Persiste el enigma Ómicron
La última variante, ¿se generó en un animal y pasó al hombre? ¿o en una única persona?
Hace apenas tres meses emergía la variante Ómicron del virus SARS-CoV-2. A estas alturas de la pandemia los mayores expertos, virólogos y epidemiólogos, se ven confrontados con el interrogante fundamental: cómo surge y se amplifica una variante con cincuenta mutaciones, cuando la pauta ... venía siendo que las variantes que causaron preocupación (alfa, delta, etc.) apenas superaban las diez mutaciones. A pesar de la inmensidad de datos disponibles (7,5 millones de virus Covid secuenciados) persisten preguntas fundamentales , cuya respuesta es requerida para el mejor manejo de la pandemia. La revista Nature se hace eco de las diversas hipótesis sobre el origen de Ómicron, sin que ninguna merezca ser considerada como la más probable.
Una posibilidad es la acumulación, sucesiva y gradual, de mutaciones en el virus transmitido entre personas. La pregunta entonces es por qué no se fueron detectando algunas de ellas en las bases de datos que diariamente dan cuenta de los virus que van surgiendo. Otra alternativa es postular que todo el elenco de cambios genéticos propios de Ómicron se haya generado por infección persistente en una sola persona , con su defensas disminuidas. De hecho se conocen casos de Covid persistente hasta cuatro meses. No parece sin embargo que sea un periodo suficiente para el desarrollo de todo el evento mutacional en un solo paciente. La tercera e inquietante posibilidad es que Ómicron emergiera en un animal , para pasar después al hombre. De hecho, el virus Covid se ha encontrado en animales de zoo como leopardos y hienas hasta visones, hámsteres y hurones. En esta hipótesis destaca sobre todo la rata y el ratón.
Los detalles genéticos del virus no favorecen este intercambio entre hombre y roedores.
Lo que no se puede concluir es que Ómicron sea ya el eslabón final, con el que pasemos de pandemia a endemia, como si todo ello fuera la gran solución. Un Covid endémico puede causar aún muchos casos y elevada mortalidad . La respuesta sigue siendo actualización de vacunas, agentes antivíricos que prevengan la progresión a enfermedad grave, y evitar los contagios.