Condenada a cadena perpetua una pareja alemana por matar a palos a dos mujeres ucranianas para secuestrar a su bebé
Las víctimas son una joven de 27 años y su madre de 51, a las que los responsables drogaron antes de asesinarlas
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Un tribunal alemán ha condenado este lunes a cadena perpetua a un matrimonio por matar a dos refugiadas ucranianas, madre y abuela de una recién nacida a la que planeaban secuestrar y hacer pasar por suya.
La pareja, parcialmente identificada por los medios de comunicación alemanes como Marco O., de 43 años, y su esposa Ina, de 45, fue detenida en marzo, una semana después de los asesinatos en los que las mujeres fueron apaleadas hasta la muerte.
Los jueces de la ciudad de Mannheim han destacado la gravedad del crimen, que hace menos probable una puesta en libertad anticipada tras un mínimo de 15 años, de acuerdo con un portavoz del tribunal.
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La motivación de la pareja para cometer el asesinato era su «deseo largamente incumplido de tener una hija», según los fiscales. Ya en marzo de 2023, la pareja inició los preparativos para secuestrar a un bebé que poder presentar como propio.
Para llevar a cabo su plan, la esposa se unió a un grupo de la aplicación de mensajería Telegram para organizar el apoyo a los ucranianos que huían de la invasión rusa. A través de esta plataforma, la pareja entró en contacto con una mujer ucraniana de 27 años, llamada Margarita R., que esperaba una hija y buscaba ayuda con las traducciones.
Poco después del nacimiento de la niña, Mia, la pareja alemana organizó una cena con la madre de la pequeña; su madre, una mujer de 51 años llamada Maryna S., y la recién nacida. En el encuentro, la pareja suministró sedantes a las víctimas, de acuerdo con la Fiscalía.
Cuando la abuela de la pequeña comenzó a encontrarse mal, la pareja se ofreció a llevarla al hospital y a dejar a la madre y al bebé a casa. Sin embargo, el marido trasladó a Maryna a un lago, donde la apaleó hasta matarla y arrojó su cuerpo al agua.
Al regresar, la pareja explicó a la madre de la niña que la abuela había sufrido un ataque al corazón y estaba en el hospital. Ahora bien, en vez de llevar a la mujer y a su hija al centro sanitario, la trasladaron a una zona junto al río Rin, cerca de Hockenheim. Allí, el hombre mató a la joven, que seguía aturdida por las drogas, de «al menos tres» golpes en la cabeza, según la Fiscalía.
La pareja prendió fuego al cadáver y regresó a casa con la niña, que en ese momento tenía cinco semanas y fue encontrada ilesa por la Policía. Según el diario Bild, Mia, que ahora tiene un año, ha sido acogida por la hermana menor de su madre y el marido de esta, que viven en Ucrania.
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