El asesinato de una niña de 12 años sacude Colombia y reaviva el debate sobre la cadena perpetua

La indignación en Colombia sigue en aumento a medida que se conocen más detalles sobre el brutal asesinato de Sofía Delgado Zúñiga, una niña de tan solo 12 años cuyo cuerpo fue hallado en un campo de caña de azúcar en Candelaria, al suroeste del país. Sofía había desaparecido el 29 de septiembre, cuando salió de su casa en Villagorgona, Valle del Cauca, para comprar champú para su mascota. Sin embargo, lo que comenzó como un simple encargo se convirtió en una tragedia que ha conmocionado a toda la nación.

El asesino confeso de este crimen atroz es Brayan Campo, un hombre de 32 años que trabajaba en una clínica veterinaria donde, además de atender animales, vendía alimentos para perros, gatos, pájaros, conejos y peces. Campo fue detenido tras convertirse en el principal sospechoso, y, según reveló EFE, en su declaración aceptó los cargos de feminicidio agravado, secuestro simple agravado, secuestro simple tentado agravado y ocultamiento, alteración y destrucción de material probatorio. «El procesado aceptó de manera libre y voluntaria los cargos en su contra, y deberá cumplir medida de aseguramiento en centro carcelario», informó la Fiscalía en un comunicado.

La desaparición de Sofía desencadenó una intensa búsqueda que involucró a más de 100 miembros de la Policía y otros cuerpos especializados, incluyendo la Sijín, el Gaula y la Fiscalía, quienes desplegaron drones y utilizaron incluso una alerta de la Interpol. La colaboración de la comunidad y las declaraciones de testigos resultaron fundamentales para dar con el culpable. «Empezamos con dos hipótesis. La primera información que conocimos fue la presencia de un vehículo blanco, y la segunda era de una persona que habría también intentado raptar a una menor de edad. Hacia allá comenzó la investigación», explicó el coronel Carlos Germán Oviedo, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.

El cuerpo de Sofía fue descubierto el pasado jueves, 19 días después de su desaparición. Tras el hallazgo, los restos de la niña fueron trasladados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde se confirmó su identidad a través de una prueba de ADN cotejada con muestras de su madre. «El Instituto de Medicina Legal confirmó la presencia de sangre, que se cotejó con el ADN de la madre de la menor, con lo que quedó confirmado en un 99 % que es el ADN de la menor de edad», informaron las autoridades.

Según los detalles proporcionados por la Fiscalía, revelados por EFE, el acusado convenció a la niña de ingresar al establecimiento con el pretexto de que le regalaría un collar. «Posteriormente, el hombre bajó la reja del inmueble y la golpeó en la cabeza causándole la muerte. Horas después envolvió el cuerpo en costales y lo trasladó en una motocicleta a cañadulzales ubicados en la vía que conduce de Candelaria a Florida (Valle del Cauca)», señaló el organismo.

El crimen de Sofía ha sacudido a todo el país, no solo por su brutalidad, sino también porque el asesino ya tenía antecedentes por la violación de otra menor en 2018. En esa ocasión, Campo fue puesto en libertad debido al vencimiento de los términos del proceso judicial. Además, se supo que, minutos antes de asesinar a Sofía, el imputado intentó raptar a otra niña de 12 años, quien logró escapar del lugar. «Él le dijo que entrara que le iba a regalar unos collares para perro, la niña entró, y cuando entró le iba a cerrar la persiana de la puerta y la niña se alcanzó a salir. Ella nos contó, y cuando vimos que Sofía no aparecía, llamamos a los de la Sijín y pusimos la denuncia. ¿La Policía por qué no actuó rápido sabiendo que ya le habíamos dado indicios?», cuestionó una prima de la niña que logró escapar.

Por su parte, el padre de Sofía, Cristian Delgado, ha compartido su dolor en diferentes medios de comunicación colombianos. En una entrevista con 'W Radio', expresó su sorpresa ante lo ocurrido. «Realmente sorprendidos, aquí no tenemos enemigos, nunca tuvimos problemas con nadie», dijo, recordando los angustiosos días de búsqueda en los que, incluso, habló con la esposa del agresor, que fue detenida y posteriormente puesta en libertad por falta de pruebas. «Nunca decía nada, siempre decía que no sabía nada, que no la había visto. Sinceramente aterrados cuando dijeron que era de aquí de la comunidad», añadió.

La detención de Campo y su confesión han reavivado el debate sobre la cadena perpetua para asesinos de niños y adolescentes en Colombia. En ese sentido, el presidente Gustavo Petro expresó su indignación en su cuenta de X: «Las niñas y niños de nuestro país no merecen un mensaje de solidaridad por esta red social cuando sus derechos no son respetados ni protegidos. Los niños merecen que sus sueños no se sigan acabando. No podemos permitir más noticias como la de Sofía».

Por su parte, la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, también mostró su apoyo a la causa. «Todo aquel que es capaz de agredir, maltratar, violar o asesinar a un niño, es un monstruo que debe ser excluido de la sociedad. Ante el cobarde asesinato de la pequeña Sofía Delgado y de tantos otros menores en nuestro País, debemos pensar en establecer la cadena perpetua para los monstruos que asesinan niños. Es cuestión de principios: un asesino de niños no puede ser tratado de manera diferente. En este caso, ya las autoridades empiezan a dar con los responsables, ahora, pido que les caiga todo el peso de la ley, no puede haber impunidad, debe haber castigo. A los padres y familiares de Sofía mi más sentido pésame, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que se castigue a los responsables», declaró en su cuenta de X.

Este trágico caso ha abierto una profunda herida en la sociedad colombiana. Tanto que, tras conocerse la captura de la pareja, la comunidad de Villagorgona intentó incendiar la casa donde residían y vandalizaron la clínica veterinaria, un hecho que hizo que efectivos del grupo antidisturbios de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden tuviera que intervenir.