El contrato a dedo de Igualdad: una empresa que solo factura 28.000 euros al año y ha sido beneficiada con 14.000

En 2018 declaró pérdidas por valor de 15.740,70 euros . Al cierre de ese ejercicio contable, el último presentado ante el Registro Mercantil, solo figuraba que tenía una empleada. La empresa tiene como objeto social la «compraventa, importación, exportación y distribución de todo tipo de material relacionado con la automoción ya sea de vehículos turismos como industriales». Tienen, según su propia afirmación, una línea de consultoría de asuntos de género desde el año 2013, que se llama . Su administradora, Isabel López, recalca que es una línea distinta a la de automoción volcada en invsetigaciones sociales.

En cuanto a su domicilio social, es un chalé familiar, un adosado de Torrelodones (Madrid), y el total de sus activos es muy modesto, sólo 35.280,01 euros. Los apenas 28.000 euros que facturó en 2018 no alcanzaron ni para abonar los gastos que supusieron la persona contratada, que ascendieron a 29.000 euros.

Fuentes contables consultadas sostienen que «se trata de una empresa con una actividad muy pobre». La administradora única de la compañía, Isabel López Gómez, comparte apellidos con la empleada, Belén López Gómez, y los otros dos nombres que aparecen serigrafiados en la placa de la casa en Torrelodones: José López Vela (quien se significa a sí mismo como dueño de la empresa en sus perfiles de redes sociales) y María Isabel Gómez García.

El Ministerio de Igualdad remitió a este periódico detalles del contrato adjudicado a la empresa de Isabel López, porque ella misma no quiso aclarar algunos puntos del mismo, como el periodo de entrega del estudio de personas «no binarias».

Fuentes del gabinete que dirige Irene Montero enmarcan este análisis en la fase «previa a legislar» , a modo de «diagnóstico que ofrezca información, cuantitativa y cualitativa, de esta realidad específica» que viven los «no binarios». Por ello, de momento, Igualdad no detalla qué novedades administrativas podrían derivarse de los resultados de este estudio, aunque según otras fuentes consultadas, podrían no ser menores. «Se ha considerado necesario recabar información sobre la situación y necesidades de la parte más invisibilizada del colectivo trans, los llamados «no binarios»», refrendaron tanto desde el equipo de Igualdad como López a ABC.

Los textos que comparten ella y R.Lucas Platero definen a la persona «no binaria» como aquella «cuya identidad sexual, de género y/o expresión de género se ubica fuera de los conceptos de hombre/mujer, o fluctúa entre ellos y pueden o no emplear un género gramatical neutro, pueden no someterse a procedimientos médicos, pueden no tener o desear una apariencia andrógina, y pueden no utilizar otros términos específicos para describir su identidad de género, como «queer», género neutro o fluido».

El término «no binario» suscita una auténtica rebelión en el llamado feminismo clásico, donde orbitan las dirigentes socialistas y que se manifiestan en contra del rumbo que Montero imprime a su departamento.