El alcalde de Copenhague presenta un nuevo plan para intentar vender cannabis de forma legal
Frank Jensen propone establecer seis puntos de venta de marihuana producida y controlada por el Estado
Copenhague está cerca de convertirse en la Montevideo de Escandinavia si su alcalde, el socialdemócrata Frank Jensen, cumple su objetivo de legalizar de manera restringida el cannabis en la capital danesa. Jensen anunció este jueves un nuevo intento para obtener una dispensa de las autoridades estatales para autorizar la venta de marihuana en Copenhague; la propuesta: establecer seis puntos de venta de marihuana producida y controlada por el Estado.
El público objetivo de la iniciativa serían mayores de edad residentes en Dinamarca quienes podrían comprar hasta cinco gramos diarios al tiempo que se le informaría acerca de los posibles daños provocados por el consumo. Según detallaba el diario danés Politiken, los beneficios obtenidos por la venta serían destinados a la prevención y tratamiento del abuso vinculado al cannabis.
La comisión económica municipal se encuentra estudiando la propuesta y lo más probable es que la apruebe –en los últimos años ya ha aprobado permisos similares–. El problema es que la iniciativa debe pasar por el Parlamento y en ambas ocasiones ha votado en contra.
Jensen ha justificado el nuevo intento como una manera de aplacar los enfrentamientos entre las bandas que controlan el tráfico en la capital y el «fracaso» de la política de tolerancia cero de las autoridades: «La política de prohibición ha sido la base para que las redes criminales hayan obtenido grandes recursos económicos con la venta ilegal que monopolizan las bandas. Algunos de los disturbios que ha habido en Copenhague estaban relacionados con la venta de hachís. La política de prohibición ha fracasado» ha dicho Jensen a Politiken.
Según el alcalde no hay evidencia de que la legalización fomente el consumo y cree que se reducirá el número de consumidores con daños serios y que se debilitaría a las redes criminales. Jensen justifica su proyecto argumentando que «Conozco a muchos que han fumado hachís, yo también lo he probado». El alcalde de Copenhague remacha con que «No hay duda que el hachís es dañino, pero también la cerveza y el alcohol y no los prohibimos».
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