Lo que el joven profesor Ratzinger entendía por «felicidad»
L'Osservatore Romano publica una conferencia «rara» del Papa de 1975, justo cuando parte de viaje a México y Cuba
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La primera página de L'Osservatore Romano de ayer, por debajo de la noticia del viaje del Papa a México y a Cuba, traía una foto de un joven vestido de laico, con traje y corbata. Era Joseph Ratzinger en 1975. El diario titulaba: «El profesor Ratzinger habla de felicidad», con el sumario: «Colección en un volumen de conferencias pronunciadas en los años sesenta».
Es significativo que el órgano de prensa oficial del Vaticano haya escogido esta fecha, el comienzo de su viaje a Iberoamérica, para explicarnos lo que que Ratzinger , Benedicto XVI, entiende por felicidad .
El ahora Papa considera en primer lugar que la historia de la evolución de las palabras es como un espejo en el que se lee el progreso del pensamiento humano. Y «la palabra felicidad ha ido sustituyendo progresivamente al término clásico de salvación» . Pero mientras el término salvación significa salvación del mundo, en el que se incluye la salvación de la persona individual, «el término felicidad reduce el contenido de la salvación a una especie de bienestar individual, a una calidad de vida del hombre visto como un individuo». En esa perspectiva, «el mundo ya no se considera por sí mismo y de forma global, sino de una forma individualista».
La teología «debe ayudar a los hombres y a las mujeres de hoy a encontrar posibilidades, las más profundas y verdaderas, para cambiar el mundo». La estrategia debe ser nueva en el sentido de que sea capaz de «ampliar y superar, precisamente, las esferas tanto de la racionalidad tecnológica occidental como la racionalidad revolucionaria del Este». Porque -aquí llega el punto central- «el hombre ya no se conforma ni con un suplemento, una adición cuantitativa de la felicidad , ni con una mera distribución más justa de los bienes presentes. Pide algo total, verdaderamente nuevo y más profundo ».
Esas frases las pronunció en el marco de un ciclo de conferencias en Roana (Italia), el 2 de abril de 1975. Eran difícilmente accesibles. Y en estos días han sido editadas en un tomo, junto a otras contribuciones.
«Raro y hermoso» : así califica al ensayo L'Osservatore Romano. Probablemente no le falte razón.
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