El Gobierno establecerá qué tipo de malformaciones son motivo de aborto
El Ejecutivo, que espera aprobar la nueva ley antes del 30 de junio, quiere introducir más garantías jurídicas y muchos matices en los supuestos

El Gobierno establecerá qué tipo de malformaciones son motivo de aborto
La reforma de la ley del Aborto sigue en la agenda del Gobierno de Mariano Rajoy, pese a los retrasos sucesivos que está sufriendo su aprobación. El borrador está avanzado, pero no cerrado, y de momento hay muchas cuestiones espinosas todavía sin respuesta, sobre todo las que tienen que ver con el supuesto de la malformación del feto como motivo para abortar, según fuentes del Ejecutivo consultadas por ABC. El Gobierno está firmemente convencido de que la discapacidad no puede ser de ninguna manera un motivo para abortar, y la distingue de las malformaciones en el feto incompatibles con la vida.
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¿Pero en qué momento una malformación es incompatible con la vida? ¿Son días, meses? ¿Años? ¿Las que necesitan un tratamiento de por vida, como la hidrocefalia, están en ese grupo? Son muchas preguntas que el Gobierno tiene ahora mismo sobre la mesa, y para las que está buscando respuesta. De momento, lo que tiene claro es que no todas las malformaciones estarán incluidas en ese supuesto para poder abortar. Según las fuentes consultadas, en el proyecto de ley se establecerá qué casos concretos serán causa legal suficiente para acabar con el no nacido.
Una ley de supuestos
En los planes del Ejecutivo, y en concreto del Ministerio de Justicia, está elaborar una ley del Aborto totalmente nueva. No será una reforma de la ley de plazos actual, impulsada por la exministra Bibiana Aído. Más bien tomará como base los supuestos clásicos de la ley anterior, que el Tribunal Constitucional avaló en 1985, e introducirá más garantías jurídicas y más precisión en cada caso.
En los últimos meses, Justicia ha mantenido conversaciones con expertos y asociaciones de todo signo para conocer puntos de vista. Nadie en el Consejo de Ministros se atreve a decir una fecha aproximada de aprobación de la ley, aunque el último objetivo es que el Gobierno dé el visto bueno antes de que termine este periodo de sesiones en el Parlamento, el 30 de junio. Pero no quieren equivocarse, porque ya lo han hecho tres veces: el ministro de Justicia dijo que habría ley el otoño pasado, luego se aplazó hasta las Navidades y finalmente lo anunció para este pasado mes de marzo. Lo cierto es que no se encuentra el momento para impulsar una ley que no va a contentar a nadie. Es cuestión de «oportunidad política», sostienen.
A partir de ahí, en la nueva ley de supuestos no se discutirá el primero de ellos, el de la violación: seguirá siendo un motivo para abortar de forma legal. Las dudas empiezan a partir del segundo supuesto, el de los daños psicológicos que puede sufrir la madre. ¿Quién decide algo tan discutible o poco concreto? El Gobierno quiere más garantías para que no se convierta en un coladero de aborto libre. El supuesto en el que más quiere afinar el Ministerio de Justicia es el de la malformación del feto. Su objetivo ahora es definir con mucha claridad y matices dónde sitúa el límite.
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