El Consejo de Europa estudia sancionar a Francia por permitir los azotes a los niños
Las asociaciones de defensa de la infancia que militan contra la prohibición de los castigos corporales afirman que existe una relación entre los castigos recibidos durante la infancia y la agresividad adulta

El Consejo de Europa (CdE) se propone condenar a Francia por no prohibir las «bofetadas» y los «palos en el culo» contra los niños, en las familias y las escuelas.
El Consejo de Europa (CdE) es la primera de las instituciones continentales, responsable histórico de la defensa de los derechos del hombre. Sus sentencias, consejos y condenas solo tienen un valor «consultivo», pero tienen una gran influencia moral y política.
En su proyecto de condena, el CdE estima que la legislación francesa viola el artículo 17 de la Carta europea de los derechos sociales, ya que el derecho francés «no condena de manera suficientemente clara y precisa los castigos corporales».
El maltrato animal está prohibido pero no los azotes a los niños
La condena anunciada del CdE es una victoria táctica de varias organizaciones que militan, desde hace años, en Francia, el Reino Unido y otros países europeos.
Gilles Lazimi, coordinador de una campaña contra las violencias educativas, comenta: «En Francia están prohibidos los castigos corporales contra los animales. Pero no están prohibidos los castigos corporales contra los niños. La condena del Consejo de Europa nos permitirá presentar una querella contra el Estado francés, ante el Tribunal europeo de los derechos del hombre».
Debate recurrente
En Francia, el problema de fondo de los castigos corporales de los niños y adolescentes, en la escuela y en la familia, es un debate recurrente, desde hace años.
Según varios estudios concordantes, un 80 % de los franceses han recibido alguna forma de castigo corporal, alguna vez, en la escuela o en la familia, en su infancia. Los mismos estudios sugieren que una «gran mayoría» sociológica es hostil a la prohibición de los castigos corporales de niños y adolescentes. La condena anunciada del CdE reabre un debate inflamable.
Las asociaciones de defensa de la infancia que militan contra la prohibición de los castigos corporales afirman que existe una relación entre los castigos recibidos durante la infancia y la agresividad adulta.
Los adversarios de la prohibición estiman que la prohibición de los castigos corporales, en la familia, «pueden continuar degradando una autoridad familiar que está amenazada por muchos otros factores».
Laurence Rossignol, secretaria de Estado responsable de los asuntos familiares, se dice «serena» y a la escucha de las «reflexiones y proposiciones» de las asociaciones de defensa de niños y adolescentes.
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