Las clarisas cismáticas reconocen contactos con el obispo excomulgado desde 2023
Las monjas rebeldes afirman tener autonomía para vender su convento
La revuelta de las monjas de Belorado: el obispo testaferro, una trama inmobiliaria y la superiora díscola
![La foto que la comunidad de Belorado ha subido a redes sociales este miércoles en la que aparecen sólo 10 de ellas, junto a familiares y el cura barman](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sociedad/2024/05/15/monjas-belorado-RUOIFwfRL3QnZDXqj93yMJI-1200x840@diario_abc.jpg)
Mientras desde el arzobispado de Burgos abogan por ser «cautos» y buscan la vía para abrir un «diálogo» que permita «reconducir la situación», desde el convento de Belorado (Burgos) las clarisas reafirmaron su posición de ruptura total con la Iglesia católica en la primera entrevista que ofrecieron a un medio de comunicación. Para la abadesa de la comunidad, sor Isabel de la Trinidad, el Papa Francisco es un «usurpador» y no reconocen la legitimidad de ningún Pontífice desde Pío XII.
En una entrevista realizada por Ana Rosa Quintana, en su programa 'TardeAR' de Telecinco, la responsable de la comunidad cismática ha reconocido que mantienen contactos con la Pía Unión de San Pablo Apóstol, del obispo excomulgado sedevacantista Pablo de Rojas, «desde marzo de 2023», cuando un contactó «con un seglar, del que yo no tenía ningún conocimiento, pero que hablaba de la Iglesia católica 'de siempre' y que después resultó pertenecer a la Pía Unión de Santiago Apóstol». El directo le ha jugado una mala pasada a la religiosa que ha confundido el nombre de la entidad a la que han confiando la dirección espiritual de su monasterio.
De esta forma, como ya adelantó ABC este miércoles, se confirma que la decisión de separarse de la Iglesia católica se venía fraguando desde hace tiempo y que, detrás, se encontraba la organización del obispo excomulgado Pablo de Rojas, cuyos postulados al asumido por completo en el documento de 70 páginas que hicieron público el lunes cuando anunciaron su ruptura con el Papa y la Iglesia.
Además, las religiosas han demostrado ser conscientes de que la comunidad de Belorado es una entidad 'sui iuris', es decir, con derecho propio para manejar sus asuntos jurídicos, por lo que, tras la ruptura con Roma, dejan de estar bajo el derecho canónico y tiene potestad absoluta para vender o comprar bienes sin el necesario permiso del Vaticano para las operaciones de más de un millón y medio de euros. Ante la pregunta de si ahora iban a vender el convento de Derio, la religiosa ha contestado: «Eso espero».
#Exclusiva | Entramos en el convento de las monjas clarisas que han roto con la Iglesia: «No creemos que el Papa de Roma sea Papa» #TardeAR15M https://t.co/sae2C6BRPj
— TardeAR (@TardeARtv) May 15, 2024
Antes, de la entrevista a la comunidad religiosa, la corriente liderada por el falso obispo Pablo de Rojas ya había realizado unas declaraciones, cada vez más enconadas, que apuntaban personalmente al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, quien estaba el frente de la diócesis de Bilbao cuando el líder de esta secta fue excomulgado en 2019. «Es una inquina personal del señor Iceta» ante «unas monjas que le han plantado cara y no han sido sumisas como otras», cargó ayer quien se hace llamar «don José», el barman Francisco Ceacero reconvertido a 'cura' impostor y autocalificado como «asesor espiritual».
Autoerigido también en portavoz que desfila ante los medios venciendo la clausura física en la que sí viven las religiosas, acusó incluso a la actual Iglesia de estar formada por «estafadores que se dedican a quitar inmuebles y a engañar a la gente y a hundir a miles de personas». Y apuntó entre ellos directamente a Iceta, de quien señaló que la relación con la abadesa, sor Isabel de la Trinidad y cuyo mandato expiraba el próximo día 29 sin posibilidad de prórroga, «no es nueva» y el «malestar» entre ellos venía de lejos. La ruptura con Roma también paraliza el proceso y sor Isabel seguirá siendo la abadesa.
Desde el arzobispado seguían ayer intentando comunicarse con el convento, con el que, aseguraron, hasta ahora tenían «una relación normal». Pero la abadesa «no» coge tampoco su teléfono personal a monseñor. Así que su postura es seguir apelando a la cautela, a la espera de recibir oficialmente la carta de renuncia. Sólo tienen lo que las monjas titularon 'Manifiesto católico', firmado únicamente por la superior, así como la carta del obispo impostor aceptándolas «bajo» su jurisdicción, junto a las de Orduña, pertenecientes a la comunidad y hacia donde viajaron dos de ellas.
Y quieren certificar que todas están de acuerdo -al menos dos se han marchado-. Si llega a corroborarse la marcha, incurrirían en delito de cisma, según el derecho canónico, y llevaría consigo la excomunión. Pero, subrayan, este proceso es «individual», por lo que deben hablar «con todas» y, además, no se aplica de un día para otro y ofrecen la «opción de retractarse». Desde la diócesis tienen sobre todo dudas de que también las mayores estén de acuerdo en esta espantada que supone no reconocer a Papas más allá de Pío XII, renegar del Concilio Vaticano II (1962) y defender que sólo la suya es la «Iglesia católica» y la otra es la «conciliar». De hecho, algún familiar ha trasladado su «preocupación» por la situación de su tía, ya mayor, que llevaba años siendo monja y dudan que «quiera morir siendo una cosa que ella no eligió ser», de confirmarse la salida.
«Paciencia»
Sin ser tan críticas, pero firmes en su postura, las religiosas se manifestaban vía redes sociales, en las que ya se manejaban para vender sus afamados chocolates. Lo hacían desde su nuevo perfil y página web (Te hago luz), casi 48 horas después de «sorprender» a los vecinos de esta localidad burgalesa. Sor Sión –cuarta discreta del organigrama que encabeza la abadesa y a quien muchos apuntan como cabecilla de la revuelta– ponía voz a las clarisas.
«¡Paz y bien, hermanos!», arranca el primero de los vídeos en los que quieren, dicen, responder a «la preocupaciones». «Estamos bien», recalca, además de tirar de ironía en una foto muy sonrientes junto a otras compañeras, familiares y el falso 'cura': «Hermanas llamadas 'cismáticas encerradas, secuestradas manipuladas y alejadas de sus familias».
MÁS INFORMACIÓN
- Dieciséis monjas de Burgos abandonan la Iglesia católica por no dejarles vender su monasterio
- El chocolate de las monjas rebeldes de Burgos: 50 euros los 400 gramos y servido en restaurantes Michelin
- Los motivos tras la ruptura con la Iglesia de 16 clarisas de Burgos que se unen a un obispo excomulgado
También saludan en otra grabación. Subraya que su «deseo» es «ser fieles a la verdad de Cristo». «No nos vamos de la Iglesia», dice, en su empeño de afirmar que ellas están en la 'auténtica' Iglesia católica, mientras que los fieles a Roma -cerca de mil quinientos millones de personas según el último Anuario Pontificio- pertenecerían a lo que ellas llaman 'Iglesia conciliar', en alusión a que han abrazado los postulados del Concilio Vaticano II, de los que ahora las religiosas reniegan. En el vídeo piden «paciencia» y avanzan que irán «explicando» su posición. «Rezad, que es lo importante para que el señor nos ilumina todos el corazón», apela en otro mensaje.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete