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«Yo he sobrevivido a un cáncer de pulmón»

Rafael Peiró pertenece a un pequeño porcentaje de españoles que ha conseguido superar el tumor que causa más muertes entre la población masculina de nuestro país

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cristina garrido

Rafa es una de esas excepciones a la regla que nos arranca una sonrisa y devuelve la esperanza a aquellos que siguen pensando que tener cáncer es el fin. Optimista, vitalista, con un gran sentido del humor, pertenece a ese pequeño porcentaje de españoles (12%) que ha sobrevivido más de cinco años a un carcinoma pulmonar, el de mayor incidencia entre los hombres mayores de 40 años y el que más muertes causa en nuestro país.

Su cáncer tiene un segundo apellido: el tabaco, un factor que está detrás de casi el 90% de los tumores de pulmón . Como muchos adolescentes en su época, cuando no había tanta información sobre lo nocivo de esta adicción, empezó a fumar. Una media de quince cigarrillos diarios hasta que en 2000, con 50 años, y tras un pequeño susto de salud, decidió dejarlo. No necesitó ayuda, simplemente supo que había llegado el momento.

«Yo era de esos fumadores que decía la típica frase: "de algo hay que morirse", pero eso lo decimos todos hasta que le vemos los cuernos al toro », advierte. Aunque el cigarro es el mayor responsable de su enfermedad, tampoco ayudó su profesión : mecánico electricista en un concesionario de coches, donde tuvo que respirar muchos humos.

Precisamente, la prevención es el lema del Día Mundial contra el Cáncer 2011 , que se celebra este viernes. Evitar el tabaquismo, sobrepeso o el sol intenso en verano, entre otros factores, puede ser decisivo para esquivar un cáncer. « Dos tercios de todos los cánceres son prevenibles con las medidas adecuadas», asegura el doctor Emilio Alba, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) .

Cogerlo a tiempo

Tres años después de abandonar el tabaco, Rafa tuvo, como él mismo dice, «la santa suerte de coger una neumonía». «En el hospital La Fe de Valencia me propusieron entrar en una investigación de enfermedades de pulmón y después de hacerme una radiografía y un TAC me descubrieron un tumor en el pulmón derecho», explica.

Cuando Rafa habla de «suerte», no le falta razón. Uno de los grandes problemas en este carcinoma es que no tiene un diagnóstico precoz y se suele diagnosticar cuando aparecen los síntomas y está ya muy avanzado, lo que complica la recuperación.

Le operaron a los pocos días en La Fe, donde el médico decidió extirparle el pulmón entero para curarse en salud. No sería la última vez que el cáncer le visitaría. Tiempo después tosió sangre y le confirmaron que habían aparecido dos nuevos ganglios en el pulmón izquierdo. «Mi doctor me dijo que tocaba darme caña y me puso seis sesiones de quimio y seis de radio», relata Rafa, que a día de hoy se considera «limpio». «Me encuentro como un chaval. La gente me ve y no se cree que haya superado todo esto» , se jacta, aunque reconoce que, obviamente, cuando sube una cuesta se tiene que sentar para «recuperar el motor».

El apoyo de Maribel

En este camino de lucha y recuperación han tenido un papel importante los médicos, a los que está muy agradecido, pero también el de su mujer Maribel , igual de encantadora que él, y sus dos hijos. «El apoyo familiar es vital, pero sin que te traten de "pobrecito enfermo" porque eso te hunde más», asegura Rafa.

Maribel siempre ha estado ahí para decirle eso de «con esto, palante como los de Alicante», porque «ha habido momentos muy negros hasta que empiezas a ver la luz al final del túnel» . «Cuando llegaba a casa de trabajar me miraba y me decía: "tú has estado llorando". Yo intentaba traer buena cara, pero los ojos dicen que son el espejo del alma», relata la esposa.

Rafa es consciente de las noches que ella se mantuvo en vela mirándolo para comprobar que respiraba bien. Ahora viven «intensamente» el presente , hacen escapadas a balnearios con el Inserso y en cuanto pueden se trasladan a una casa que tienen en un pueblo de Valencia, en el monte, donde pueden respirar aire puro y practicar una de las aficiones de Rafa, la pesca.

Además, este superviviente colabora como voluntario con la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (Aeacap) apoyando con su presencia y testimonio a personas a las que también les han diagnosticado un cáncer. «Si quieren verme, estoy disponible para quien me necesite, sin mirar el día, la hora ni el tiempo», asegura.

Y es que como dice su esposa: «Poder contarlo es su victoria definitiva contra el cáncer» .

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