Activistas tunecinos siguen presos por asistir a migrantes y solicitantes de asilo

Túnez, 18 mar (EFE).- Al menos cuatro defensores de Derechos Humanos tunecinos continúan en prisión preventiva desde hace casi un año, cuando el Ejecutivo tunecino intensificó una campaña contra la población migrante subsahariana que siguió al memorando firmado con Europa para contener el flujo migratorio desde costas tunecinas, denunciaron este martes familiares de los arrestados. Entre los detenidos se encuentran Sadia Mosbah, presidenta de la ONG "Mnemty (Mi sueño)", una organización antirracista tunecina que brinda apoyo a refugiados y migrantes; y Saloua Ghrissa, activista de derechos humanos y fundadora de la Asociación para la Promoción del Derecho a la Diferencia, detenida bajo sospecha de financiación extranjera. IMÁGENES: SEVERINE SAJOUS. RECURSOS DE LA RUEDA DE PRENSA OFRECIDA POR FAMILIARES DE LOS ACTIVISTAS DETENIDOS POR BRINDAR APOYO A MIGRANTES. TRADUCCIONES: 1.- Amna Riahi, madre de Sherif Riahi (en francés) Soy Amna Riahi, la madre de Sherif Riahi. Solo quería decir algo sobre las condiciones de vida de mi hija y cómo está lejos de sus hijos. Simplemente, cuando la arrestaron, su hija tenía solo dos meses y medio. Tuvimos que interrumpir la lactancia de la bebé. Fue necesario enviarle un extractor de leche a Sherif para que no sufriera un absceso mamario. Todo esto tuvo que ser controlado. El niño aún no había cumplido tres años. Ha estado lejos de su madre durante casi un año. No la ha visto. En este momento, está completamente deprimido. Ya no quiere comer. No quiere ir al jardín de infancia. Ya no tiene amigos. Cada vez nos dice: "No me quieren". Es su forma de expresar que está triste. Se despierta por la noche y me pregunta: "¿Dónde está mamá, dónde está mamá?". La pequeña ha echado los dientes, camina, empieza a hablar, todo eso. Sherif no ha visto nada de esto. Es el peor castigo que puede sufrir. Aunque sea declarada inocente cuando salga, habrá sido castigada. 2.- Romdhane Ben Amor, Romdhane Ben Amor, activista de la sociedad civil tunecina y responsable de comunicación del Foro Tunecino por los Derechos Económicos y Sociales (FTDES): Es la primera vez que esto sucede. Las familias de los detenidos están expresando su opinión pública a través de periodistas, tanto nacionales como internacionales, para denunciar la realidad de los arrestos de activistas de la sociedad civil. Vimos que esta decisión se tomó después de una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en mayo de 2024. Las autoridades comenzaron a arrestar a activistas de la sociedad civil. Es una decisión política para justificar los discursos racistas del presidente de la República. Han intentado presentar esto como un complot contra el Estado. A través de los testimonios de las familias, hemos tratado de explicar que estas asociaciones siempre han trabajado con las autoridades y que operan conforme a las leyes tunecinas, las normas administrativas y financieras. El arresto es claramente una decisión política. Pedimos la liberación inmediata de los detenidos. Túnez no será una tierra de racismo. Febrero de 2023 es una fecha decisiva porque marca la transición de un racismo que antes era promovido por grupos o individuos en redes sociales, a un racismo institucionalizado por el Estado. Este racismo estatal comenzó en febrero de 2023 y ha continuado recientemente a través de ciertos diputados. Vimos la visita de diputados que iniciaron esta nueva campaña de odio y racismo contra los migrantes. Observamos declaraciones racistas, comentarios discriminatorios hacia los migrantes, manipulando factores demográficos y sanitarios para convencer a la población de que los migrantes representan un peligro. Este discurso nos recuerda la teoría del "gran reemplazo". Es un discurso propio de la extrema derecha, que se ha adaptado en una versión tunecina para manipular la opinión pública. Vimos lo que ocurrió, especialmente en redes sociales, donde se utilizaron fotos y videos antiguos para alimentar este discurso racista. El Estado, ahora implicado en esta conspiración mediante su silencio, se niega a reaccionar o a poner fin a este discurso racista, como si quisiera mostrar que estas ideas son compartidas por la población. Quizás esto sirva para justificar la represión y una nueva ola de violencia contra los migrantes en los próximos días"