Los coptos suspenden el diálogo teológico con el Vaticano para distanciarse de la bendición de parejas gais
La Iglesia ortodoxa rusa estudia una declaración contra la medida
La bendición de parejas gais divide a los obispos católicos
Las relaciones ecuménicas entre la Santa Sede y otras Iglesias cristianas, como los coptos y algunos ortodoxos, atraviesan un momento delicado a causa de la bendición «informal» a parejas homosexuales que el Papa Francisco autorizó en diciembre. A pesar de que el Pontífice pone ... como condición que no se confundan con una boda y asegura que se bendice a las personas y no su relación sexual, temen que la apertura sea un paso hacia su equiparación con el matrimonio.
Desde hace semanas, el Sínodo de la Iglesia ortodoxa rusa estudia una posible declaración oficial contra la medida de Roma. Mientras tanto, como gesto de protesta y de presión, esta semana la Iglesia copta de Egipto ha suspendido el diálogo teológico con el Vaticano a causa de estas bendiciones.
«Tras consultar con las Iglesias hermanas de la familia ortodoxa oriental, se decidió suspender el diálogo teológico con la Iglesia católica, reevaluar los resultados que el diálogo ha cosechado desde su inicio hace 20 años, y establecer nuevas normas y mecanismos para que el diálogo continúe», anunció desde Egipto el sínodo de la Iglesia copta, a la que pertenecen unos 30 millones de cristianos.
Con la declaración 'Fiducia supplicans' del pasado 18 de diciembre, el Papa Francisco autorizó que se imparta la bendición a parejas homosexuales siempre que no cause escándalo, no se confunda con una boda, se realice fuera de ceremonias y de modo breve.
A pesar de las aclaraciones, la Iglesia copta considera que la bendición supone legitimar los comportamientos homosexuales. Sin embargo, en el texto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y en las explicaciones posteriores del cardenal Víctor Manuel Fernández y del Papa no figura ninguna justificación moral de la homosexualidad.
Encuentros aplazados sin fecha
La decisión se veía venir desde hace semanas. Ya el 26 de enero se aplazaron discretamente «sin fecha» los trabajos de la Comisión mixta entre la Iglesia católica y las Iglesias orientales ortodoxas a causa de la dificultad de continuar avanzando en el diálogo teológico por este cambio. Aparte de los coptos, el grupo incluye a otras cinco Iglesias ortodoxas de tradición no bizantina, como las armenias o eritreas, y reúnen a un total de 60 millones de personas.
Según el informe de aquella reunión celebrada en Roma, a finales de diciembre, el copto obispo Kyrillos, envió al Vaticano en nombre de estas Iglesias una 'Solicitud de aclaraciones de acerca del documento 'Fiducia supplicans'. «Habiendo recibido una respuesta escrita no oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, los miembros ortodoxos orientales la consideraron insuficiente y pidieron más aclaraciones, debido a la probabilidad de que esta cuestión pueda ser debatida por muchos de sus Santos Sínodos», recoge el informe.
Tradicionalmente, cuando concluían sus reuniones, fijaban la fecha y el lugar que acogería la sesión sucesiva, pero en esta ocasión han decidido no convocarla, pues en la práctica el diálogo se ha suspendido. Por ahora, la decisión solo la ha confirmado la Iglesia copta.
Valoración negativa de la Iglesia ortodoxa rusa
Si no hay sorpresas, la próxima condena explícita llegará probablemente desde Moscú. En un discurso a la duma del pasado 28 de enero, el Patriarca de Moscú Kirill describió a Occidente como el lugar donde «se bendicen las uniones homosexuales».
El sínodo de la Iglesia ortodoxa rusa está estudiando una «evaluación» sobre 'Fiducia Supplicans' preparada por su comisión bíblica y teológica y entregada a Kirill el 20 de febrero. El ex ministro de exteriores del Patriarcado ruso, el metropolita Hilarión, ya ha adelantado la conclusión: «Bendecir a parejas del mismo sexo, desde nuestro punto de vista, está en contradicción radical con la doctrina moral cristiana. Fuimos unánimes en concluir que este documento refleja una grave desviación de las enseñanzas morales cristianas».
Hilarión, normalmente moderado cuando se refiere al Vaticano, dijo en una entrevista realizada por Rod Dreher que «si somos realistas, ya no se puede esperar que haya una futura unión entre ortodoxos y católicos». Asegura que la bendición de parejas homosexuales «no nos acercará, sino que creará nuevas líneas de separación».
En el caso de la Iglesia ortodoxa rusa, el diálogo oficialmente no existe, por lo que tampoco se suspende. Pero a ninguna de las dos partes le interesa que se tensen aún más las ya delicadas relaciones.
En enero, el Papa Francisco admitió excepciones a esta nueva norma, por ejemplo, en África, donde en muchos países la homosexualidad es considerada un delito. Los obispos africanos, en bloque, aseguraron que no la pondrán en práctica por cuestiones culturales y para no «exponerse a escándalos».
Además, en una reunión con el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, explicó que la medida debía considerarse «en el contexto de la evangelización». Luego subrayó que «estas bendiciones, fuera de cualquier contexto y forma litúrgica, no requieren la perfección moral para ser recibidas» y que «cuando una pareja se acerca espontáneamente para pedir la bendición, no se está bendiciendo la unión, sino simplemente a las personas que juntas la han solicitado».
Este jueves, el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y «relator general» del próximo Sínodo sobre la sinodalidad, aseguró que 'Fiducia supplicans' no será abordada en el sínodo. La describió como un «documento pastoral, no doctrinal», y la consideró «muy importante y bella, pues recuerda que Dios ama a todos, incluso a los que están en situación irregular».
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