Covid-19, por qué las variantes
No sabemos si el número de variantes peligrosas ya ha tocado techo, ni tampoco si surgirá el virus más benigno
En un curso de verano de la Universidad Complutense en El Escorial, se concluía que no es científicamente descartable el que el virus del Covid-19 evolucione para hacerse más benigno, menos virulento . Eso pudo suceder con los actuales coronavirus catarrales que conviven ... con nosotros. Al menos cuatro de ellos apenas nos producen catarros leves, pero no hay duda de que desencadenan inmunidad que incluso aporta alguna protección contra el Covid. Para que tal evolución ocurriera, tendría que surgir una variante del SARS-CoV-2 altamente transmisible, para desplazar a las demás, al tiempo que poco virulenta.
Aparte de las hipótesis de evolución futura que podamos manejar, lo cierto es que las variantes reales a las que nos enfrentamos siguen causando preocupación. Como señalaba ABC, la variante delta -más transmisible- obliga a elevar el porcentaje de vacunados para alcanzar una inmunidad colectiva suficiente , todo ello en plena nueva oleada de contagios. Como en tantas otras cosas relacionadas con el Covid, el análisis de las variantes proporciona datos científicos sustanciales. El conjunto de las variantes ya identificadas, desde la Alfa hasta la Lambda (ahora se designan con letras griegas), tienen distintas procedencias, aunque las mutaciones que portan sean comunes a varias de ellas. Es lo que se llama evolución convergente. La combinación de mutaciones , no una mutación concreta, es lo que define a cada variante.
Y la evolución prosigue, un virus que se multiplica trillones de veces al infectar a tantas personas , aunque no sea tan variable como otros, tiene muchas oportunidades de mutación genética que a su vez pueden ser seleccionadas, por ejemplo, en cualquier organismo en el que la infección se prolonga más tiempo. Es algo inherente a los fenómenos de la vida, que en el virus del Covid vamos a ir conociendo en tiempo real. Importante será saber qué mutaciones lleva el virus causante en cada nuevo caso. No sabemos si el número de variantes peligrosas ya ha tocado techo, ni tampoco si surgirá el virus más benigno. El seguimiento, factible, de todo ello nos irá dando las claves.