Portugal aprueba un proyecto de ley de inseminación 'post-mortem'
La polémica persigue a la norma, que ya fue autorizada por el Parlamento, pero tropezó con el Tribunal Constitucional

La inseminación ‘post-mortem ’ se ha convertido en el nuevo factor de polémica en Portugal , después de que la Asamblea de la República aprobara el proyecto de ley que puede convertir al país vecino en uno de los pocos de Europa que se hacen eco de semejante legislación ... .
Por tanto, estamos ante la legalización de las técnicas que implican fecundar a una mujer con espermatozoides del hombre con quien compartía su vida , siempre que hubiera fallecido en un plazo temporal de entre 6 meses y tres años atrás. Además, tiene que haber constancia por escrito de la voluntad expresa de alcanzar la paternidad, así como que no era un mero deseo coyuntural sino que respondía a una planificación consensuada entre los padres.
Los intentos de inseminación se pueden reproducir tantas veces como se quiera para permitir que la mujer en cuestión llegue a quedarse embarazada.
El punto tal vez más controvertido tiene que ver con las enormes dificultades para contrastar la intencionalidad del padre , ya que no es precisamente lo más habitual programar una actividad de estas características en previsión de una posible muerte.
Más elementos de discordia : ¿Es realmente el contexto actual de pandemia el momento adecuado para abordar un asunto de estas características? Desde la Asociación Portuguesa de Fertilidad se apunta que no, del mismo modo que lo certifican el Consejo Nacional de la Procreación Médicamente Asistida y el Consejo Nacional de Ética para las Ciencias de la Vida.
Solo en los casos en que la madre haya establecido una relación con otra persona durante el proceso de gestación (y se inscriba el donante en un registro) puede considerarse que la criatura tiene otro padre. En todos los demás supuestos, queda establecido que es el hijo póstumo.
El texto pasará en los próximos días a manos del presidente de la República
Sin embargo, aún no se sabe cuándo entrará en vigor la nueva norma, toda vez que el texto pasará en los próximos días a manos del presidente de la República, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, para que la sancione (o no).
Su talante no parece muy proclive a dar el visto bueno , como ya ocurrió recientemente con la ley de eutanasia. Eso sí, deberá decidir si veta el documento, lo devuelve al Parlamento o incluso se lo reenvía al Tribunal Constitucional.
El arco político a la izquierda del Partido Socialista es el que ha sustentado esta iniciativa, pues no solo votó a favor la formación que lidera el Gobierno de Antonio Costa sino también el Bloco de Esquerda y los comunistas, como igualmente el Partido Animalista.
Para dar idea de lo polémica que resulta esta normativa, basta recordar que una regulación de este calibre ya fue aprobada en dos ocasiones a lo largo de los últimos años… e incluso estuvo brevemente en vigor. Pero en ambas oportunidades intervino el Tribunal Constitucional.
¿Volverá a ocurrir por tercera vez para escarnio de los socialistas, empeñados en sacarla adelante, o por el contrario las modificaciones realizadas sobre el marco legal propuesto conducirán al final del callejón sin salida? La solución se planteará en las próximas semanas .
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