Cadena perpetua a la madre griega que asesinó a sus tres hijas
Rula Pispirigu ha sido condenada a tres cadenas perpetuas por el filicidio más espeluznante de la historia reciente del país
El niño salvaje que se crio solo en el bosque y se convirtió en la mayor amenaza de la Antigua Roma

Rula Pispirigu, bautizada por los medios griegos como «la Medea contemporánea», —en referencia al personaje mitológico que mató a sus hijos para vengarse de Jasón, su marido, y que fue inmortalizada por Eurípides en una de sus tragedias— ha sido condenada por el asesinato de sus dos hijas pequeñas: Malena, de tres años de edad e Írida, de tan solo seis meses. Estas dos cadenas perpetuas se suman a la que Pispirigu recibió hace menos de un año por el asesinato de su hija Georgina, la mayor de las hermanas, de nueve años.
La emisión de la sentencia, este martes, ha puesto fin a uno de los casos más mediáticos y espeluznantes del país en las últimas décadas, así como a un juicio que, debido a su gran complejidad, se ha prolongado más de doce meses. Finalmente, los magistrados respaldaron el argumento de la fiscal, quien afirmaba que la condenada actuó movida por la obsesión y los celos hacia Manos Daskalakis, padre de las niñas, «para mantener a su esposo cerca», y que cometió los tres crímenes de manera «meticulosa y calculadora».
La fiscal del caso, Vasilikí Dimopulu, ha denunciado las presuntas negligencias de los médicos forenses que investigaron las muertes de las niñas, lo que retrasó la presentación de cargos contra Pispirigu. Además, la Fiscalía está analizando los informes de cinco forenses para esclarecer un posible delito de falso testimonio.
Malena fue asesinada en 2019 mientras recibía tratamiento en un hospital de la ciudad de Patras, al noroeste del Peloponeso, por leucemia; la menor de las tres hermanas Írida murió mientras dormía en su cuna en el año 2021 y la mayor de las tres hermanas falleció en el año 2022 mientras se encontraba hospitalizada. Georgina también había sido ingresada en el mismo hospital en abril de 2021 tras sufrir unas convulsiones que la dejaron tetrapléjica.
Durante el juicio por el asesinato de Georgina, los jueces determinaron que Pispirigu habría intentado, sin éxito, matar a la niña en 2021 y que aprovechó el nuevo ingreso en 2022 para envenenarla con ketamina, un sedante comúnmente usado en clínicas veterinarias y que la acusada había comprado por Internet. Según investigaciones, Malena falleció debido a una insuficiencia hepática y, aunque en un primer momento se pensó que la pequeña Írida había falleció debido a un paro cardíaco, un estudio posterior reveló que la bebé había sido asfixiada con un pañuelo.
Pispirigu siempre ha defendido su inocencia y negado tener cualquier relación con la muerte de sus tres hijas. Por ello, ha apelado la sentencia y se espera que el próximo mes de mayo los tribunales se pronuncien en relación a la apelación interpuesta por la acusada por el caso de Georgina. Por su parte, el padre de las tres niñas, se presentó como acusación particular.
Durante todas las vistas orales del juicio, tuvieron que incrementarse las medidas de seguridad, llegando incluso la acusada a llevar chaleco antibalas, debido a las amenazas de muerte anónimas que Pispirigu ha recibido desde que comenzó el proceso judicial. La vivienda donde vivía la familia también ha sido vandalizada en varias ocasiones durante los meses que ha durado el juicio.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete