¿Cómo evitamos pasar calor durante las noches de verano?
Aunque el aire acondicionado es la solución más radical, con unas sencillas recomendaciones podemos hacer bajar unos grados la temperatura y tener una sensación de mayor frescor
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Además de ser una sensación nada agradable, las altas temperaturas en las noches de verano son las principales causantes del insomnio . Para evitar estar expuesto a estas altas temperaturas durante las horas de descanso, se pueden seguir una serie de recomendaciones, que pasan sobre todo por la prevención.
Aunque la frase parezca una tontería, hay que intentar mantener la casa lo más fresca posible . Y eso es algo que no se logra durante la noche, sino durante el día. Lo más conveniente, sobre todo cuando estamos inmersos en una ola de calor, es ventilar la vivienda durante las primeras horas de la mañana, cuando todavía no haya salido el sol . Cuando las temperaturas son más altas, lo mejor es bajar las persianas para evitar un recalentamiento del interior de la vivienda.
La temperatura óptima para dormir está entre los 20 y 22 grados, por lo que si disponemos de un aparato de aire acondicionado no conviene que lo pongamos a una temperatura inferior. Siempre que sea posible es mejor dormir con las ventanas abiertas que utilizar este tipo de climatizadores, ya que su abuso puede provocar que se resequen las mucosas.
Aunque su efecto no sea tan radical como el de los aparatos de aire acondicionado, los ventiladores consumen bastante menos electricidad, y además, si están bien colocados, pueden crear corrientes de aire que refrescan el ambiente y hacen que la sensación de calor no sea tan agobiante . Por ejemplo, los ventiladores de techo disminuyen la sensación de calor entre 3 y 4 grados y solo consumen la energía de una bombilla de 100 vatios.
Para hacer que la noche sea más fresca, también se puede colocar un cubo con agua en la habitación . Si durante la noche nos despertamos por culpa del calor podemos humedecer la cara, los pies y las muñecas sin necesidad de levantarnos de la cama.
Duchas de agua fría antes de acostarse
Por mucho que nos guste el agua caliente, es recomendable reducir la temperatura en el termostato del calentador . Al ducharnos con agua a temperatura ambiente nos refrescaremos más, mejoraremos la circulación del cuerpo, y además ahorraremos energía . Pero ojo, porque no conviene pasarse . Si antes de acostarnos nos duchamos con agua demasiado fría corremos el riesgo de sufrir calambres en las extremidades. Agua fresca sí, pero no congelada.
En la cama, los textiles pueden ser fundamentales a la hora de hacernos pasar menos calor. Tenemos que elegirlos frescos, transpirables y cómodos. Por ejemplo, las sábanas de algodón garantizan una mayor transpiración. También se recomiendan las prendas de vestir de lino.
La comida y la bebida
Durante el día hay que tener una dieta lo más ligera posible , para evitar que durante la noche una digestión pesada nos haga pasar más calor del necesario. Las verduras y las frutas son las mejores aliadas. Podemos caer en la tentación de tomar helados antes de acostarnos porque producen «la gratificación de tomar algo frío» , pero a la larga van a influir muy poco a la hora de bajar la temperatura corporal.
Las tardes en el campo o en la playa parece que invitan a consumir bebidas como la sangría, o incluso combinados con algo de alcohol de alta graduación y mucho hielo. Ese hielo puede darnos también la sensación de «refresco», pero el alcohol que contienen va a provocar que por la noche se convierta en todo lo contrario . Evitar por lo tanto el alcohol a lo largo de todo el día. Lo mejor para hidratarnos y refrescarnos es el agua.
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