Los deberes del musulmán en Ramadán

Los deberes del musulmán en Ramadán

El ayuno protagoniza las vidas de los fieles mahometanos durante el noveno mes del año lunar islámico

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El ayuno protagoniza las vidas de los fieles mahometanos durante el noveno mes del año lunar islámico

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  1. Uno de los Cinco Pilares

    El ayuno durante el mes de Ramadán es uno de los Cinco Pilares del islam. Los restantes son los que siguen: la «Shahada» o «testimonio» que dice «doy fe de que no hay más divinidad que Dios, y de que Mohamed es el mensajero de Dios», las cinco oraciones diarias o «salat», el «azaque» o limosna para los necesitados de un mínimo del 2,5% de los beneficios anuales, y la peregrinación a La Meca o «Haj» al menos una vez en la vida.

    El de Ramadán es el noveno mes del calendario lunar islámico. Aquel durante el cual Dios reveló el Corán al profeta Mahoma. El imán Armando Bukele Kattan explica que «los meses comienzan cuando es visible el primer cuarto creciente después de la luna nueva. El año en el calendario lunar es 11 ó 12 días más corto que en el calendario solar, por lo que las fechas del calendario musulmán se desplazan permanente sobre todo el año del calendario gregoriano, de uso general».

  2. Fortalecer el espíritu

    Un fiel musulmán reza al atardecer en Bengasi, Libia
    Un fiel musulmán reza al atardecer en Bengasi, Libia - reuters

    El ayuno durante el mes de Ramadán ha sido prescrito por Dios a los musulmanes para que fortalezcan su espíritu y así sean más disciplinados en el cumplimiento de los mandatos que les ha dado. No se trata por lo tanto de un ritual de expiación de pecados. El hambre y la sed combinadas con la intensa oración tienen como fin el de alimentar el alma del fiel. Durante este mes la «umma» o comunidad de fieles musulmanes se abstiene de comer, beber y tener relaciones sexuales entre el alba y el ocaso.

    «Alá nunca impone una carga a alguien más allá de sus fuerzas»Con todo, sólo los musulmanes adultos tienen la obligación de ayunar. Los niños, los ancianos, los enfermos, las mujeres que estén menstruando, las embarazadas y los viajeros no están obligados a hacerlo.

    Como bien explica el imán Armando Bukele Kattan, «el ayuno es un medio práctico que lleva a la perfección del alma. Con el ayuno nos habituamos a sufrir penurias físicas y sentir en carne propia, los sentimientos de hambre de nuestros hermanos desposeídos, fortificando nuestra caridad». En cualquier caso, el imán recuerda que «Alá nunca impone una carga a alguien más allá de sus fuerzas o de lo que pueda soportar».

  3. Oración intensa

    Musulmanes haciendo la «salat»
    Musulmanes haciendo la «salat» - reuters

    La actividad devocional del fiel musulmán adquiere en este mes sagrado una importancia e intensidad máximas. A las cinco oraciones diarias ordinarias se suma durante Ramadán una sexta conocida como «tarawih», que sólo se hace en este mes. Además, como era costumbre de Mahoma recitar el Corán completo a lo largo de este periodo, muchos musulmanes lo han hecho desde los primeros tiempos del islam hasta hoy. Por otra parte, también es obligatorio para el fiel que ayuna dar limosna a los más necesitados y mantener el control sobre las palabras que salen de su boca.

  4. El «iftar»

    Preparando el «iftar» en Karachi, Pakistán
    Preparando el «iftar» en Karachi, Pakistán - reuters

    Cuando el sol se oculta, los musulmanes rompen el ayuno con el «iftar», una comida ligera anterior a la cena. Y antes de que vuelva a aparecer el «astro rey», y de que por lo tanto comience el periodo de ayuno, toman un desayuno.

    Antes de empezar con el ayuno conviene que el fiel exprese en la intimidad o públicamente su intención de cumplir con el mandato divino y abstenerse de comer, beber y tener relaciones sexuales entre el alba y el ocaso. «Intento ayunar hoy por amor a Alá. ¡Oh Alá, haz que sea fácil y acepta mi ayuno!», dirá el buen musulmán. Y antes de romper el ayuno dirá: «Oh Alá, por ti he ayunado, en ti he creído, en ti confío y con tu comida rompo mi ayuno».

  5. Una noche entre todas

    Cajas con dátiles en Riad
    Cajas con dátiles en Riad - reuters

    Entre todas las noches del mes de Ramadán destaca una: la «Noche del Destino» o «Lailatul Qadr». Las oraciones a Dios realizadas en ella valen más que las llevadas a cabo durante mil meses. En la «Noche del Destino» los fieles a Mahoma rememoran la primera revelación del Corán que Dios hizo al profeta a través del ángel Gabriel.

  6. «Eid al Fitr»

    Un frutero pela una granada
    Un frutero pela una granada - afp

    El mes del ayuno termina con la gran fiesta que lo rompe hasta el año siguiente: el «Eid al Fitr». La fiesta, una de las más importantes del calendario islámico, dura tres días. Los musulmanes comienzan estos bañándose y después, vestidos con ropa nueva, llenan las mezquitas. Estas no dan abasto, de manera que muchos fieles tiene que seguir las oraciones desde la calle.

    Es en este momento cuando las familias se reúnen, celebran grandes comidas con platos típicos de estas fechas y los niños reciben regalos de los mayores. Es también el tiempo perfecto para visitar a amigos y parientes, y para arreglar con ellos cualquier tipo de problema. Es tiempo de alegría y de paz.