo, el secretario genreal reconoció que muchos países están todavía en sus posiciones iniciales, defendiendo las mismas reclamaciones con las que llegaron a la cumbre, cuando es el momento de ceder y buscar un punto de encuentro. Es el momento de cartas sobre la mesa, instó, porque todavía quedan muchas «diferencias sustanciales».
Y aunque el dinero es la clave en esta cumbre, de forma paralela hay otro reto. Se trata de los trabajos para reducir emisiones de efecto invernadero y dejar atrás los combustibles fósiles. El año pasado, en la Cumbre del Clima de Dubái los países acordaron iniciar el camino hacia el abandono de los combustibles fósiles. Ahora no existe esa mención. «El Grupo Árabe no aceptará ningún texto que se dirija a sectores específicos, incluidos los combustibles fósiles», dijo Albara Tawfiq, un funcionario saudí que habló en nombre del bloque.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete