Comienza el rescate de la beluga del río Sena
Será trasladada por tierra a una piscina de agua salada donde los investigadores esperan saber más sobre lo que realmente le ocurre al cetáceo
Este martes 9 de agosto está prevista la operación a gran escala para propiciar el regreso a mar abierto de la beluga que desde hace días ascendió el río Sena hasta que se estancó en una reclusa. «Nos parecía posible pensar en el transporte al mar» , explicó este lunes Isabelle Dorliat-Pouzet, secretaria general de la prefectura de Eure. «Los veterinarios e investigadores han indicado que se puede intentar. Estamos trabajando duro en ello. Nuestro objetivo es extraerla lo antes posible», añade.
La ballena se localiza entre las presas de Poses y Saint-Pierre-la-Garenne, a unos 70 kilómetros al noroeste de París, muestra signos de enfermedad desde que fue avistada el pasado martes.
Para financiar este insólito rescate, al que ya nombrado como «Operación última oportunidad», la ONG Sea Shepherd ha apelado a la generosidad del pueblo francés y ha lanzado un crowdfunding en la plataforma Hello Asso con el que han recaudado más de 10.000 euros en pocas horas. La ONG también ha desembolsado 30.000 euros de su propio presupuesto dedicados a campañas de sensibilización.
La idea del equipo, liderado por la responsable de la ONG Lamya Essemlali, es llevar a la beluga por vía terrestre a una cuenca de agua de marina cuya localización no ha sido revelada. Las dificultades son considerables, y aunque es una especie muy resistente, es probable que el camino estrese aún más al animal que pesa 800 kilogramos. Seguramente la beluga realice el viaje despierta, ya que la sedación es peligrosa para estos animales que necesitan estar despiertos para inhalar aire.
«Hoy es un gran día para la beluga y para todos los que han participado en su rescate», dijo Sea Shepherd Francia en un tweet.
Los servicios de rescate franceses y expertos medioambientales trabajan en el caso desde el pasado miércoles 3 de agosto. La gran operación que se desarrollará en pocas horas consistirá en trasladar a la beluga, que se encuentra a más de 150 km del mar, a una cuenca o tanque de agua salada, mejor adaptada a su fisiología, donde según los responsables su estado será monitorizado y el animal podrá beneficiarse de vigilancia y cuidados médicos. Una vez esté allí, los investigadores determinarán si padece una enfermedad que le impide alimentarse y si se puede ayudar al animal para finalmente devolverlo a su hogar, el frío mar Ártico. La beluga lleva dos días rechazando la comida que se le ha proporcionado, su desidia ante alimentos como calamares o arenques, su delgadez y su color preocupan.
Este lunes los investigadores rechazaron realizarte una eutanasia al cetáceo puesto que respondía a estímulos y sus movimientos indicaban que el animal aun no estaba moribundo, pero igualmente informaron que dada la contaminación y la temperatura del agua de la reclusa donde se encuentra pueden quedarle entre 24 y 48 horas de vida. Es por eso que la rapidez de la actuación es crucial para salvarla y evitar que corra el mismo destino que una orca que hace apenas seis semanas, fue hallada inerte en el Sena en un paraje solitario, entre Rouen y Le Havre, después de que intentarán también salvarla.
En septiembre de 2018, una beluga fue vista en el río Támesis cerca de Gravesend, al este de Londres, durante unos días, en lo que fue entonces el avistamiento más meridional de una beluga hasta ahora.
Las belugas son una especie muy importante para la supervivencia de muchas de las comunidades de nativos del Ártico y son un excelente indicador de los cambios climáticos debido a su dependencia con el ciclo de formación y recesión del hielo.
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