El colegio balear que marca la casilla a escondidas de los padres: «Nos imponen a traición el catalán»
Una madre de Mallorca denuncia que no ha podido elegir la lengua de primera enseñanza
La «angustiosa» segregación del catalán: «Me sacaban de clase para obligarme a aprenderlo»
«Aquí alguien miente: el colegio o la Inspección Educativa», sostiene Marta (nombre ficticio). Esta madre mallorquina escolarizó a su hija de tres años en el centro concertado Santa María de Palma este curso 2024-25 pero denuncia que no ha podido elegir castellano como lengua de primera enseñanza porque el centro escolar ni le informó ni le dio opción.
Ella es una de las 25 familias suplantadas por este centro escolar concertado, que incumplió la orden del Gobierno balear de Marga Prohens al no ofrecer la elección de lengua en las hojas de matrícula y usurpó la voz de los padres imponiendo el catalán a todos los nuevos alumnos, entre ellos a su hija menor. En junio, varios centros de Baleares burlaron la orden del consejero de Educación que obligaba a incluir las dos casillas –castellano o catalán– en las hojas de inscripción.
La consejería activó a la Inspección Educativa tras recibir la denuncia de la asociación PLIS. Educación. Ha pasado el verano y hay colegios que han empezado el curso sin rectificar. «Nadie nos ha dicho nada; el centro nos veta la posibilidad de estudiar también en castellano», se queja esta madre que posa de espaldas para ABC y pide usar un pseudónimo para conservar su anonimato. Según los datos oficiales aportados a Educación, el colegio Santa María informó falsamente a la consejería de que los 25 padres de 4º de infantil habían escogido enseñanza en catalán, cuando lo cierto es que ni siquiera se les preguntó. La misma treta utilizaron en el colegio Sagrado Corazón de Palma. Y hay otros 136 centros 'sospechosos' donde no se ha registrado ninguna petición de castellano, pese a que algunos de ellos están en zonas con alta inmigración. La Inspección Educativa, en teoría, ordenó a estas escuelas insumisas que localizaran a todos los padres que no pudieron elegir lengua, bien por teléfono o por correo, para ofrecerle este derecho recuperado por el Gobierno de Marga Prohens tras suprimirlo la expresidenta socialista Francina Armengol. «A día de hoy, nadie nos ha llamado; al parecer eligieron catalán por mí a escondidas, con traición y premeditación en una decisión tan importante», denuncia Marta, que quiere que su hija estudie «también en castellano» –recalca– en contra del modelo de inmersión lingüística.
La progenitora muestra el extenso formulario de matrícula del CC Santa María donde no hay ni rastro de casilla de español. Asegura que nadie del centro les ofreció la lengua de primera enseñanza «ni durante las vacaciones de verano ni ahora al inicio de curso». El uso del castellano en este colegio se reduce a la clase de Lengua Castellana y Matemáticas: «Son los únicos libros en castellano», apunta la madre. Todas las comunicaciones son exclusivamente en catalán. «En la primera reunión nos dejaron claro que era la lengua vehicular», recuerda.
Marta afirma que lo que está haciendo el colegio es «ilegal y demuestra una falta total de ética y profesionalidad». «Un centro escolar no debería poder decidir de forma unilateral el futuro de mi hija», apostilla. Preguntado por este diario, el centro Santa María de Palma ha guardado silencio.
Para la denunciante, parte del problema es la actuación «tibia» de la Inspección Educativa que aunque debía garantizar el derecho de elección de los padres, «está claro que no lo ha hecho». Le llama la atención que la matrícula fuera presencial y no se pudiera hacer de forma telemática, algo que habría permitido a la Consejería llevar un control de la elección de lengua. A preguntas de este diario, la Consejería de Educación explica que, tras tener quejas durante el periodo de matrícula, se activó a la Inspección Educativa y se recordó a los centros «las directrices de que los padres han de poder elegir [lengua de primera enseñanza] y la obligatoriedad por parte de los centros escolares de disponer de los documentos firmados por las familias».
Riesgo de señalamiento
Posteriormente, «cada centro procedió como consideró –llamando por teléfono uno a uno a los padres o contactando por correo electrónico…– y éstos de nuevo informaron a la Consejería» de la supuesta elección de lengua de las familias. «Si hay padres que dicen no haber podido elegir, deben solicitarlo en el propio centro, que les ha de facilitar el formulario, e informar de nuevo a la Consejería», apuntan desde el departamento del consejero de Educación, desde donde no tienen conocimiento de que existan quejas al respecto.
En cualquier caso, pide que lo trasladen a la propia consejería o al departamento de Inspección Educativa en caso de tenerlas. «¿Cómo voy a pedir al colegio lengua si ya me denegaron el formulario en castellano?», responde Marta que recuerda que es la consejería quien debe hacer cumplir sus propias normas y no exponer a los padres a reivindicar sus derechos «y quedar señalados». El pasado 27 de junio, Escuela de Todos, plataforma a la que están adheridas PLIS y Sociedad Civil Balear, pidió que repitiera el proceso de matrícula para las familias afectadas con un nuevo impreso que incluyera la casilla de elección de lengua. En teoría, todos ellos rectificaron a instancias de Inspección y aseguraron haber cumplido con la elección de lengua. Ahora esta madre ha destapado la mentira, al menos, en el colegio Santa María de Palma.
«Te obligan a ir a la privada, porque irte a la pública es aún peor»
Ante esta situación, Escuela de Todos, que integra a PLIS y Sociedad Civil Balear, ha enviado un requerimiento al consejero Antoni Vera solicitando que se identifique a los centros que siguen sin cumplir la orden del consejero y que se repita la matrícula.
El requerimiento, al que ha accedido ABC, reclama a Vera que ante la «inactividad de la Administración educativa» proceda a asegurar que todos los centros de las Islas Baleares faciliten un modelo a los representantes legales de los alumnos matriculados o en proceso de matriculación que permita «de manera simple» elegir la lengua de escolarización oficial (catalán o castellano) durante la primera enseñanza. Marta se plantea la posibilidad de cambiar de colegio el próximo curso. «Te obligan a ir a uno privado, si lo puedes pagar, claro, ya que irte a un público es aún peor»
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